"Tratamos con personas con estrés y miedo"

Nace un nuevo perfil profesional, la enfermera epidemiológica, fundamental para controlar el virus. Ana López desempeña esta labor en Las Fuentezuelas

Los datos son buenos e indican que lo peor de esta pandemia ha quedado atrás. Poco a poco, los sanitarios empiezan a descansar. Sin embargo, algunos tienen ahora una labor importante, la de prevención, seguimiento y detección para evitar el tan temido rebrote del coronavirus. En Jaén, 717 enfermeras de Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud ya han empezado a realizar el seguimiento de los pacientes Covid-19 y sus contactos. Estas enfermeras trabajarán de forma conjunta con profesionales del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica."Hasta ahora, estas profesionales han tenido un papel muy importante, pero actualmente son fundamentales, ya que se convierten en el referente para el seguimiento y rastreo de los contactos". Reconoce su labor Trinidad Rus, delegada provincial del área. ¿Cómo ha sido y es su trabajo?

Ana López es enfermera de Familia en el Centro de Salud de Las Fuentezuelas, en Jaén capital. Recientemente, y desde que eclosionó la pandemia a causa del coronavirus, ocupa el puesto de Coordinadora de Enfermería. "El rol que hemos desempeñado las enfermeras de Atención Primaria, desde el inicio, ha sido de especial relevancia y yo diría que súper dinámico". Y es que mucho se habla ahora de ellas, pero durante todas estas semanas han desarrollado una labor estratégica que ha ido evolucionando con la situación.

"El trabajo en equipo ha sido ejemplar", aplaude. Primero, fue con la coordinación con los médicos de familia en la detección y seguimiento de personas con síntomas compatibles con la Covid-19. Pero también con el seguimiento telefónico de personas vulnerables que con el confinamiento quedaron en situaciones de riesgo. "Vivimos una paralización de algunos servicios, con lo que detectamos casos de personas mayores que se vieron totalmente aisladas y en alguna ocasión sin nadie que les facilitara comida, medicación u otros cuidados básicos", explica.

Sus palabras son duras, pero reflejan la realidad que se vivió en Jaén, donde se tuvo que reforzar la atención domiciliaria, ya que había numerosas personas mayores con factores de riesgo que acudían habitualmente al centro y que en esta situación no podían desplazarse por temor al contagio. "La situación ha ido variando por momentos. Este coronavirus ha conseguido cambiar de forma radical la organización de los centros sanitarios", confiesa.

Sin embargo, Ana López resalta la capacidad de adaptación que los profesionales de Atención Primaria y la cantidad de recursos que desde la dirección de su distrito, en su caso particular, se pusieron en marcha "de forma rápida y eficiente". "Ha sido espectacular. Hemos tenido unas semanas de vértigo. Pero en cada momento se daba respuesta a las necesidades que surgían", confiesa. Y es que se tuvieron que reforzar con médicos, enfermeras y celadores para seguimiento de pacientes y recogida de datos, para la toma de muestras PCR, para hacer test rápidos y, ahora, para el rastreo de contactos.

RASTREO DE CONTACTOS

Desde hace unas dos semanas la prioridad del área sanitaria es el rastreo de contactos de pacientes con síntomas que pueden hacer sospechar tener la enfermedad de la Covid-19. Y en esa labor está la jiennense. Relata que cada centro ha formado a varios enfermeros/as a través de un curso online y una sesión presencial, que pudo ser seguida por videoconferencia. Estuvo dirigida por los responsables de epidemiología del distrito, que facilitaron las pautas fundamentales a seguir para el rastreo. En Las Fuentezuelas se han formado tres enfermeros.

"Acaba de surgir un nuevo perfil, la enfermera epidemiológica, en contacto directo con el resto del equipo del centro de salud y el área de epidemiología del distrito. Tengo que aclarar que todo el trabajo que se hace sigue las directrices de un protocolo diseñado por el ministerio de sanidad", matiza. Además, se dedica en exclusiva a buscar contactos y a la toma de muestras PCR, liberada de otra actividad asistencial.

¿Cuál es su trabajo esencial? Averiguar qué ha hecho la persona contagiada y con quién ha estado desde dos días antes del inicio de los síntomas. "Se trata de frenar la trasmisión del virus lo antes posible identificando a las personas que hayan podido estar expuestas, para recomendarles que deben aislarse para no contagiar", resume Ana López en una entrevista a este periódico. Reconoce que su labor requiere de grandes dotes de comunicación y persuasión. Tiene una carga emocional muy importante. "Tenemos que tratar con personas que sufren mucho estrés, miedo, incertidumbre… por la carga que supone que al final su PCR pueda dar positivo". 

EL PROCEDIMIENTO

Siempre hay que reforzar la necesidad de que el caso sospechoso se aísle en su domicilio desde el primer momento; hay que darle instrucciones concretas, las medidas de higiene a seguir e informarle de los riesgos que corren de no hacerlo. "Porque ahora que ha bajado el riesgo de contagio, cuesta más aislarse", reconoce esta enfermera. Explica que su misión, esencial ahora, como la de sus compañeras, es rastrear el mayor número de contactos, identificarlos e informarles de que si el caso sospechoso resulta ser positivo deben ponerse en cuarentena e iniciar una serie de medidas como tomarse la temperatura dos veces al día para detectar algún síntoma precoz del virus. En caso de que uno de estos contactos desarrolle síntomas tendría que ser derivado a su médico de cabecera, que se encargaría de pedir una prueba PCR en menos de 24 horas. Otro aspecto muy importante es la notificación rigurosa de datos.

"Aunque hablamos de casos, nunca podemos olvidar que tratamos con personas, algunas en situación delicada, con problemas laborales, por ejemplo, a las que el aislamiento y la cuarentena les genera gran estrés. El apoyo emocional y el lado humano de esta entrevista es fundamental", reconoce. Y es que se ha comprobado que el de Enfermería es el profesional más adecuado para desempeñar esta función. La enfermera epidemiológica debe tener un perfil muy especial. Debe tener habilidades de comunicación y entrevista, conocimientos científicos, técnicos y sobre trámites administrativos para dar respuesta a las cuestiones que nos plantean. Además está coordinada con el resto de los miembros del equipo del centro de salud y con el sistema de vigilancia epidemiológica del distrito.

Para concluir, Ana López, que ha estado en primera línea de batalla, envía un mensaje a la ciudadanía: "No podemos bajar la guardia, ya que esto es gracias a las medidas de distanciamiento social que hemos cumplido de forma ejemplar. No queremos volver a vivir episodios tan dramáticos como los que nos ha tocado hace muy poquito. Merece la pena continuar haciendo este esfuerzo".