Dirigir teatro (y actuar) con 17 años

El arquillero Jesús Gómez triunfa en Castellar con el estreno de su obra Los ecos de la pesadilla 

Hay quien deshoja la margarita hasta elegir camino laboral, y hay quien lo sabe desde toda la vida. Jesús Gómez (Arquillos, 2001) será director de teatro por la sencilla razón de que ya lo es: acaba de estrenar con 17 años la obra propia Los ecos de la pesadilla. El pase de ayer en Castellar logró el lleno en el Centro Sociocultural. El aforo de 250 butacas se completó, y 57 de ellas estaban ocupadas por el elenco de actrices que da vida a la ficción.

Gómez habla del martirio histórico que ha sufrido siempre la mujer. Lo hace gracias a que la Coordinación Comarcal del Condado de la Mujer le encargó el proyecto, respaldado por el Instituto Andaluz de la Mujer. El arquillero admite que ha tenido que escribir a toda prisa: en octubre completó el guion y en noviembre dirigió los ensayos. Es también el único actor varón de la obra.

Los ecos de la pesadilla está compuesta por nueve escenas que demuestran que las cosas siempre fueron más difíciles para ellas que para ellos. "En una escena abordamos cómo obligan a casarse a una mujer, y en otra se cuenta esas habladurías que sufren las mujeres cuando hacen algo que se sale de los patrones clasistas", explica el director a este medio.

PASIÓN POR EL TEATRO EN ARQUILLOS

Las actrices proceden de siete rincones Jiennenses: Chiclana, Sorihuela, Venta de Los Santos, Aldea Hermosa, Castellar, Santisteban y Navas de San Juan. El estreno deja la puerta abierta a que la obra sea representada en más municipios, si bien el director admite que está complicado.

Gómez está al cargo de un grupo teatral de jóvenes en Arquillos. Escribe para ellos desde hace cinco años. "Yo prefiero que las obras sean mías, pero tampoco tendría problema en dirigir la de un tercero", cuenta.

El joven reconoce que, aunque se siente cómodo encima del escenario, su vocación es producir textos para luego dar instrucciones. De momento, compagina segundo de Bachillerato con su pasión. Es cuestión de tiempo que lo segundo sea su única ocupación.