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"Quiero un Martos intenso, vertical, combinativo y, sobre todo, ofensivo"

Por Javier Esturillo - Agosto 30, 2018
"Quiero un Martos intenso, vertical, combinativo y, sobre todo, ofensivo"
Rafael Perales da instrucciones a sus jugadores durante un encuentro de pretemporada.

Rafael Perales Ruiz (Baeza, 1985), pese a su juventud, lleva unos cuantos años en los banquillos del fútbol jiennense. Estudioso del balón, tiene entre manos el proyecto más complejo al que ha tenido que hacer frente en su carrera: ensamblar un equipo plagado de futbolistas foráneos, prácticamente imberbes y con escasos conocimientos del Grupo IX de Tercera División. El Martos pone a prueba su capacidad como técnico, pero, sobre todo, como gestor de grupos. Todo ello, después de otro verano convulso en la institución marteña, con la salida del anterior presidente, Antonio Martínez, y la llegada de un grupo inversor de fuera que todavía está en pleno desembarco.

Amable, accesible e introvertido, Rafael Perales trata de reducir a la máxima sencillez la complejidad del juego, en una categoría en la que el resultado manda por encima del concepto futbolístico. El Martos está en fase embrionaria. Encajar cada una de las piezas costará tiempo y alguna que otra derrota, por lo que la paciencia se hace más virtud que nunca. El técnico baezano está convencido de que, al final, si todos suman, el equipo de la Ciudad de la Peña conseguirá el resultado deseado.

¿Qué tal el estreno liguero?

—Pese a las dificultades propias al no poder contar con más de la mitad de la plantilla por problemas burocráticos de licencias y evidentemente un rival tan exigente en su campo, las sensaciones fueron positivas, aunque no consiguiéramos puntuar. Competimos y tuvimos nuestras opciones, no solo los primeros 80 minutos, que fue cuando encajamos el primer gol, posteriormente pudimos empatar generando tres ocasiones claras. Pero, finalmente, en el descuento no metieron el segundo y se perdieron las opciones. Así que conscientes del margen de mejora que tenemos y que, cuando podamos contar con la totalidad de la plantilla, podremos afrontar también en mejores condiciones el tramo final de los partidos.

Con tantas nacionalidades en su vestuario, ¿cómo es la comunicación con los jugadores?

—Difícil, al principio a través de un jugador francés que habla también el inglés. Nos comunicamos en inglés y él traducía al francés. Ahora con la llegada de Paolo, que habla español, es quien traduce al francés. Aun así es un hándicap importante porque no sabes hasta qué punto la información llega bien y sobre todo en los partidos, con la tensión de la competición, dirigir o comunicarse entre jugadores es una dificultad que requerirá tiempo.

Tiene un equipo realmente joven. ¿Cómo cree que responderá a las demandas de una categoría tan complicada?

—Bueno, yo trato de verlo siempre con optimismo y sobre todo a los jugadores jóvenes hacerles ver que deben saltar al campo con personalidad y descaro. Al final la competitividad y exigencia de la Tercera División la podemos ver con miedo o con ilusión, es cuestión de elección. Si lo enfocamos bien construiremos un equipo competitivo.

¿Qué aportan los jugadores más experimentados?

—Jugadores como Pepón, Sutil, Horno y Paolo está claro que conocen la categoría, los campos, rivales y muchos detalles de la competición como la lectura de partido en cada momento. Sin duda, un apoyo para los menos experimentados.

 Rafael Perales revisa unas notas antes del comienzo de un partido. Foto: Juan Carlos Fernández
Rafael Perales revisa unas notas antes del comienzo de un partido. Foto: Juan Carlos Fernández

¿Qué Martos veremos esta temporada?

—A falta de cerrar la plantilla con un central de experiencia -acaban de firmar a Guti- y un punta que nos sume gol, confiamos en que nuestro margen de mejora es amplio. Con el compromiso que está demostrando cada jugador, sin duda queremos un Martos intenso, vertical, combinativo y sobre todo ofensivo, capaz de generar en ataque el mayor número de ocasiones.

¿Cuáles son los objetivos?

