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La hora de Chus Hevia

Por Javier Esturillo - Mayo 10, 2017
La hora de Chus Hevia
Chus Hevia celebra con el fondo de animación de Linarejos el gol de la victoria ante el Granada B.

El delantero asturiano asume galones en el vestuario y su concurso será decisivo en la final del domingo en el Estadio Bahía Sur de San Fernando

Chus Hevia (Oviedo, 1990) acabó el partido ante el Granada B completamente agotado. Nada más pitar el árbitro, mientras sonaba el himno azulillo a muchos decibelios, se fue al centro del campo, se inclinó y comenzó a jadear sin parar. Su cuerpo no daba para más. Lo había dado todo el terreno de juego. Marcó el gol de la victoria, provocó el penalti, que luego lanzaría a lo Panenka al larguero, generó numerosas situaciones de peligro y fue el jugador más incisivo del Linares el pasado domingo.

El delantero asturiano llegó a Linarejos en el mercado de invierno. El traspaso de Víctor Curto al Real Murcia dejaba al Linares sin su jugador de referencia en la vanguardia. El equipo necesitaba con urgencia un recambio de calidad contrastada y, a ser posible, que hiciera olvidar los goles del de Tortosa.

La operación para fichar a Chus Hevia no fue sencilla. Sin minutos en el Cartagena, muchos clubes de Segunda B pusieron sus ojos en el ovetense. El móvil del representante echaba humo en aquellos días del mes de enero. Todos querían a Chus Hevia. Desde el Mérida hasta el Alcoyano. Sus buenas temporadas en el Cartagena, principalmente, no han pasado desapercibidas para nadie. En Cartagonova era uno de los jugadores más valorados. El presidente del Linares, Jesús Medina, se encargó personalmente de la operación. No dudó en desplazarse hasta Murcia para convencer al futbolista de que su destino estaba en la Ciudad de las Minas. A día de hoy, nadie sabe lo que el mandatario azulillo dijo a Chus Hevia, pero lo convenció. Miguel Rivera no vio su llegada con tan buenos ojos. El técnico malagueño llegó, incluso, a cuestionar en público su fichaje. Echaba de menos a Víctor Curto.

 Chus Hevia avanza con la pelota perseguido por dos contrarios. Foto: Serendipia Fotógrafos
Chus Hevia avanza con la pelota perseguido por dos contrarios. Foto: Serendipia Fotógrafos

Chus Hevia buscaba en el Linares recuperar sensaciones, sentirse de nuevo un jugador determinante, como lo había sido en el Cartagena. La grada de Linarejos fiscalizó cada uno de sus movimientos. Quería ver si era tan bueno como decían o una mala versión de Víctor Curto. Lo que sí es cierto es que no se esconde y, cada jornada que pasa, su liderazgo en el campo se nota más. No tiene miedo a asumir cualquier tipo de rol o responsabilidad. Ya tiene galones en el vestuario.

Chus Hevia es un jugador rápido, potente, con clase, fortaleza física y calidad. Lo que más necesita el Linares para el partido más importante de la temporada. El domingo el concurso del asturiano se antoja determinante en el devenir final del conjunto de Juan Ferrando. El ovetense, que sigue actuando en la zona de medio punta, no dudará en retroceder metros para entrar en contacto con el balón y tratar de armar un poco el juego de ataque azulillo en el Estadio Bahía Sur de San Fernando, por donde pasa la permanencia del Linares.

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