La cita guay

Sencillez y autenticidad brillan en la historia de los jiennenses Miguel y Carmen en First Dates

Asediados como estamos por las historias de violencia, First Dates nos ha brindado un romance en ciernes esta semana. Los protagonistas son Miguel y Carmen. Él es de Jaén y tiene 67 años. Ella, de Linares, ya llegó a los 70 y reside en Alcalá de Guadaira (Sevilla). Quien armó la cita apuntó con cerbatana: tenían que conocerse y ya de paso que la tele retransmitiese el encuentro. Yo creo que pasada la jubilación uno no busca en el amor profundidades filosóficas; basta con una conversación agradable en la cena. Si las grandes cosas, la conservaciones más importantes, se dan mientras comemos, claro que puede ocurrir esa euforia que Miguel confesaba a su acompañante a medida que avanzaba la cena: todo lucía perfecto, hasta el baile impuesto por producción fue limpísimo, una prolongación más de la charla. Carmen explicó las vicisitudes del amor con su experiencia: el altar la llevó a Madrid, a un matrimonio de más de cuatro décadas hasta que por fin encontró la felicidad en el divorcio. No obstante, la compañía siempre seduce y ahí estaba Miguel, el deseo de futuro en común. No, Miguel y Carmen no son los niños que se enamoran jugando y envejecen juntos hasta que la mujer se apaga vencida por la edad en el arranque de Up. Nuestros paisanos llamaron a un programa de televisión como podían haberse descargado una aplicación para ligar y probar fortuna. Han querido Carlos Sobera y los suyos que la historia sea posible justo ahora, cuando en las vidas de ambos hay más tiempo detrás que el que resta por delante. No parece que importe. ¿Funcionará? —Ha estado guay —concedió ella.