Juan María Guzmán, sentimiento puro contra el coronavirus

El artista linarense de nacimiento y bailenense de adopción compone y canta una canción a los abuelos y a quienes luchan contra la enfermedad 

"Agobiaíllo". Así define su estado de ánimo actual el artista (linarense de nacimiento pero bailenense de adopción) Juan María Guzmán, una de las más prometedoras voces de la provincia cuyo paso por la televisión lo ha encumbrado a la popularidad gracias a un talento que lo hace brillar hasta cuando está callado.

Agobiado por la situación que vive el mundo, sí, pero ni el coronavirus y su garra letal pueden con la creatividad de este jovencísimo cantaor que cuenta a sus seguidores por legión y que ha puesto su voz, sus manos guitarristas y su inspiración compositora a los pies de ese monumento imaginario que, con su arte, levanta para homenajear a quienes se han batido el cobre (y ahí siguen) contra la pandemia.

"Por ellos que forjaron el camino,

ay, para que podamos caminar. 

por ellos que han luchado tanto en la vida

para que no nos falte de ná".

Así comienza la canción que Guzmán dedica, en primer lugar, a su pueblo y con él, "a todos los policías, los médicos, los sanitarios y los que están sufriendo", expresa. "Veía lo que estaba pasando, me puse a pensar un día en mi casa y la saqué", dice, así, con la naturalidad de quien, en un pispás, se cuaja un pedazo de canción, como si fuese fácil.

Una letra en la que colabora su maestro Luis Moreno (con quien recibe clases de canto y sonanta en Linares) y que continúa rindiendo un emocionante tributo a las víctimas del Covid-19, esas para las que, hace unos días, el poeta de Jódar Manuel Ruiz Amezcua reclamaba un "entierro digno".

"Por ellos que se fueron sin decir adiós

con pena en el alma y en el corazón,

no volverá el dolor de las familias

ni un beso ni un te quiero,

ni una simple caricia al marchar...

Nuestros abuelos

son vientos de esperanza, de amor y consuelo,

ay venceremos juntos, para soñar de nuevo

ay, veremos la luz..."

El artista ha visto interrumpida su agenda, copada con citas "muy importantes" que se han quedado en el cajón de los proyectos hasta nueva orden: "Tenía actuaciones en Barcelona, en Sevilla, en el Molino de Soto Melero (Écija)... ¡Cosas grandes! A la espera de retomar su vertiginosa actividad, Juan María Guzmán no deja de componer, de crear, de interpretar, de regalarle a su multitud de seguidores esa flamenquísima gracia innata que lo encamina hacia las alturas. 

"Ay gracias por estar siempre ahí

con pena, dolor y sufrimiento...

A todos los que su casa perdieron,

la libertad, y siguieron resistiendo.

Ay, gracias por haber dado esperanza

a esa gente que lo necesitaba.

Gracias a esos niños que han luchado 

en la tormenta y han llorado

sin saber, sin entender lo que pasa...".

Para todos tiene palabras el artista en esta canción, en este auténtico himno jondo que evidencia su alma grande, como la que decía Montaigne que tenía la gente nacida para brillar.