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"Jaén necesita una discriminación positiva de las administraciones"

Por Javier Esturillo - Febrero 23, 2019
"Jaén necesita una discriminación positiva de las administraciones"
Catalina Madueño, en la Subdelegación del Gobierno. Foto: Javier Esturillo

Aunque nacida en el municipio cordobés de Montoro en 1965, Catalina Madueño Magdaleno se siente jiennense por los cuatro costados. La subdelegada del Gobierno afronta los últimos coletazos del mandato de Pedro Sánchez. Sin embargo, considera que la mano del Partido Socialista y del presidente del Ejecutivo se ha dejado notar en la provincia.

Ingeniera agrónoma por la Universidad de Córdoba, ha desempeñado puestos en el ámbito de la gestión pública desde 2005. En la provincia de Jaén ha sido directora conservadora de los parques naturales de Sierra Mágina y de Cazorla, Segura y Las Villas. También ha sido directora gerente de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera y de la Agencia de Régimen Especial. Además, en el ámbito orgánico es vocal de la Comisión Ejecutiva Municipal del PSOE de Andalucía. Es decir, gran parte de su vida ha estado dedicada al servicio público. Es abierta, cercana y con dosis de buen humor, además de reivindicativa y crítica con la situación de la provincia, para la que pide más respaldo institucional para que pueda, de este modo, converger con el resto de territorios.

¿Cómo valora su trabajo en la Subdelegación?

—El trabajo aquí es muy diferente al que desarrollaba en la Junta de Andalucía. Esta es una Administración bastante menos visible, con dinámicas distintas, aunque con una cantidad de competencias muy importante, además de numerosos centros directivos que corresponden a los organismos del Estado. Lo más visible para el ciudadano son los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Tráfico o la Agencia Tributaria, si bien esta no depende directamente de la Subdelegación. Luego tenemos otras no menos importantes como el Fogasa o el Instituto Nacional de Estadística que quizá no sean demasiado conocidas por la gente.

Quizá sea un cargo muy técnico.

—Técnicos son todos. Todas las tareas y servicios de la Junta son técnicos. Sin embargo, tienen más visibilidad política.

No llegará al año en el Gobierno, pero ¿en qué cree que se ha notado la mano de Pedro Sánchez en la provincia?

—Pienso que en muchas cosas, nada más que el impulso que se le ha dado a la A-32 es para tenerlo muy en cuenta. El tramo Úbeda-Torreperogil está al 85 por ciento y en los otros dos que están en marcha se ha ejecutado más del 60 por ciento del presupuesto solo en este año. El tramo Villacarrillo-Villanueva ha tenido una inversión de 22 millones de euros. También se ha dado un impulso grandísimo al pago de las expropiaciones que prácticamente está al día. Durante 2018 se han pagado las que estaban pendientes de antes y las del pasado año se abonarán a lo largo de 2019. El grueso de las expropiaciones con las que se había llegado a un acuerdo con los propietarios están prácticamente pagadas. Creo que se ha notado una voluntad decidida de finalizar estas actuaciones y de comenzar las siguientes. En este sentido, estamos inmersos en la revisión de los proyectos para los tres tramos que quedan para terminar la provincia.

Que no haya presupuestos es un varapalo.

—Por supuesto, pero, sobre todo, porque eran unos presupuestos eminentemente sociales. Se han salvado muchas medidas por reales decretos, como la subida de las pensiones, aunque hay otras, como el copago para familias vulnerables, las ocho semanas de paternidad, el apoyo a la dependencia... que se caen. Es una pérdida clara para la población que más lo necesita.

La provincia de Jaén también tenía, por fin, incrementada su inversión con 204 millones. Eran unos presupuestos con un volumen de inversión que nos ponían en el mapa. Evidentemente todo esto lo va a sufrir la ciudadanía.

Es curioso como un problema periférico, como es Cataluña, le puede afectar a un vecino de Sorihuela, por ejemplo. No en vano, el voto de los separatistas catalanes era clave para estos presupuestos. 

