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Estrategias para afrontar la crisis pandémica y salir victorioso

Por Rosa Ochoa de Eribe - Febrero 06, 2021
Estrategias para afrontar la crisis pandémica y salir victorioso
Foto: Pixabay.

Hace unas semanas se me ocurrió realizar un pequeño experimento social en plena fatiga pandémica y publiqué en mis redes sociales un post que rezaba así: '¿Qué ganas cuando pierdes?' A los diez minutos, ya podían leerse más de treinta respuestas de una o dos palabras como mucho, las que más se repetían eran: experiencia, sabiduría, paz, libertad, madurez, amor propio, tranquilidad, independencia. De repente, comenzaron a aparecer frases reflexivas de este tipo: 

—Lo perdido nunca deja de ser una pérdida... simplemente el tiempo te hace superarlo, aprender de ello y no volver a caer en los mismos errores.
—Lo que se pierde no se puede recuperar, pero te queda lo que aprendiste al perderlo.

Deseaba averiguar cuál sería la reacción de la gente al ver asociada la palabra pérdida, repetida hasta la saciedad en tiempos de pandemia, con ganancia ya casi erradicada de nuestro vocabulario diario durante este largo período de crisis. La conclusión fue que, a pesar del negativismo imperante y las noticias alarmantes de contagios y muertes, el ser humano seguía estando ávido de extraer positividad y aprendizaje de las situaciones más adversas.´

Morgan Wooten, el más legendario entrenador de basket escolar americano y mentor de varias estrellas NBA, afirmaba: “Aprendes más cuando pierdes que cuando ganas. Aprendes cómo seguir adelante”. De eso exactamente se trata, de descubrir qué pasos podemos dar para hallar luz en la oscuridad y caminar hacia ella con entereza y esperanza. He aquí algunas estrategias:

No tenga miedo a cambiar de caballo a mitad de carrera

Con esta frase, Barry Siskind, uno de los consultores y conferenciantes más prestigiosos de Canadá y Estados Unidos, nos invita en su libro Cómo hacer que su vida funcione a aceptar los giros de sentido en el camino de nuestras vidas que a veces aparecen de improviso y otras, surgen para ponernos a prueba. La pandemia ha llegado silenciosamente y se ha instalado, cual invitado indeseado, en nuestros pueblos y ciudades. Su presencia ha generado incertidumbre sanitaria, económica y social, miedo a contraer la enfermedad, privacidad de libertad de movimientos, ansiedad provocada por la hipervigilancia para no contraer la enfermedad, depresión y muerte. Nos enfrentamos a una grave situación ante la que hemos de reaccionar inmediatamente sin miedos con todas las armas que tengamos a nuestro alcance.

Adáptese al cambio. La importancia de saber fluir.

El virus no desaparecerá de la faz de la tierra de un plumazo y si tras superar las fases de impacto, estupor y negación de la realidad, no trascendemos al desánimo, la negatividad nos ganará la batalla. Como dijimos al principio, cuando perdemos también ganamos, de ahí que cambios conlleven posibilidades de aprendizaje y avance si sabemos aprovechar sus enseñanzas. Wayne Dyer, excelente escritor y autor de numerosos bestsellers, abundaba en esta idea cuando afirmaba: “No existen accidentes en la vida. Cada experiencia que tenemos, por muy dolorosa que sea, acaba por llevarnos hacia  algo más valioso. Cuando miramos hacia atrás, podemos ver que todo cobra sentido y se revela como parte del despliegue de un plan”.

Dicen que la capacidad de adaptación es inherente al ser humano, es decir, que estamos genéticamente predispuestos a adaptarnos para mejorar y descubrir nuevos modos, habilidades y competencias. Ante toda crisis saber fluir es fundamental para salir a flote, por lo tanto, no podemos quedarnos paralizados por la nostalgia del pasado y el miedo a abandonar nuestra zona de confort si no queremos caer tarde o temprano en un sentimiento de frustración que nos impedirá avanzar.

Entrene sus fortalezas

Como decía el general Douglas MacArthur: “No hay seguridad en la tierra, sino oportunidades”. De la misma opinión es la escritora y conferenciante Pilar Jericó cuando manifiesta que el Covid 19 nos está brindando una oportunidad magnífica para entrenar nuestras fortalezas de carácter y sacar lo mejor de nosotros mismos. Éstos son algunos consejos al respecto :

Aproveche el confinamiento para tomarse un café consigo mismo. Es el primer paso para conocerse mejor, escuchar su voz interior y así poder ser fiel a sí mismo y a su propio ritmo interno a fin de conseguir la paz y la armonía necesaria a la hora de afrontar el desasosiego producido por la nueva situación. La práctica de la meditación o relajación puede ayudarle a cumplir su objetivo. Su voz interior ,instintiva e intuitiva le guiará y le dará la respuesta correcta y la fuerza para hacer frente a todo lo que tenga que venir.

