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En marcha para recuperar el patrimonio etnológico villariego

Por Javier Cano - Octubre 17, 2021
Compartir en X @JavierC91311858
En marcha para recuperar el patrimonio etnológico villariego
Algunos de los componentes del grupo de investigación posan con su coordinador, Victoriano Muñoz (tercero por la izquierda).

Un grupo de alumnos de la Escuela de Adultos, coordinados por el cronista oficial del municipio, trabaja en la catalogación de piezas hoy en desuso

Una iniciativa del Centro de Educación Permanente Generación del 27, de Los Villares, para que las generaciones de mayor edad del municipio transfieran sus conocimientos sobre el patrimonio a las generaciones más jóvenes. Vamos, que entre generaciones anda la cosa.

Las aulas del centro de adultos villariego andan, estos días, a la caza de objetos de uso cotidiano en el pueblo en épocas anteriores, piezas que, como explica Victoriano Muñoz, cronista oficial de la villa y coordinador de este Grupo de Investigación del Patrimonio Etnológico local, "serán catalogadas para que no se pierdan y que los jóvenes conozcan lo que utilizaban sus antepasados en actividades como la matanza, la ganadería, la agricultura... 

"La actividad comenzó hace dos años, cuando la directora del centro me pidió que colaborase con ellos en trabajos de investigación sobre tradiciones de Los Villares; empezamos con un trabajo sobre la historia de la Virgen del Rosario a lo largo del siglo XX, con un recorrido por sus ferias desde 1901 hasta el año 2000", aclara Muñoz.

La pandemia se llevó por delante las ganas de ahondar en las costumbres del municipio el año pasado, pero en 2021 el grupo ha resurgido con fuerza:

"Principalmente perseguimos el patrimonio material (enseres, aperos, objetos que se usaban en la antigüedad y se coservan en las casas); se trata de recuperarlos y catalogarlos según las actividades y las épocas del año en que se utilizaban, y finalizar luego con la publicación de un libro donde se recoja ese patrimonio, además de una exposición con todo el material", detalla el coordinador. 

Con él, alrededor de una quincena de alumnos y un profesor de Informática se baten el cobre para recuperar cuantas más elementos, mejor y cumplir la máxima de Donoso Cortés, seguramente la única que Unamuno hubiera dado por aceptable: "Que en lo pasado está la historia del futuro". Pues eso. 

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