—Con esto se ha desmontado las tesis de algunos que decían que Pedro Sánchez tenía acuerdos cerrados con los catalanes o que estos presupuestos beneficiaban a esa región por encima del resto. Eran unas cuentas en las que existía una sensibilidad hacia las comunidades autónomas en función de su peso histórico y poblacional. Y, en este punto, Cataluña tiene un peso muy importante, como también Andalucía. El problema es que ha habido gente que lo ha querido interpretar de otro modo. Esta falta de apoyos ha demostrado que no eran tan dadivosas con Cataluña porque de lo contrario estarían aprobados.

En cualquier caso, ha sido una legislatura demasiado corta.

—Así es. Creo que Pedro Sánchez consiguió ilusionar al país en un momento muy delicado. El Partido Popular nos había llevado a un callejón sin salida y el cambio era más que necesario. Sin embargo, las circunstancias han cambio y ahora las formaciones políticas ven unas expectativas electorales que han forzado esta situación. Creo que el Gobierno de Sánchez ha hecho un trabajo muy serio y riguroso, con un número muy destacado de medidas aprobadas para tan corto espacio de tiempo, en las que ha afrontado los problemas de los ciudadanos con una generosidad importante, ya que ha sido un Ejecutivo que no ha pensado en réditos políticos. Lo ha hecho porque sabía que era necesario para el país y para la gente. Todo ello llevando el ideario socialista de favorecer a la gente más vulnerable y con menos oportunidades. 

Usted será la última en abandonar el puesto de mando.

—A estos sitios uno sabe a lo que viene. Son momentos complicados y es necesario dar la cara y estar al servicio de los ciudadanos hasta el último día. Aquí estoy por lealtad a la ciudadanía y mi partido político que es el PSOE.

¿Qué le pide al nuevo Gobierno de la Junta en Jaén?

—Básicamente lealtad institucional, sobre todo para trabajar juntos por la provincia. De la división y el enfrentamiento, generalmente, no sale nada bueno. Esta provincia se ha caracterizado por ser bastante pragmática, mirando por los intereses de sus ciudadanos por encima de los intereses particulares. Creo que ese es el camino. Espero que la colaboración sea de esa manera y que en aquellas cosas en las que podamos cooperar lo hagamos, de tal manera que el resultado sea beneficioso para los jiennenses a través de inversiones e iniciativas que esta provincia necesita. 

¿Qué piensa del bloque conformado por la derecha y la ultraderecha?

—Del tripartito, pues que no entiendo a Ciudadanos. Un partido emergente no tiene necesidad de juntarse con otro que está en caída como el Partido Popular -ya vimos los resultados que obtuvo en Andalucía-. Que esta fórmula tenga éxito en el ámbito estatal está por ver, al igual que la provincia, donde el PP está dividido y mucha de su gente se ha ido a Ciudadanos. También hay que ver cómo llevan la Junta de Andalucía. Esta Administración muy grande y es muy complicado tomar decisiones al gusto de los tres electorados.

La percepción que existe es que los políticos piensan más en las urnas que en los intereses de los ciudadanos.

—Creo que se es muy injusto con la clase política. La inmensa mayoría de los políticos pertenece a corporaciones locales. Hablamos de los ayuntamientos que son los más cercanos a los ciudadanos. El resto es más complicado porque depende del cargo, del perfil y del departamento que lleven.

Hay mucho de ficticio cuando se habla de la crispación y de los extremos. Lo que hay es mucha intencionalidad por parte de determinados medios y de determinados colectivos que quieren transmitir esa crispación. Por ejemplo, ha ocurrido con algunas medidas del Gobierno en las que se ha trabajado de manera coordinada para desmontar los apoyos que han recibido.

