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"Quiero que el lector aprenda costumbres y curiosidades de Jaén"

Por Fran Cano - Mayo 05, 2022
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"Quiero que el lector aprenda costumbres y curiosidades de Jaén"
Juande Valverde, en la Redacción de Lacontradejaén. Fotografía: Miguel Ángel González.

Juande Valverde Jiménez (Jaén, 1974) ha debutado en la novela con éxito. Su obra El puente de las indulgencias ya está en las librería tras ganar el premio 'Rrose Sélavy' de Novela Histórica. El periodista presentará el libro el viernes 6 de mayo con motivo de la 35 edición de la Feria del Libro en Jaén, en la Caseta Exterior, a las 18:00 horas.

Valverde visita la Redacción de Lacontradejaén, en Cuatro Gatos Coworking, para contar cómo ha sido el proceso de construir unos personajes y una trama ambientada en el siglo XVI. Reconoce que la pandemia resultó un bálsamo creativo: logró escribir a diario y en los meses del confinamiento la idea original de la infancia tomó vuelo hasta acabar en se segundo proyecto literario tras La memoria del agua

—Primera novela. ¿Ha sido el género lo más complicado del libro?

—Lo más difícil ha sido la documentación. Sabe que nosotros, los periodistas, estamos acostumbrados a manejar documentación, pero no en profundidad. El libro ha supuesto trasladarme al siglo XVI, que es donde está ambientada la historia, con sus costumbres y lenguaje. Es un salto bastante grande. He intentado hacerlo lo más verosímil posible. No quiere decir que lo haya conseguido al cien por cien. Un profesor experto en Literatura me dijo: "Te ha faltado que el lenguaje sea de la época". Hablando con otro compañero me di cuenta de que es importante que la gente que lo lea, lo entienda.

Sí quería que el lenguaje tuviese un toque especial, que fuese distinto. Eso sí está conseguido. El libro está dividido en tres partes. Una de ellas es una geografía del obispo Alonso Suárez, uno de los protagonistas de la época. Esa parte está escrita como si fuese el siglo XVI. Puede chocar un poco, pero creo que se lee bien aun con los modismos de aquella época.

—¿La novela legitima más cómo autor que el relato?

—No, yo creo que no. Es más difícil para gente que no tenemos formación histórica por lo que hablamos de la documentación. Está la literatura que mezcla la imaginación y el recuerdo. En el caso de la novela histórica hace falta una documentación amplia. Me he leído entre diez y quince libros. Uno de ellos es 'Hechos del condestable don Miguel Lucas de Iranzo', que es constantemente fiesta y alegría. El que cuenta los hechos, una suerte de cronista de la época, expresa todo desde la crónica. La novela está estructurada en tres partes, tantas como puntos de vista diferentes, entre ellos el del protagonista, que es el único personaje inventado. Ese triángulo organiza la novela y el espacio temporal une a los tres narradores. Así el lector tiene una visión completa de lo que era la época.

—¿Qué le lleva a escribir El puente de las indulgencias?

—Varias cosas. Mi madre es de Baeza y yo he pasado muchos fines de semana y muchos veranos entre el Puente del Obispo y un cortijo que hay al lado. Es un sitio que conozco mucho. El puente tiene una característica muy peculiar, y de ahí viene el título del libro. En la parte alta hay un torreón, que era una capilla. En ésta hay una especie de esquela que narra el origen del puente y su historia. Una de las cosas que cuenta es que cada persona que atravesaba el puente tenía que rezar, aunque no era una obligatorio, un Ave María cada vez que caminase por allí. Así conseguía 40 días de indulgencia. En aquella época era algo muy importante. Como un pasaporte, un punto positivo para ir al cielo.

—¿Cuánto tiempo necesitó y cómo se organizó para escribir y compaginarlo con su trabajo?

—Me ha llevado más de diez años hacerlo. Ya sabe cómo son estos proyectos. Empiezas desde una idea básica. En este caso, mi recuerdo de niñez y mi interés por la historia de la esquela me llevó a investigar más. Vi que había una historia interesante. El IEG me facilitó los pergaminos en los que el Papa de la época concedió esa bula papal, y eso me dio origen a la intriga que tiene la historia.

—¿Qué se va encontrar el lector que se asome a la novela?

—He intentado, como decía antes, que quien lea la novela se traslade al siglo XVI y viva o vea lo que pasaba en esa época. Cómo vivía la gente, cómo se relacionaban y qué se encontraban: la peste, la hambruna... La novela ha sido un hallazgo porque la empecé en 2008 y la acabé en plena pandemia. Y nuestra pandemia del coronavirus entronca perfectamente con la peste bubónica. En el libro se cuenta cómo se enfrentaban a ella. Básicamente, la gente se iba al campo. Los ricos se iban al campo. El resto se quedaba en casa. Igual que ha ocurrido ahora.

