"Es un orgullo crecer con este equipo"

Antonio José García Muñoz, "Torres", (Linares, 1974) nació literalmente con un balón debajo del brazo. Es el primogénito de uno de los futbolistas más míticos que ha vestido la camiseta del Linares. Toda una leyenda comparable a los Tolo Plaza, Pulido, Manolo Preciado, Toledano, Melchor, Carles (padre e hijo)... Todavía en pañales, acudía al Municipal de Linarejos con su madre para ver a su progenitor levantar de sus asientos a la parroquia azulilla en cada gol. Eran tiempos de vino y rosas en el vetusto campo, donde el hoy técnico del CD Torreperogil comenzó a dar sus primeros pasos como jugador y en el que se consagró, años después, como entrenador, batiendo todos los registros en la historia del Linares desde 1945.

Logró devolver la gloria a la ciudad minera con tres ascensos consecutivos, y con una modesta plantilla mantuvo el tipo en Segunda B. Sin embargo, su idilio con el club, cuyo himno recitaba su hijo de carrerilla cuando no levantaba dos palmos del suelo, acabó en divorcio. Torres abandonó Linarejos con el deber cumplido, pero con un pellizco en el corazón. Tentado por ofertas de superior categoría, decidió quedarse cerca de casa y firmó por un imberbe CD Torreperogil. Tras un curso espectacular, el "Sporting" regresó a Tercera. Un nuevo logro para el técnico linarense, quien sabe construir en la victoria y reaccionar a la derrota, gracias a esa capacidad para inducir a sus equipos un ejercicio de resiliencia que le permite sobreponerse a las decepciones.

—¿Cómo ve al equipo con vistas al estreno?

—El equipo está con muchas ganas, muy ilusionado porque para muchos es su debut y su primer año en Tercera División. Se palpa esa ilusión y esas ganas.

—Es un curso histórico para el club y el municipio. ¿Añade más presión?

—Presión ninguna, al revés, con ganas de intentar hacer las cosas bien. Somos uno de los equipos que muchos dan por estar en esos puestos de descenso. Nosotros no tenemos nada que perder. Todo lo contrario, mejorar e internar alargar el sueño de todo un pueblo un año más en esta categoría tan bonita.

—¿Qué CD Torreperogil vamos a ver?

—Vamos a intentar ver un equipo que sea capaz de competir con cualquiera, que tenga las ideas muy claras, que seamos sólidos y solidarios. Tenemos jugadores de calidad que pueden hacer daño en momentos puntuales. Todavía estamos lejos del lugar al quiero que llegar, pero con trabajo seguro que vamos a ir creciendo con el paso de las jornadas.

—Con poco dinero, ¿se puede hacer una buena plantilla?

—Con nuestro presupuesto se puede hacer una plantilla para intentar luchar con los equipos más modestos del grupo. Está claro que es imposible competir con otros clubes. Tenemos una plantilla que juega al fútbol porque le gusta, con lo que podemos pagarles, que es una ayuda, porque viven de sus trabajos. Tanto es así que debemos adaptar los horarios de los entrenamientos para tener la mayoría disponible a esa hora. Pero estoy contento de estos jugadores, de su compromiso y de la manera de trabajar que tienen en cada momento.

También agradecer a la directiva todo el esfuerzo que hace para contar con una plantilla que pueda competir por nuestro objetivo. Sabemos que no es nada fácil, como desgraciadamente le ocurrió al Villacarrillo la temporada anterior. Trabajaremos para intentar conseguirlo.

—¿Se siente cómodo con lo que tiene?

—Sí. Tengo la mejor plantilla que hemos podido confeccionar y haciendo un gran esfuerzo. Siempre hay cosas que pueden mejorarse, pero me siento muy orgulloso de pertenecer a un equipo humilde en muchas cosas, pero rico en otras, a veces más importantes que las primeras.

—Se ha rodeado de muchos jugadores que ya estuvieron a sus órdenes.