Bien es cierto que hay políticos como Pablo Casado que no para de insultar y que va claramente contra el decoro político. No hace falta insultar a nadie que no piensa como tú. Hay unas reglas democráticas que se deben respetar y utilizarlas para quitar al contrario, sin necesidad de caer en el insulto personal. Supongo que pensarán que esa estrategia les viene bien para un electorado enfadado que necesita buscar culpables. Por la valentía que ha demostrado y el ejercicio de responsabilidad que ha hecho, pienso que el Gobierno se merece como mínimo un respeto. 

 Catalina Madueño, reunida con alcaldes de El Condado. Foto: Javier Esturillo.
Catalina Madueño, reunida con alcaldes de El Condado. Foto: Javier Esturillo.

¿Usted es 'sanchista'?

—Ante todo soy socialista y de mi secretario general, pero también pertenezco al PSOE de Andalucía y de Jaén y soy de Susana Díaz y de Francisco Reyes. A los tres los han votado los militantes. Soy leal a mis secretarios generales porque creo profundamente en el funcionamiento democrático de mi partido. Creo en él, soy leal a mi ideología y pienso que la ciudadanía necesita al Partido Socialista.

¿Cree que, tras los resultados de las autonómicas, Susana Díaz debe reflexionar sobre lo que ha pasado?

—Tanto ella como Pedro Sánchez tienen capacidad analítica suficiente como para saber lo que ha ocurrido. Son políticos muy experimentados y saben muy bien lo que deben hacer. En el caso de Susana Díaz, solo puedo decir que es una gran política que ama profundamente al partido, y lo demuestra cada día. No dispongo de elementos ni estoy en la posición más adecuada para dar una opinión al respecto de lo que debe hacer. Lo que tengo claro es que ella hará siempre lo que sea mejor para el partido.

Regresemos de nuevo a la política más próxima, por ejemplo, de la Iniciativa Territorial Integrada, más conocida como ITI.

—En estos momentos no le puedo concretar nada. Cuando fui secretaria general de Vivienda de la Junta, me encargué de gestionar la ITI de Cádiz en esta materia, y lo primero que se hace es publicar una serie de documentos y después hay un reparto de los fondos europeos a nivel autonómico, por consejerías en base a los objetivos de cada fondo. Una vez que se repartan los fondos aparecen en los presupuestos. Desconozco el dinero que ha puesto el Estado, por ejemplo, en la ITI de Cádiz porque no sé si ese dinero se pone en actuaciones que ejecutan otras administraciones o es adicional a la ficha que ya tenía Andalucía. La clave es cuando aparezca en los presupuestos porque tendrá un centro directivo de gestión. No sé el dinero que pondrá el Estado, entre otras razones, porque falta por saber todavía en qué consejerías va a estar. Será entonces cuando se busque la cofinanciación o el complemento de financiación que haga falta.     

Vamos que nos queda tiempo por delante.

—No sé. Eso dependerá de lo ágil que es la Junta de Andalucía. Por ejemplo, la ITI de Cádiz, que la he vivido, ha tardado dos ejercicios en empezar medio a rodar.

 Catalina Madueño, en su intervención en el acto del Día de la Constitución. Foto: Javier Esturillo
Catalina Madueño, en su intervención en el acto del Día de la Constitución. Foto: Javier Esturillo

Toquemos ahora el ferrocarril y su progresivo desmantelamiento.

—Siempre he dicho que Jaén tiene un déficit de infraestructuras de todo tipo y en materia ferroviaria es muy grande. De hecho, en la última reunión que tuvimos con Adif y Renfe, sus responsables llegaron tarde y les dije que no podía ser por el tren porque aquí no se puede venir en tren un día normal.

Pero más que infraestructuras, que son muy importantes, lo que debemos hacer es mantenerlas, adecuarlas, dotarlas bien y, sobre todo, poner horarios que la ciudadanía necesita. Lo que no podemos tener es un tren a una hora que no lo coge nadie. Soy crítica con esto y con la falta de infraestructuras en toda la zona sureste de la provincia en materia de transporte. ¿Qué empresa va a querer instalarse allí? Son muchas cosas. No solo es carreteras o ferrocarril. Aunque regales el suelo, ninguna empresa va a querer instalarse allí sin condiciones mínimas razonables, ya que supone un sobrecoste. Mientras llegan o no esas infraestructuras, la gente joven se seguirá marchando porque no tiene opciones.

