Un legado que pervive por la pasión de una familia

La Carolina ya cuenta con el Museo de la Imprenta gracias a la ayuda y esfuerzo de la familia Martín Rey

El arte de la imprenta mima los caracteres y la palabra impresa. Es peculiar, más preocupado por la utilidad que por la belleza. Los tiempos han cambiado y con ellos este arte, que se resiste a caer en el olvido. Lo consigue de la mano del esfuerzo como el de la familia Martín Rey de La Carolina. Eran los propietarios de una imprenta allá por inicios del siglo XX. La cerraron, pero no se desprendieron de sus enseres. Durante años los han cuidado y hoy todos los carolinenses pueden disfrutarlos en el nuevo Museo de la Imprenta.

El flamante espacio museográfico representa una fusión de la historia del municipio y el arte de la impresión. Herramientas, máquinas y otras piezas con más de un siglo de vida componen la exposición, que es posible gracias a la colaboración de la familia de Martín Rey. Más concretamente de su nieto Martín. Él ofreció todo el material al Ayuntamiento para que fuese expuesto para el disfrute de la ciudadanía. De la misma manera, ayudó en el proyecto de musealización, realizado por la empresa carolinense Musaraña.

El Museo de la Imprenta de Martín Rey comparte espacio con la nueva sala de lectura infantil de la biblioteca en la Casa de la Cultura. Ambos fueron inaugurados ayer. Antes estaba ubicada en la planta de arriba y se ha trasladado a la planta baja con el objetivo de que sea más segura para los más pequeños. En cuanto a la financiación, se han invertido más de 45.000 euros en su puesta en servicio, de los que la Diputación de Jaén ha asumido el 90 por ciento.