—Hemos podido firmar antiguos jugadores que por circunstancias encajan en nuestro equipo y también por sus situaciones personales. Muy contento de volver a estar junto a ellos.

—¿Cambiará mucho su forma de entender el fútbol en la nueva categoría?

—Esta claro que, como entrenador, tienes que adaptarte al tipo de jugador que tienes. Ver qué tenemos nosotros, qué tiene el rival y de que forma minimizamos las virtudes de ellos y podemos hacerles daño nosotros. Sería un error muy grande por mi parte cerrarme en solo una manera de entender el fútbol. No es lo mismo jugar en un campo de grandes dimensiones que en otro más pequeño, así como también las cualidades de los jugadores.

Para mí hay que adaptarse a los jugadores que uno tiene y explotar donde ellos son fuertes, así como ver de qué manera nuestro equipo se siente más cómodo y dónde tiene más opciones de hacer las cosas bien. Pero lo que sí tengo claro es que cada jugador, al final de la temporada, crezca en todos los aspectos. Eso es una responsabilidad que siempre me marco.

—Lleva dos años al frente de este equipo, ¿qué evolución observa?

—Hemos crecido muchísimo. Tengo grabados detalles del comienzo de la temporada anterior -estábamos muy verdes- y ver lo que fuimos capaces de hacer en los últimos partidos. Me siento muy orgulloso de todos los jugadores del pasado curso. Este año trabajaremos para lo mismo, para que a final de temporada hayamos crecido mucho y, por supuesto, que nos valga para continuar un año más en Tercera División.

—¿En qué medida ha influido su mentalidad en el carácter del colectivo?

—No sé hasta qué punto haya podido influir. Esta es una pregunta que se la deberían contestar ellos, pero sí que me siento muy orgulloso de la manera de trabajar que han tenido y tienen. El año pasado fue una familia y este año intentaremos que esa familia aumente. Me siento muy orgulloso de pertenecer a un club como el Torreperogil, y agradecerles a cada uno de ellos -jugadores, directivos, trabajadores de instalaciones y afición- el cariño con el que me tratan desde el primer día que llegué.

—¿Qué papel jugará el Estadio Abdón Martínez Fariñas en la consecución de la permanencia?

—Su papel será decisivo. Tengo muy claro que la permanencia pasa por nuestro estadio. El año pasado fue clave para el ascenso, con pleno de victorias en nuestro campo, dato nada fácil de conseguir. Este año la calidad de los rivales sube bastante, pero tenemos que conseguir la mayor cantidad de puntos posible, que nos acerquen al objetivo.

—¿Regresará alguna vez al Linares?

—Nunca se sabe lo que pueda ocurrir en un futuro. Ese ciclo ya pasó y gracias a Dios con unos grandes resultados. Independientemente de lo conseguido, me quedo con el cariño que me muestra la gente y el recuerdo que guarda de esa etapa. Muy orgulloso de mirar atrás y ver lo que fuimos capaces de hacer, desgraciadamente el tiempo demostró que no era tan fácil como algunos creían.

—¿Será raro enfrentarse al club con el que ha conseguido las mayores cotas de éxito de su carrera como técnico?

—No me he parado a pensarlo todavía. Nosotros trabajamos semana a semana. Para que llegue ese día, tiene que llover mucho, pero sí que tengo claro que volver a Linarejos es algo especial, y volviendo como visitante puede ser mas aún.

—El Linares, el Real Jaén, el Antequera, el Mancha Real... ¿Cuál es su favorito para estar arriba?

—Está claro que hay dos equipos que, por afición, plantillas y presupuesto, son profesionales y están muy por encima del resto, como el Linares y el Real Jaén, que están llamados a pelear por ser campeones del grupo. Todo lo que no sea eso, sería un golpe duro. Luego hay dos equipos, como Mancha Real y Antequera, que están haciendo muy bien las cosas y van a dar guerra.