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El consumismo compulsivo y enfermizo se transforma en arte

Por Esperanza Calzado - Enero 03, 2021
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El consumismo compulsivo y enfermizo se transforma en arte

Ramón Garrido expone su último proyecto artístico 'No puedo respirar' en el salón de plenos del Ayuntamiento de Chiclana de Segura

Puede que haya algún lector que oiga el nombre de George Floyd y no recuerde quién es, pero en mayo desató las iras de la comunidad afroamericana tras su muerte. Ocurrió el 25 de mayo de 2020 en el vecindario de Powderhorn, en la ciudad de Mineápolis (Estados Unidos). Fue arrestado por cuatro policías locales y acabó muriendo fruto de la asfixia. A él rinde homenaje la exposición No puedo respirar del artista y arquitecto Ramon Garrido (Úbeda, 1961).

Su muestra se puede ver en el Ayuntamiento de Chiclana de Segura y es una reflexión sobre cómo el consumo compulsivo, con la cultura basada solo en el usar y tirar y centrada en el plástico como bien de uso generalizado, está literalmente asfixiando al planeta. 

Al igual que los plásticos asfixian a los peluches y gritan “no puedo respirar”, al igual que George Floyd, cuando los federales en EE UU le ponían la rodilla en el cuello  gritaba “no puedo respirar”, lo mismo ocurre con el planeta. "Lo estamos asfixiando a base de plásticos", denuncia el artista. 

La obra expuesta hace reflexionar al espectador sobre las bases en las que apoya sus deseos de felicidad en esta sociedad consumista que empuja de forma desenfrenada a la compra compulsiva. Denuncia que se utilizan todas las formas de marketing y reclamos publicitarios que está a su alcance para lograr su fin. Según Garrido, el ser humano está vacío interiormente de todo sentido trascendente y espiritual, es adoctrinado por los medios de comunicación en buscar la felicidad en el tener. 

Toda esta base conceptual y existencial que fundamenta la obra se consolida y materializa en una exposición que toma por elemento estructurador la mesa en U del Salón de Plenos. Se puede percibir y contemplar cómo los elementos que de forma absurda compramos se sienten literalmente asfixiados por su presencia. Como siempre hace el autor, todo lo que usa son elementos y objetos con los que se encuentra, los que recoge y con los que crea.

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