Los linarenses D'órdago pisan el freno, pero no se detienen

El grupo de rock formado por Juan José Plaza y José Antonio Sánchez sigue trabajando en su primer disco, que tenían previsto publicar en abril 

"El disco está para lanzarlo a fábrica a falta de unas pinceladas y de maquetar la portada, pero esto ha pegado un pisotón al freno; teníamos pensado sacarlo entre abril y mayo en edición física y en las plataformas digitales, pero bueno... De momento somos optimistas, creemos que saldrá pronto". 

Lo dice José Antonio Sánchez, el 50 por ciento de D'órdago junto con Juan José Plaza. Dos músicos linarenses con amplia trayectoria individual que desde que unieron sus fuerzas, hace un año, no reciben más que satisfacciones: "Juanjo y yo nos conocíamos cuando yo estaba en la etapa de Kultura de Bar, luego formamos La cuenta la vieja, y él siempre ha estado en su proyecto Fundido en negro; teníamos contactos por amigos comunes y predisposición de hacer algo juntos", recuerda Sánchez. 

El 'bautismo' como grupo llegó gracias a un concierto "acústico" del que salieron entusiasmados, lo mismo que el público: "Nos gustó mucho el rollo, se llenó, los temas funcionaron muy bien y tiramos para adelante. Un año después aquí estamos, esperando disco y con más de treinta conciertos ya por toda España". Sí, D'órdago ha cuajado como si ambos artistas estuviesen predestinados a compartir escenario, y si no llega a ser por el coronavirus y su devastación ya podría disfrutarse su primer larga duración, que piensan titular con el nombre del dúo y en el que palpitan "guitarras afiladas y letras con mensaje con la máxima rabia del rock".

Confinados en sus casas como el resto de los mortales, Plaza y Sánchez apuestan por la música como bálsamo para resistir el estado de cuarentena: "Tenemos el privilegio de poder llegar a la gente y hacerle este estado de incertidumbre más ameno, la musica no tiene fronteras ni paredes". Ahí están sus videoclips; el último de ellos, Empercudío, es tan fácil de disfrutar que no requiere más que un click en la cabecera de esta página. 

Eso sí, en cuanto el Covid-19 diga de irse, los linarenses esperan que le devuelvan el gesto: "Hacemos un llamamiento a la gente para que esto sea recíproco, que cuando acabe el virus, la cultura no muera, porque muchos artistas vamos a ver nuestras actividades mermadas por esta situación tan difícil. Igual que ahora nosotros queremos llegar a todos los rincones, que luego nos respondan de la misma manera...". Todo un órdago, sí señor.