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Jaime Molina está en el limbo

Por Javier Esturillo - Mayo 03, 2018
Jaime Molina está en el limbo
Jaime Molina, en el banquillo de Linarejos durante un partido de Liga. Foto: Luis Carlos Guillén

El Linares se debate entre renovar al entrenador malagueño, forzado por la presión de la grada, o cambiar el rumbo a pesar de los buenos resultados

Pasan las semanas y Jaime Molina sigue en el limbo. El club guarda silencio sobre la continuidad del técnico esteponero, a pesar de los buenos resultados y de su deseo explícito de alargar su estancia en la ciudad de las minas. Ese celo con el que aborda el presidente, Jesús Medina, y el director deportivo, Miguel Linares, la titularidad del banquillo de Linarejos para la próxima campaña comienza a desesperar a la afición y al propio Molina, quien no oculta su decepción por la demora que sufre la decisión de la entidad azulilla. "No entiendo porqué no dicen nada. Me gustaría saber ya que tienen decidido", sintetiza Jaime Molina, un entrenador discreto y sencillo, que aguarda la resolución de su futuro intentando remendar una temporada funesta, la peor del conjunto linarense en Tercera División en los últimos 50 años.

Si Molina es el responsable del éxito, no se extiende la tardanza en despejar los nubarrones sobre su renovación. Si Molina es un accidente, al Linares le ha tocado la lotería porque nadie tan accidental llegó tan lejos. Y mientras tanto se filtran nombres de posibles sustitutos, como Juan Arsenal, exentrenador del Martos y del Atlético Mancha Real, en el que fue, curiosamente, técnico de Miguel Linares.

Lo único cierto es que el Linares ni soñaba con la sétima plaza que tiene en la Liga, después de una primera vuelta descorazonadora, ni que la cantera iba a ser lo más parecido a aquella que le dio el éxito y la identidad en los tiempos de Antonio José García, "Torres", a quien ahora se añora por Linarejos, y mucho menos que una plantilla tan despoblada y frágil podía recuperar la ilusión de la maltratada afición azulilla.

Precisamente solo la presión de la grada puede revertir la situación y que Jesús Medina se piense dos veces mandar de regreso a Málaga a Jaime Molina. El margen de error del presidente en lo deportivo está más que agotado, tras los dos últimos gatillazos, por lo que hacer oídos sordos a la hinchada puede costarle más de un dolor de cabeza y el éxodo de abonados del Municipal de Linarejos. La junta directiva está en el medio, entre el césped y la grada, pensando en cómo se puede despedir a un entrenador que se ha metido a la afición en el bolsillo o cómo te puedes quedar con un entrenador en el que no cree ni el presidente ni el director deportivo.

Molina asegura que no tiene problema alguno con ninguno de los dos y que se siente a gusto en un club que reconoce como un "grande", cuyo sitio no está en Tercera División. "Linares es una gran plaza para cualquier entrenador. Me siento identificado con la afición y con la ciudad. Cosa distinta es que ellos tengan otra idea. Me gustaría saberlo ya. Tanto para un sí como para un no", reitera. Jaime Molina ha conseguido sacar lo bueno de cada jugador y recuperar el brillo de un club histórico que navegaba a la deriva por las persistentes equivocaciones de una directiva que no ha estado a la altura de las circunstancias y que sigue muy lejos de las alegrías recientes conquistadas a plomo y fuego por sus predecesoras.

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