—Los objetivos de resultados tenemos claro que iremos semana a semana, siempre planteando salir a ganar a cada partido. Por parte del club es una temporada de transición y adaptación del proyecto, por lo que intentaremos conseguir la permanencia lo antes posible y después trataremos de no ponernos límites y exigir el mejor rendimiento.

¿Qué le preocupa más?

—El idioma sin duda es un hándicap donde todos estamos poniendo de nuestra parte y la pretemporada ha resultado muy difícil configurar una plantilla en tan poco tiempo y con el mercado de la provincia ya tan cerrado. Ahora solo se trata de trabajar y competir para que todas las partes tengamos nuestra conciencia tranquila en cuanto a compromiso y entrega. Con eso seguro que cumpliremos con las expectativas.

Sabe de las exigencias de la afición marteña, ¿qué le pide?

—Que entienda que media plantilla necesita adaptación a un nuevo país, su nuevo pueblo con todo lo que conlleva en cuanto a cultura, hábitos, horarios, el apego de las familias, etcétera. Pero vienen dispuestos a sacrificar muchas cosas por un escudo, por la ciudad de Martos y por esa afición. Todos queremos ganar, pero para ganar necesitamos su apoyo y paciencia porque en trabajo y dedicación nadie podrá reprocharnos nada.

Seguro que con el paso de las semanas se sentirán poco a poco más orgullosos del equipo, a pesar de vivir un periodo más convulso de su historia… nos daban por desaparecidos pero estamos aquí para dar guerra y eso también hay que valorarlo.

Es un entrenador con unos conceptos muy definidos sobre el fútbol. Le gusta salir desde atrás, el juego asociativo, la presión y disponer de alternativas en la estrategia. ¿De qué depende llevarlo a la práctica?

—Bueno, en primer lugar, tenemos que definir nuestro estilo según las características de los jugadores, las sinergias que entre ellos van apareciendo y posteriormente adaptarlo al tipo de rival con el que nos enfrentamos. Al final lo que tratamos es de aportarles a los jugadores los recursos necesarios para que tomen sus decisiones sobre el campo.

No obstante, me gusta ver este deporte con pasión y personalidad, disfruto con enfrentarme a rivales como Linares o Antequera y presionarles arriba, quizás salga mal pero hay que arriesgar, al igual que con balón odio a quien le queme la pelota en los pies, mejor valientes y seguro que también tendremos nuestras opciones.

¿Cómo ve el Grupo IX?

—Un grupo muy exigente, a pesar de los ascensos de ambos filiales, equipos como Real Jaén, Linares Deportivo, Atlético Mancha Real, Antequera, Loja, El Palo… con grandes plantillas y campos tremendamente difíciles. Sin duda una categoría atractiva y competitiva.

 Rafael Perales gesticula a su banquillo en Lucena. Foto: Juan Carlos Fernández
Rafael Perales gesticula a su banquillo en Lucena. Foto: Juan Carlos Fernández

¿Qué papel jugará el Ciudad de Martos?

—Yo confío en que en nuestra casa dejemos escapar pocos puntos. Vamos a tener una plantilla joven que cuando se acoplen, en casa seremos un equipo ofensivo y descarado. Fuera de casa seguramente esa edad veremos lo que nos condiciona, pero trataremos de armar un equipo sólido que arañe todos los puntos posibles y en campos importantes dar una buena imagen.
Nos vemos como un equipo sin presión pero con autoexigencia alta.

¿Cómo le va con los nuevos gestores del club?

—Un relación normal aunque con los extranjeros no tengamos un contacto directo, a través de Juan Cortés sí estamos al tanto de todo lo que conlleva el club.

¿Está preparado para los malos momentos?

—Siempre. De los malos momentos se aprende, todo depende de tener unas expectativas moderadas, trabajar con dedicación y compromiso constante. Con eso habrá altibajos y tendremos que mantener la estabilidad, como se suele decir, ni cuando se pierde tan malos, ni cuando se gana tan buenos.

 El técnico baezano en el baquillo del Ciudad de Martos.
El técnico baezano en el baquillo del Ciudad de Martos.

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