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La fuente de la Plaza Coca de la Piñera estorbaba

Por Agustín Garzón Martínez - Junio 05, 2017
La fuente de la Plaza Coca de la Piñera estorbaba
La fuente de la Plaza Coca de la Piñera, una fuente ornamental que les estorbaba.

Emblemática fuente que desde el año 1952 engalanaba la por entonces moderna plaza Coca de la Piñera en honor del que fuera gobernador de Jaén don Fernando Coca de la Piñera durante los años cuarenta del siglo XX, hoy, y tras su cambio de nombre la conocemos como Plaza de la Libertad. Plaza diseñada tras el Plan de Ensanche de 1927 por el arquitecto Luis Berges Martínez donde en 1941 se construiría la moderna estación de autobuses por los arquitectos Severiano Sánchez, Luis de la Peña y Antonio Querejeta con diseño Racionalista e inaugurada en el año 1945. Después, a comienzos de los años cincuenta, se culminaría con una artística fuente que centraba todas las miradas, proyectada por el arquitecto Antonio María Sánchez con un estilo neobarroco. La gran fuente vendría a culminar la decoración de esta plaza que se rodeaba de edificios con diseños propios de posguerra donde se reducían los motivos decorativos.

La fuente se rodeaba de una acera que englobaba un jardín circular de césped con decoración de arbustos en bola y una línea en Cip-Zap, también representado el escudo de España. La esbelta fuente se elevaba sobre un pequeño desnivel que producía el terreno. Se trata de un ejemplar parecido a algunas fuentes de Madrid. Contiene varias tazas escalonadas; la baja es la de más tamaño, seguida de tres brazos donde se encuentran tres robustas esculturas de Tritones, animales marinos mitológicos parecidos a una sirena o delfines que terminan con una gran cola sinuosa en espiral. Entre ambas esculturas y en un cuerpo central se reparten tres medallones con mascaras de león a modo de surtidor, este cuerpo triangular lo coronan tres esculturas de niños que se muestran sentados y con las manos levantadas señalando hacia la segunda taza con forma de concha con perfil ondulante, por encima se abre la tercera y última taza de menor tamaño decorada con hojas de acanto. El conjunto de la fuente es un recuerdo, un poco más modesto, a la exuberante decoración barroca del siglo XVIII.

Tras 64 años de historia y esbelta presencia en la plaza Coca de la Piñera llegaría el aciago día del 2 de diciembre de 2005, hacia las diez de la mañana, donde salvajemente se llevaría a palazos esta original fuente ornamental, la insensatez volvería de nuevo a atentar contra el patrimonio, ¿Que mal hacía esta fuente en esta plaza? ¿No se pudo incorporar dentro del nuevo diseño de la actual plaza? ¿Por qué tanta insensatez hacia nuestros elementos ornamentales?, de nuevo los intereses de unos cuantos le restaba elegancia a la ciudad. Tras el derribo, dicha plaza se convirtió durante meses en una vergüenza donde su decoración se basó en un vallado de chapas de aluminio que tapaba un estercolero impropio de una ciudad, además los coches inundaban todo el espacio restante de la plaza. Hoy en día se presenta con un nuevo diseño donde todo se mezcla y nada destaca, todo lo contrario en década atrás donde todo el entorno se presentaba armonioso con sus edificio de época, espacio amplio y diáfano, donde resaltaba con su toque refrescante aquellos chorros que se oían desparramarse por sus tazas o salir desde las bocas de aquellos tres animales con cola retorcidas.

¿Cómo pudo estorbar una fuente ornamental dentro de la trama urbanística de Jaén? ¿Cómo pudo estorbar un elemento de dichas características en una ciudad andaluza?  ¿Cómo pudo desaparecer una fuente, símbolo de nuestra cultura mediterránea? Justo lo que hace más falta en Jaén,  fuentes que ofrezcan frescor y belleza ornamental a nuestras plazas y barrios. Los sinsentidos que se producen en nuestra ciudad.

Este y muchísimos más edificios desaparecidos en la capital jiennense los podréis ver reflejados dentro de mis libros (Reconstruyendo el pasado arquitectónico de Jaén) parte 1ª y 2ª. Una recopilación y reconstrucción de toda aquella arquitectura palaciega, civil, religiosa, privada o urbana que perdimos, y que podréis revivirlo de forma diferente, amena y explicativa, todo ello acompañado de planos, secciones, detalles y fotografías que os ayudaran a comprender con claridad cada edificio o rincón perdido de nuestra ciudad.

Último ejemplar de la primera parte del libro (Reconstruyendo el pasado arquitectónico de Jaén) solo de venta en tienda de Souvenirs Maestra, calle Maestra.

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