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La Academia Carrillo reivindica el casco antiguo con Sala 13, su nuevo local en el Jaén de siempre

Por Javier Cano - Octubre 05, 2019
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La Academia Carrillo reivindica el casco antiguo con Sala 13, su nuevo local en el Jaén de siempre
Francisco Carrillo (primero por la derecha), junto a su padre, Francisco Carrillo Cruz, y su hermano Alberto. Foto: Javier Cano.

Regeneración XXI, una exposición de pintura "de primer nivel", ilustra la inauguración del centro formativo, concebido como un espacio multidisciplinar para la cultura

"Lo vamos a dar todo por nuestros alumnos y, también, por revitalizar la cultura de Jaén". Lo dicen los hermanos Carrillo Rodríguez, Francisco y Alberto (Jaén, 1981 y 1988, respectivamente), responsables de que la capital jiennense y su casco histórico cuenten no solo con una remozada academia de arte continuadora de la labor docente realizada a lo largo de seis años en la vecina Plaza de Cervantes, sino también con un espacio cultural en el que se darán cita la pintura, la música, la literatura, el conocimiento y todas aquellas propuestas que tengan como fin último enriquecer el panorama creativo de la ciudad.

"El patrimonio más importante de Jaén está en su centro, y eso vamos a reivindicarlo y a pelearlo; sabemos que hay trabajo por hacer, pero somos perseverantes", anuncia Alberto Carrillo, convencido, como su hermano y colega en el oficio, de que el Jaén viejo es un territorio inigualable para apostar por él. "Hemos tenido la oportunidad de elegir otros locales, incluso más baratos, pero a mí me salen sarpullidos cuando paso de la Plaza Vieja hacia abajo, me empieza a picar el cuerpo", asegura Francisco.

 Assitentes a la inauguración admiran la muestra.
 Assitentes a la inauguración admiran la muestra.

Y es que ambos manifiestan sin complejos su adhesión a una parte de la capital que, dicen, merece toda la consideración. De ahí que a la hora de incardinar su academia aún más en la ciudad antigua hayan tenido en cuenta, hasta en el más mínimo detalle, su impacto visual, hasta el punto de integrarse en su entorno (calle Martínez Molina, 13) sin la más mínima alteración estética: "A todo el mundo le está gustando mucho, se ha hecho con mucho celo y mimo, cuidando que el exterior no sea rompedor ni moderno", celebran. Tienen claro, además, un mensaje que intentan que cale entre los jiennenses: "La gente puede subir tranquila por esta zona, nadie le va a robar la cartera, aquí se hace cultura", afirman.

Tanto amor a su patria chica, a sus paisajes cotidianos, no les impide ser críticos si se trata de analizar el mercado del arte jiennense, donde la historia de las salas privadas de exposiciones adolece de temporalidad, donde apostar por abrir una galería (aseguran) resulta temerario: "Jaén es una ciudad pobre, económica y espiritualmente, y no ha sabido reflejar en su cultura todo lo bueno que tiene", afirma Francisco, que añade: "Hoy día gastamos setecientos euros en un móvil antes que en un cuadro, y para que una galería funcione hay que vender mucho. Incluso en Granada, que nos triplica en habitantes e inversión, solo hay dos o tres salas".

Sala 13 Academia de Arte Carrillo abrió ayer sus puertas con una muestra colectiva de pintura, Reneración XXI, que incluye a artistas de gran renombre en el panorama artístico actual y que puede visitarse hasta el próximo 5 de noviembre: "Esta exposición es una oportunidad única en Jaén, que además de dos o tres figuras notables del Realismo español ofrece la obra de artistas de nuestra generación, gente nueva, muy importante, que está en lo más alto a nivel nacional; se van a quedar sorprendidos del nivel de esta exposición, lo van a disfrutar", apostillan, satisfechos, los Carrillo.

Algunas de las obras expuestas en la sala.

Entre los pintores que exhiben su obra en el nuevo espacio cultural (muchos de ellos reconocidos con algunos de los galardones más preciados del panorama artístico actual) no podía faltar el patriarca del clan, Francisco Carrillo Cruz, uno de los referentes del arte local cuya obra ha trascendido fronteras y que está encantado de que la vena emprendedora de sus hijos haya dado frutos y de que puedan compartirlos con sus paisanos: "Estoy muy orgulloso, esto es una empresa que han emprendido ellos, es su medio de vida, les va muy bien porque son muy trabajadores, algo que es esencial, sin esfuerzo no hay éxito", explica el artista, cuya mano se deja ver veladamente en el diseño y la disposición interior de la academia: "Algo he aportado, pero el mérito es suyo".

A partir de ya, más de un centenar de alumnos de Jaén, sus pueblos y de fuera de los límites provinciales transitan por el casco histórico de la ciudad camino de las clases de dibujo, pintura o grabado que los Carrillo, Francisco y Alberto, imparten todas las tardes (y en horario matinal un par de veces por semana) con el prestigio de uno de los apellidos más rutilantes del universo plástico, con la didáctica alegría de quien comparte un sueño culminado.  

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