Noche flamenca y mágica en El Trillo

La cantaora de Linares Alba Martos sobrecoge con su pellizco jondo a la afición mancharrealeña

El 12 de octubre fue, para España entera, el día del Pilar, con su desfile de las Fuerzas Armadas (paracaidista al que una farola le chafó el aterrizaje incluido) y su cabalgata de la Feria de San Lucas en la capital jiennense. Pero en Mancha Real fue otra cosa. 

La Peña Flamenca El Trillo, que cumple este año sus bodas de plata, invitó a su escenario a la cantaora linarense Alba Martos y la artista hizo honor a su nombre con una actuación luminosa sobre las tablas del templo jondo mancharrealeño, al que no le quedó ni un hueco por llenar, de tanta como era la expectación por oír los melismas de la joven intérprete. Acompañada de Julio Romero a la guitarra (aplaudido y habitual de las citas de la peña) y con las palmas y el compás de Antonio Mena y Ana Lorenzo, Alba Martos derrochó sabiduría con un repertorio clásico (soleás, malagueñas, tangos, farrucas y hasta unos caracoles que bordó con su dominio), la de la Ciudad de las Minas encandiló al respetable.

La cita dio como resultado una velada mágica, plena de misterio jondo, de duende lorquiano, que concluyó como deben hacerlo las celebraciones entre cabales: con una fiesta por bulerías que no dejó quieto ni un dedo de los pies, ni una palma de la mano de quienes se sentaron en el acogedor recinto para escuchar y terminaron cantiñeando, haciendo lo que se podía pero, eso sí, entregados a la gracia y el saber hacer de Alba Martos y los suyos, puro arte en El Trillo.