El Sindicato Médico denuncia que el hospital de Úbeda vive una "situación límite"

El colectivo alerta de hasta doce bajas sin cubrir mientras que la Junta asegura que la plantilla de especialistas en Ginecología, Pediatría y Cuidados Intensivos está cubierta

El Sindicato Médico de Jaén alerta de que el Hospital de Úbeda vive una "situación límite". Denuncia que se han sucedido hasta una docena de bajas en diferentes especialidades, algo que la Junta niega que se esté produciendo en este momento. 

En concreto, el sindicato alerta de que el pasado viernes, de seis pediatras, trabajaron tres y que de nueve ginecólogos había solo siete. Además, asegura que la primera quincena de octubre solo habrá cinco. Por otro lado, explica que de nueve internistas había cuatro trabajando.

"Ni la semana pasada ni ésta habrá cardiólogo en el hospital", alerta. Además, según su denuncia, en la Unidad de Cuidados Intensivos vuelve a haber tres especialistas en Medicina Intensiva, después de que contratara a una persona, pero otra con antigüedad en la plantilla decidiera marcharse. "Estas son las consecuencias de los recortes, por no cubrir las bajas, vacaciones o enfermedades. Desde el Sindicato Médico de Jaén no vamos a cesar en nuestra denuncia y reivindicación de mejora", aseguran.

Por su parte, la dirección del Área Sanitaria Jaén Nordeste asegura que estas afirmaciones son inciertas. Explica que la plantilla de especialistas en Ginecología, Pediatría y Cuidados Intensivos están cubiertas en este momento al cien por cien.

En este sentido, las mismas fuentes anuncian que el Hospital de Úbeda cuenta con un cardiólogo que atiende a la población, y se encuentra en trámite para la contratación de un nuevo profesional lo más rápidamente posible, teniendo en cuenta la escasez de especialistas que afecta a la sanidad pública y las dificultades para su contratación. Lo que sí quiere dejar claro es que la atención sanitaria está asegurada.

En este sentido, rechaza las afirmaciones realizadas por el Sindicato Médico de Jaén y solicita evitar alarmar a la población con planeamientos que, en sus palabras, no corresponden a la realidad.