Te das cuenta de que al final las personas cometemos los mismos errores aun cuando se dice que la Historia enseña. Cinco siglos después, la diferencia es la vacuna, pero el método es el mismo. Las ciudades entonces se cerraban a cal y canto y no entraba a nadie hasta que se iba la peste. Insisto, no ha cambiado tanto la cosa. No sabemos qué ha pasado en los tanatorios cuando no daban abasto. El libro me ha enseñado eso y también quiero que el lector aprenda costumbres y curiosidades de Jaén. Hay un libro denominado 'El miedo en Jaén' que recomiendo muchísimo sobre los siglos XVI, XVII y XVII. Había, por ejemplo, miedo al lobo.

También he querido trasladar la importancia de tomar decisiones, como le ocurre al protagonista, que va eligiendo mal contra su voluntad, casi obligado por las circunstancias. Al final puedes encontrar un camino que es el tuyo aunque creas que no lo es.

—Usted ganó el premio de la Diputación para autores noveles y ahora ha ganado el 'Rrose Sélavy' de Novela Histórica. ¿Qué le supone ganar estos certámenes?

—Es un acicate. Supone decir que estás en el camino correcto. Dicho esto, a nadie le diría que sin premios no se puede seguir. Todo lo contrario. La suerte es fundamental. Uno hace algo, cree que está digno y lo presenta a un premio. Mi novela la presenté a más de un concurso y ganó el de 'Rrose Sélavy', que está bien, pero es modesto. No tiene dotación económica. Te hacen un contrato y a partir de ahí asumen la dotación económica. En esta ocasión, le he dejado el trabajo de distribución a la editorial. Cuando uno publica siempre se lleva la alegría de la gente que lo felicita, aunque sea por redes sociales. Es lo principal que te anima a seguir.

"LA AUTOEDICIÓN ES UNA OPORTUNIDAD MUY BUENA"

—¿Cómo ve el 'boom' de la autoedición? Incluso hay casos de autores que han publicado con editoriales terminan haciéndolo por cuenta propia.

—La autoedición es una oportunidad muy buena para cualquiera que quiera editar. Antes era muy difícil publicar un libro. Hoy es bastante más sencillo. Se puede conseguir por un precio módico y hay editoriales que dan una calidad buena o incluso muy buena. Al final uno se queda satisfecho de lo que ha escrito. El viaje desde las páginas en Word hasta el libro impreso es un salto muy grande, y es el mismo texto. A parte de una oportunidad, el escritor que elige la autoedición no es menos que otro. De hecho, ya está pasando el fenómeno que usted ha mencionado: hay autores que dejan las editoriales porque los contratos son como son. Si autoeditas y tienes un canal de distribución óptimo, el porcentaje de beneficio es mayor. En el contrato con la editorial es diferente. Normalmente el autor se lleva el 10%.

—Ahora se publica muchísimo más. Igual quien decide autoeditarse lo hace porque es una manera de abrirse paso.

—Hay muchos casos, sí. Recuerdo el caso de Javier Castillo, que hizo libros por autoedición. Luego tuvo muchísimo éxito en Amazon y más tarde fue fichado por una editorial. Está el otro camino también, autores consolidados que dejan a las editoriales y pasan a la autoedición por lo que hablábamos antes: deja más. Igual te tienes que implicar más, pero si te quieres dedicar a esto, me parece coherente. Es como el mundo del olivar. Uno no termina al producir. Tengo un colega de Getafe que tiene mucho público, ya con varias publicadas, y prefiere autoeditarse. Además se mueve muy bien en redes sociales.

—Llega la 35 edición de la Feria del Libro a Jaén. ¿Cómo la espera este año?

—Tengo muchas ganas de feria como lector. El otro día puse un comentario en Facebook sobre un asunto en el que insisto mucho. Tenemos la queja en Jaén de que no hay actividades. Ahora que sí hay, vamos a aprovecharlas. Vamos a respaldarlas con nuestra presencia. El sitio de este año, la calle Roldán y Marín, es céntrico y fantástico. Es el momento de disfrutar de los autores que vengan. Es un acierto darle un hueco a los no tan conocidos. Cuando hice el grupo de WhatsApp de 'Libros Jaén' no pensé en compartir las presentaciones de los grandes autores, que también. La gracia es intentar respaldar a escritores que no son tan populares.

Fotografías: Miguel Ángel González.

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