Carlos Marín: "Mi carrera con Il Divo parece una película"

Cuenta Carlos Marín (Rüsselsheim, 1968) que le da alegría descubrir pueblos y ciudades de España cada vez que le toca salir a cantar. Es el barítono de Il Divo. El cuarteto llega a Úbeda con motivo del Festival de Música de Verano FestMuve.

Marín confía en lograr esa conexión con el público que tantos éxito reporta al grupo década y media después de la idea del productor Simon Cowell. Aguarda el recinto ferial de la Ciudad Patrimonio.

—¿Qué tipo de espectáculo verán hoy los asistentes al concierto?

—Estamos deseosos, porque nunca hemos cantado en Jaén, y me han dicho que es muy bonito. Será un show con 20 músicos, con pantallas y muchas interacciones para que sea cercano al público. Cantaremos las canciones que llevamos interpretando en estos 15 años carrera. Justo ahora celebramos el 15 aniversario.

—¿Conoce Úbeda?

—No la conocía, sólo de oídas. Conozco el Parque Natural de Cazorla, porque siempre he sido muy campero. Cuando fui, tendría diez o doce años. Y de Jaén la verdad es que conozco poco. Llegamos de A Coruña y apenas tenemos tiempo para ver la ciudad. Estamos deseando de cantar en Úbeda. Para mí es un orgullo llegar a todas las poblaciones de España.

—Comparten cartel con artistas más que consagrados: Sting, Pablo López y Manuel Carrasco. ¿Hace todavía más especial la actuación?

—Venimos de actuar en el Royal Albert Hall de Londres. Siempre tenemos suerte de compartir escenario con grandísimos cantantes. Es un orgullo. Que sigamos teniendo esos fans tan fantásticos después de quince años es una maravilla. Y no sólo en España, sino Japón, en China y en cualquier parte del mundo. Llevamos cuarenta millones de discos vendidos.

—Il Divo cuenta con ocho discos de estudio. ¿Esperaba una carrera tan exitosa para el cuarteto?

—Nunca. Cuando empezamos pensé que íbamos a sacar un disco y poco más. Yo estaba cantando ópera. Hice un casting y me propusieron ser parte del grupo. Al principio dije que no, pero luego me convenció Simon Cowell, el productor y artífice del proyecto. Imagine la gran sorpresa cuando desbancamos a Robbie Williams y hemos sido números uno en muchos países del mundo. Por ejemplo, fue increíble ir por Nueva York y ver en Times Square nuestro póster junto al de estrellas como Mariah Carey. Es un placer y un honor contar con una legión de fans.

—Ustedes son diferentes. Versionan, pero siempre hay un poso muy propio. ¿Es ese uno de los secretos de que les vayan bien?

—Indiscutiblemente uno de nuestros secretos es hacer las canciones de otros con el sello de Il Divo. Conseguir que parezca que estaba hecha para nosotros. Lo más difícil siempre es irte lejos de la versión original del cantante. Creo que lo estamos logrando, y pocas canciones se nos resisten. En el último disco está la canción Hello, de Adele. Nunca pensábamos que pudiera funcionar. Fue bastante difícil lograr que ella aceptara, porque es la compositora. Hablamos con Adele para decirle que haríamos la versión en castellano. Le mandamos la maqueta y le encantó. Sacamos el tema como single del disco, y la autora también le dio el visto bueno al videoclip.

—El concierto en Barcelona del año 2009 dura casi dos horas y tiene más de un millón de reproducciones. ¿Qué recuerda de aquel día?

—Fue uno de los conciertos más grandes que hemos dado, no sólo por la cantidad de público sino por el despliegue de aquella época. Fue un show genial, con pantallas que iban y venían. Una pasada. Fue una suerte hacerlo en España. Una experiencia única. Desde hace quince años tengo la sensación de que todo lo que hacemos forma parte de una película. Una vez, en Nueva York, nos tocó a la puerta del camerino Hillary Clinton. Quería hacerse una foto con nosotros. Nos pusimos corriendo el traje y llegó Bill Clinton, que quería sumarse a nuestra gira, porque es saxofonista. También hemos cantado para Gorbachov. Lo hemos hecho para muchos jefes de Estado. Excepto para Donald Trump. Dijimos que no cuando fue elegido. No compartimos su filosofía sobre cuestiones como la inmigración.

—¿Le gusta la era de Youtube y las plataformas digitales?

—O te acomodas a ellas o te mueres. O vas con la moda o te olvidan. Los discos ya no se venden. Todo se vende por redes. Las agencias discográficas van a desaparecer. Tienes que adaptarte. Youtube es un arma de doble filo: igual te sube a lo más alto que te hunde.

—¿Qué musica escucha?

—Me gustan grandes artistas como Frank Sinatra y Michael Jackson, pero eso no quiere decir que está en desacuerdo con modas actuales como el reggaeton. Mientras al público le gusta, todo es válido.

—¿Cuáles son los planes para el futuro?

—Muchísimos. El año que viene publicaremos disco y disfrutaremos de la próxima gira. Habrá muchísimas sorpresas con nuevos dúos.

—Usted fue solista cuando era prácticamente un niño. ¿Mejor en grupo que solo?

—Yo ahora lo estoy combinando, porque también hago temas en solitario. Cuando estás solo haces lo que quieres, pero es más duro. Lo importante es que te guste la música que haces. Como solista puedes mostrar aún más de lo que eres capaz, desde musicales hasta zarzuelas. Yo he hecho de todo. Empecé muy joven en la música.

—Conoce todas las posiciones del mercado musical. ¿Dónde está más cómodo?

—En música pop. Soy un cantante enamorado de las décadas de los 80 y de los 90, cuando brillaban Duran Duran, Queen, Michael Jackson, Mariah Carey y Elton John. Era, en mi opinión, la época dorada de la música. Ahí todo se hacía en directo. Hoy en día cualquiera canta ayudado de efectos. Antaño, quien llegaba al estudio y no cantaba, pues no cantaba. Aún hay buena música, pero creo que se ha perdido calidad. Abunda la copia de la copia.

—¿Qué cantantes le llaman la atención de los actuales?

—Bisbal está haciendo una carrera fantástica. David Bustamante, Pablo López, Pablo Alborán y Alejandro Sanz, por citar algunos, son grandes estrellas. Luis Miguel ha tenido una trayectoria espectacular. Sigue cantando de maravilla, y he tenido la suerte de comprobarlo. Desde luego, quien ha tenido, retiene.

—Muy buena la serie Luis Miguel.

—Sí, y te das cuenta de la situación que tuvo. Todo ese trabajo desde niño le ayudó a ser el gran artista que es todavía.