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Las claves del gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro

Por Pablo Díaz Tena - Noviembre 06, 2022
Las claves del gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro
La serie ‘El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro’.

En la serie, disponible en Netflix, destaca el terror gótico romántico y también podemos encontrar gore más propio de la serie b

El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, disponible Netflix y producida por el propio director, consta de ocho capítulos con el terror como concepto transversal. Si bien destaca el terror gótico romántico, también podemos encontrar gore más propio de la serie b, así como historias más cercanas a una distopía típica de Black Mirror. Y luego está La visita, el mejor capítulo de la serie, inclasificable y con un lenguaje y estilo único que trasciende el formato. El orden de los capítulos, a continuación, es de peor a mejor.

8. Sueños en casa de la bruja

El peor capítulo de la serie. Sin ser un mal episodio recoge todos los tópicos del cine de brujas desde una óptica melodramática de corte romántico. Quizás Catherine Hardwicke —directora del episodio— adolece de la suficiente experiencia en el género en comparación con los otros creadores. Quizás lo mejor sea ver Ruper Grint interpretando un papel tragicómico hecho a su medida.

7. Ratas de cementerio

En consonancia con la estética romántica, este capítulo conecta con un terror más próximo a Stephen King que a Edgar Allan Poe. Esto no significa nada peyorativo, de hecho es un divertimento grotesco que tiene más de comedia que de horror. El problema es que siendo Vincenzo Natali —director de la personalísima Cube—, las expectativas creadas distan mucho de un entretenimiento básico.

6. El trastero 36

El episodio de Guillermo Navarro se sale un poco de la vena romántica de otros capítulos de la serie y apuesta por concentrar el estallido de terror en los últimos minutos de la trama. Con una vertiente de crítica política y social, el director consigue generar un suspense que gradualmente deriva en un final claustrofóbico.

5. El modelo de Pickman

Con una estética de nuevo romántica, Keith Thomas consigue dar un salto de brutalidad importante respecto a otros capítulos. Con una puesta en escena muy trabajada, una atmósfera cada vez más desasosegante y opresiva que invade todos los planos para cristalizar en uno de los finales más contundentes de la serie. Bebiendo de la novela decimonónica —especialmente del Retrato de Dorian Gray—, Thomas consigue uno de los episodios más sombríos del Gabinete de las Curiosidades, quizás solo lastrado por el previsible guión.

4. La apariencia

Nos encontramos con una rara avis en este serial. No es de extrañar si tenemos en cuenta que su creadora, Ana Lily Amirpour, había dirigido capítulos de The Twilight Zone, serie que tonal y conceptualmente tiene más consonancia con este episodio que con la propia producción de Del Toro. Un thriller que narra la distopía —que también recuerda a Black Mirror— de una sociedad cuyo objetivo esencial reside en el perfeccionamiento físico hasta límites patológicos narrado a través de la más pura serie b, cosa que lejos de restarle mérito, ahonda en recalcar la contradicción tragicómica que resulta de la pretensión estética más deshumanizada. Un capítulo valiente, pero que no es capaz de superar sus propios límites genéricos.

3. La autopsia

Sin duda uno de los capítulos más inquietantes de la serie. David Prior consigue sostener una tensión malsana hasta el abrupto final. Si bien —como le ocurre a la mayoría de episodios— el conjunto es un tanto irregular, la puesta en escena y el desarrollo gradual de la trama hacen que esté por encima de la media, alejándose del terror gótico y optando por una alternativa mucho más fría y no estilizada, sirviéndose de referentes varios que son a la vez su virtud y defecto, pues si bien conjuga un género entre la ciencia ficción, el thriller y el terror, finalmente carece de originalidad.

2. El murmullo

Sin duda uno de los capítulos más esperados. Jennifer Kent, directora de la libérrima y anticanónica Babadook, parte del romanticismo —que lo une estéticamente con casi todo el serial— para trascender y convertirse en una tragedia íntima, de elevada sofisticación formal. El drama personal de la pareja protagonista, tema hermético entre ellos, se libera a través de un primitivismo y salvaje componente animal —sobra decir lo que recuerda a Pájaros— que es puro inconsciente. El terror se refina y amplifica a través de una historia que se cuece a fuego lento y una zozobra fruto de la pérdida que aporta mucha veracidad al relato.

1. La visita

Y llegamos al mejor capítulo de la serie con diferencia. Una isla dentro de la producción de Netflix y del lenguaje audiovisual en general. Panos Cosmatos siendo Panos Cosmatos. El director de Mandy, en su guión más verbalizado hasta el momento, narra un ritual iniciático para ricos —ávidos de algo tan posmoderno como experiencias únicas— en el que la locura se cristaliza en los últimos minutos en un festival de terror lunático. Como es habitual en el cineasta, aquí lo que importa es la forma; una estética tan bizarra como estilizada, donde lo lisérgico es parte del contenido y continente. El amanecer que constituye la llegada del llamado 'item' lo materializa Cosmatos con un uso de la luz que traspasa la pantalla para llegar a causar dolor y advertirnos, de que lo nuevo puede ser bello y terrible al mismo tiempo.

 Cartel de ‘El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro’.
Cartel de ‘El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro’.

FICHA TÉCNICA

Título original: Cabinet of curiosities

Año: 2022

Duración: 60 minutos

Creador: Guillermo del Toro

Nota en IMDB: 7,4

Nota en FilmAffinity: 6,4

La serie está disponible en Netflix

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