Enfóquese en lo positivo y realice actividades gratificantes. La energía mental positiva mueve montañas y le abrirá  puertas a la hora de comunicarse consigo mismo y con sus semejantes.También ayudará a su sistema inmunológico ya que se ha demostrado que los pensamientos negativos lo deprimen. Para el Dalai Lama la felicidad está en la mente, así que procure evitar todo lo que pueda afectar negativamente a su estado de ánimo como estar excesivamente pendiente de las noticias sobre el virus, entrar en conversaciones fatalistas de chats o reenviar mensajes alarmistas a sus contactos. Procure, en cambio, realizar actividades que le produzcan paz y bienestar como escuchar música, ver cine, jugar a las cartas o a juegos de mesa, escribir un diario…etc. Y sobre todo no permita a su mente que le haga sentirse culpable por no estar todo el tiempo al 100% ya que en las circunstancias por las que estamos atravesando, es normal sentirse bajo de moral en algún momento.

Practique ejercicio físico ya sea al aire libre o en su domicilio. Su mente y su cuerpo se lo agradecerán. La pandemia ha obligado a muchos trabajadores a realizar su labor desde casa mediante el teletrabajo lo que fomenta el sedentarismo. Si es su caso, prográmese cada día un tiempo para realizar deporte. Recuerde que el ejercicio físico libera unas sustancias químicas que ayudan a aliviar la depresión y la ansiedad, las endomorfinas.

—Descubra sus talentos y reinvéntese. Los confinamientos y los toques de queda, así como los cierres de la hostelería han propiciado que permanezcamos más tiempo que antes de la pandemia en nuestros domicilios. A muchas personas la nueva situación les ha ofrecido la posibilidad de retomar actividades que tenían antes aparcadas por falta de tiempoo de poner en marcha proyectos creativos y, sin buscarlo, han descubierto su IKIGAI, término acuñado por el neurocientífico Ken Mogi para designar aquella motivación interna duradera que se convierte en tu razón de vivir y te proporciona felicidad en su desempeño, lo que Ken Robinson denominaba El Elemento.

Este descubrimiento fortuito les ha llevado a replantearse su trabajo, su vida y su futuro, abriéndoles las puertas a nuevas formas, hasta entonces desconocidas, de desarrollo personal y laboral. En otros casos, empresarios cuyos negocios se han visto afectados por la crisis, se han puesto manos a la obra para adaptarlos a las nuevas necesidades y de este modo seguir ofreciendo el servicio demandado por sus clientes. Y por último, jóvenes en paro están aprovechando para ponerse al día a nivel tecnológico y alcanzar nuevas competencias digitales cada vez más solicitadas en nuestros días.Todos ellos se han aprovechado de lo inesperado para descubrir, aprender y avanzar a todos los niveles. Usted también puede ser uno de ellos.

Comparta con sus semejantes emociones y sensaciones. Esta crisis pandémica se puede decir que se ha convertido en un fenómeno global que nos ha unido frente a un enemigo común: el virus. Nuestro mundo está en pie de guerra para luchar contra un atacante invisible. Esto es quizá lo que nos produce más desasosiego por eso, ahora más que nunca, debemos mantener el contacto con nuestros amigos y familiares aunque sea de manera telemática.

El pasado mes de enero el profesor de Harvard, Arthur C.Brooks, y sus alumnos recibieron la visita virtual del Dalai Lama con el que conversaron  sobre diversos temas entre ellos la comunicación en tiempo de pandemia y el líder espiritual manifestó que para él el potencial de la felicidad estaba en la conectividad pues al acercarnos como individuos a los demás, experimentamos la conexión y la satisfacción resultante nos produce felicidad. Ciertamente desde el comienzo de la pandemia se percibe en las calles, transportes públicos y supermercados, una sensación de mayor conexión grupal, empatía y solidaridad entre personas desconocidas que reaccionan prontas a ayudar a los demás con más naturalidad y cercanía que antes. Esta actitud es la que  produce la satisfacción a la que se refiere el Dalai Lama y por ende, la felicidad asoma en nuestros rostros.

El arte de vencer se aprende en las derrotas

Esta frase fue pronunciada por Simón Bolivary vuelve a recordarnos que perder y ganar siempre van de la mano de una u otra forma. Téngala presente en épocas de crisis como la que estamos viviendo porque junto con la pregunta ¿qué ganaste cuando perdiste? le dará fuerzas para afrontar el cambio, poner a trabajar sus fortalezas, sacar partido de lo inesperado y finalmente disfrutará del camino hacia la luz en paz  y con esperanza porque como decía Nelson Mandela: “No es valiente quien no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo”. Suerte.

Texto de SECOT Bizkaia

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