Al calor de la lumbre
El frío y la lluvia no aguan la fiesta en los barrios que celebran las tradicionales hogueras de San Antón en las que los vecinos queman lo viejo y degustan las típicas rosetas
Las previsiones de lluvia para este sábado eran totalmente fundadas, pero la desapacible noche no ha podido con la celebración de San Antón. Miles jiennenses han celebrado la fiesta del patrón de los animales cobijándose en las hogueras que se han prendido en numerosos puntos de la ciudad.
El fuego quita el frío y también un poco las penas, que parece que se van con el humo, y la gente se olvida un rato de los problemas del día a día. Queman lo viejo y degustan las típicas rosetas y la calabaza, junto con morcilla, chorizo, vino y cerveza en una fiesta que, por tercer año consecutivo, se ha vivido dos noches, la tradicional del 16 de enero y la que va pareja con la carrera que, una edición más, fue un rotundo éxito con más de 12.000 corredores por las calles de la capital.
En total se encendieron 28 hogueras. Desde Loma del Royo a Jabalcuz, pasando por La Merced o El Bulevar. El agua apareció a última hora de la noche, pero antes de que llegara los jiennenses disfrutaron de unas buenas viandas en una ciudad que se siente diferente, llena de gente que viene y va, abrigada al máximo la mayoría, y algunos todavía en ropa deportiva procedentes de la carrera.
"Son unos valientes", comentaba una vecina al calor de la lumbre, portando en su mano una de las pocas antorchas que quedaban encendidas después de acabar la prueba. "Ha sido una noche fantástica. Nos lo hemos pasado de maravilla", añadía otro vecino mientras observaba como en lo alto de la hoguera ardía el muñeco hecho con ropa vieja, relleno de paja y serrín.
Lo cierto es que la capital presentaba este sábado un aspecto envidiable con miles de personas por sus calles, antes y después de la carrera. Porque Jaén, por San Antón, no solo está llena de hogueras, sino también de corredores.
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