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Cinco meses sin rastro de María Josefa Padilla

Por Esperanza Calzado - Febrero 03, 2020
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Cinco meses sin rastro de María Josefa Padilla

Familiares de la mujer desaparecida el 3 de septiembre de 2019 se niegan a quedarse sin respuestas y sin saber qué ha pasado con María Josefa Padilla

Pasan los días y los meses y el caso de María Josefa Padilla se retira de las portadas de los medios de comunicación. Sin embargo, su familia sigue luchando sin descanso para saber qué ha pasado con ella, desde que el pasado 3 de septiembre desapareciera en El Cortijuelo, en Quesada. "Seguiremos luchando hasta encontrarla porque todos los desaparecidos merecen ser buscados", defienden.

"Necesitamos saber qué ha pasado, dónde está o si alguien vio algo. Necesitamos que se abran puertas con respuestas", demandan desesperados por obtener respuestas. Siguen haciendo búsquedas puntuales, intentando encontrar algún rastro. También continúan recogiendo firmas para pedir a la administración que dote de más medios la búsqueda de personas desaparecidas en España, tal y como confirman a este periódico. Lo hacen con el firme propósito de que nadie tenga que atravesar el calvario por el que ellos están pasando. 

CRONOLOGÍA

María Josefa tiene 76 años y padece alzheimer. Vestía con camisón y zapatillas de estar por casa salió de su vivienda. Fue el 3 de septiembre de 2019 cuando la Guardia Civil activó la alerta por la desaparición de esta quesadeña después de que los familiares denunciaran su ausencia. Inmediatamente se puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda que contó, además, con la colaboración de vecinos no sólo de Quesada sino de otros municipios, como Huesa. 

Llegó el momento en el que el dispositivo especial concluyó sus labores de búsqueda sin éxito y se quedaron las patrullas destinadas a la zona de Quesada y las comarcas limítrofes con estas labores que hoy, cinco meses después, todavía no han dado sus frutos. En las labores de rastreo, la Subdelegación del Gobierno llegó a solicitar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir el cierre de las compuertas del pantano del Negratín para facilitar los trabajos de localización en el cauce del río. Se desplegó un dispositivo compuesto aproximadamente por medio centenar de agentes, pertenecientes a distintas unidades. Un helicóptero realizó continuas batidas diarias por las zonas cercanas a la pedanía, que son de más difícil acceso a pie. También se desplazaron los especialistas del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, que efectuaron un minucioso rastreo por el cauce del río Guadiana Menor, muy cercano al núcleo urbano de El Cortijuelo.

También participaron tres perros del Servicio Cinológico, especializados en la localización de personas, así como agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana, del Seprona, que batieron con motocicletas los caminos y parcelas aledañas, y las patrullas territoriales. Con ellos, familiares y voluntarios, algunos vecinos y otros de colectivos como la ONG Guardias Civiles Solidarios. También participó el Infoca, que la semana pasada volvió a colaborar con las labores. 

A partir del 16 de septiembre, empezaron a retirarse medios. Todos ellos, junto con el despliegue especial de agentes, concluyeron sus labor de rastreo por tierra, que se amplió de tres a diez kilómetros a la rotonda de la zona donde se la vio por última vez. Terminaron de buscar en el cauce del río desde El Cortijuelo aguas abajo hasta la desembocadura al Guadalquivir. En total se ha rastreado por 38 kilómetros hasta el punto de que se han hecho labores en el Guadalquivir hasta la presa de Doña Aldonza. 

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