Solera dice 'no' al proyecto de una macrogranja en la pedanía huelmense

Vecinos de la pedanía huelmense recogen más de 1.500 firmas en contra de la implantación de una explotación porcina intensiva y planta de compostaje 

La pedanía huelmense de Solera dice no a la posible instalación de una macrogranja en su término municipal. Lo hace a través de una recogida de firmas física y online. Se trata de una petición iniciada por Tomás Justicia Perez y que de momento ya cuenta con cerca de 1.500 rúbricas.

La campaña comenzó cuando los residentes en esta pedanía que no llega ni a medio millar de habitantes tuvieron conocimiento de la existencia de un proyecto de actuación para la pmplantación de una explotación porcina intensiva y planta de compostaje. 

Defienden que Solera, y su entorno, es reconocido por su ubicación privilegiada, su belleza, y su entorno natural. De ahí que hayan iniciado esta campaña, "para preservar este valor para las generaciones futuras, tan importante además para el desarrollo económico de Solera". En la petición se argumenta que una macrogranja conllevará contaminación (de los acuíferos, del aire), y malos olores, "sin ningún beneficio económico para sus habitantes".

Los vecinos no son ajenos al debate existente en este momento sobre los daños que este tipo de explotaciones causan y la necesidad de su limitación y mayor regulación. "No queremos tener en Solera lo que nadie quiere, ni que se explote el ecosistema de nuestro pueblo para que otros obtengan un beneficio económico a costa de nuestro futuro", aseguran. Es por ello que solicitan al pleno del Ayuntamiento que rechacen la postura.

Por su parte, la Asamblea Local de Izquierda Unida de Huelma-Solera aclara que el promotor del proyecto tiene derecho a presentarlo y el Ayuntamiento la obligación de admitirlo a trámite, "independientemente de que se acerque más o menos a la línea política de un Gobierno". 

Matizan que el trámite se encuentra en fase de comunicación a las personas colindantes para la recogida de alegaciones. De hecho, tras el revuelo levantado, la semana pasada se llevó a cabo una reunión con los vecinos. El próximo paso será la petición de un informe a la Delegación de Medio Ambiente para evaluar el impacto que pueda tener. 

Una vez realizado, la Junta de Gobierno Local, a la que pertenecen todos los grupos, deberá declararlo de interés social, o no, estudiante todos los informes y alegaciones aportadas al expediente.