Y la presa de Siles.

—Un proyecto que lleva años de retraso. Cuando se hace el proyecto de declaración ambiental, aparecen los usos de la presa, que son los que establece la ley de aguas, como preferenciales, obviamente el primero es el abastecimiento urbano, aunque también está el turístico. También avanza una superficie que puede ser regable, que no es una cifra inamovible, ya que puede variar en el Plan Hidrológico. Pero, en principio, ya es un punto de partida. Lo que ocurre es que esa superficie no está constituida. Está muy bien que reclamemos infraestructuras para dar agua, pero a quién. 

Tenemos el tema de los riegos extraordinarios, quién demanda el agua a pesar de no tener concesión, pues comunidades de regantes constituidas, algo que no ocurre con la presa de Siles. Es un salto que se perdió en su momento. La presa hay que gestionarla y mantenerla, y eso lo debe pagar alguien. Si hubiesen estado establecidos esos usos, son los que utilizan la presa los que la pagan. Para que avancemos más, es necesario que llegue alguien con capacidad para definir la zona regable y lo solicite la declaración. Eso le corresponde a una Administración, ya sea la Junta, el Estado o la propia Diputación.

¿Los vecinos de El Condado pueden estar tranquilos este verano con el agua?

—Este verano no estará hecha toda la infraestructura. En cualquier caso, el trasvase que se hace del Guadalmena se podrá seguir realizando, en el caso de que el agua del Dañador dé dificultades. El proyecto de la obra está aprobado y en información pública. Es una actuación que se va a acometer de manera inminente. Lo que se va a firmar muy pronto son los convenios con la Diputación. Hay que resaltar que tanto El Condado como el sistema del Víboras y del Quiebrajano son los únicos en alta que tiene la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir. Los ayuntamientos han cedido a la Diputación esa posibilidad de gestión y será esta Administración la que asumirá la infraestructura a través de Somajasa. Lo que sí verán los ciudadanos abaratado es el coste del agua porque tendrán un solo gestor e interlocutor.

¿Ve a usted a Jaén en la España olvidada?

—Los índices económicos están ahí. Eso nadie lo puede negar. Creo que los gobiernos responsables deben hacer discriminación positiva para que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades. La clave está en la igualdad de oportunidades. Un vecino de Santiago Pontones debe tener las mismas oportunidades que uno de Sevilla capital. Es por lo que hay que pelear y trabajar. Todos los territorios tienen potencialidades, y Jaén no es menos que nadie.

Me vuelvo a Jaén porque me gusta mi tierra, porque la quiero y me encanta mi provincia. Creo que vale mucho la pena trabajar por ella. Hacen faltan planes y actuaciones especiales de apoyo a las provincias que se ven desfavorecidas en base a índices económicos objetivos, por cuestiones determinadas, algunas por su situación geográfica, otras por la distribución de usos que tiene su suelo... Nadie ha querido dar preferencia a Málaga, Cádiz, Granada o Almería. Están en la costa y su atractivo es mayor frente a las de interior. La gente va donde hay más oportunidades y lo que debemos hacer es trabajar para equilibrar esta situación. 

En provincias, como la de Jaén, se puede vivir muy bien. Solo es necesario ofrecer opciones y alternativas que permitan estar al mismo nivel que el resto. Si una quiere vivir en Hornos de Segura y tener una empresa por Internet, lo que necesita es que haya infraestructura que permita trabajar desde allí. Lo mismo tiene que dar trabajar en el centro de Sevilla que en Hornos. En esto es en lo que necesitamos trabajar, en que nuestras infraestructuras estén de tal manera que dispongan de las mismas oportunidades. Son cuestiones elementales. Soy una firme creyente en nuestra provincia, si no no estaría aquí.

 

 

 

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