Cerrar Buscador

"La juventud tiene un problema considerable de madurez"

Por Fran Cano - Junio 02, 2018
Compartir en X @FranCharro
Alfonso Alcalde, en la presentación de La Akademia en Jaén.

Alfonso Alcalde (Baza, Granada, 1965) asume un nuevo reto profesional que condensa las dos grandes áreas en las que ha trabajado: la educación y la solidaridad. Es el director en Jaén de La Akademia, un movimiento pedagógico centrado en mejorar los recursos emocionales de los jóvenes de entre 18 y los 22 años. Será posible en la capital a partir del 23 de septiembre, cuando comiencen los talleres. Doctor en Filología Clásica, Alcalde está convencido de que en Jaén también es útil un método educativo que pone énfasis en el apartado humano y en la búsqueda de sentido.   

—¿Cómo ha llegado el proyecto a Jaén?

—Ha sido prácticamente por casualidad. Las pasadas Navidades charlaba con una antigua alumna. Ella me comentó que La Akademia ya estaba funcionando en Granada. La verdad es que me gustó el proyecto y me di cuenta de que encajaba con mis trayectorias solidaria y docente. Pensé en intentarlo en Jaén.

—¿Qué es La Akademia?

—En esencia es un movimiento ciudadano que hace voluntariado pedagógico y que quiere ayudar a los jóvenes a ser felices. El medio principal que empleamos es la oferta de nuestros cursos gratuitos sobre educación emocional y desarrollo personal.

—Usted es el director. Ya han hecho la presentación en sociedad, ¿qué puede contarnos del equipo de profesionales?

—Somos un equipazo, porque todos estamos muy preparados, con títulos universitarios y no universitarios. La mayoría somos especialistas en los temas que abordaremos e impartiremos. Hay profesores y grupos de tutores, que son acompañantes y que también están muy preparados. Además, el rasgo que compartimos es la madurez. Nos hemos esforzado por mejorar como personas y nuestra experiencia nos permite ser modelos y referentes para los jóvenes. 

 El equipo está compuesto por docentes y tutores.
El equipo está compuesto por docentes y tutores.

“LOS ALUMNOS SOLO SE LLEVARÁN LO QUE ELLOS DECIDAN”

—¿Cuántos son?

—En total somos 27, 15 profesores que impartirán los talleres, y luego hay 16 tutores acompañantes. Cuatro de los docentes tenemos doble función.

—¿Por qué se limita La Akademia a 25 alumnos?

—Tiene que ser así porque necesitamos una relación muy cercana con los alumnos. Es necesario también un clima de confianza entre ellos. Si hubiese más de 25 personas sería complicado. Por eso hay un tope de inscripciones.

—¿Cómo serán los talleres?

—Intentaremos hacer pedagogías y metodologías activas. Emplearemos el coaching: animaremos, motivaremos y enfocaremos metas, y veremos cómo se alcanzan los objetivos a largo plazo. En lo que concierne a la metodología, plantearemos situaciones más o menos reales para trabajar las emociones.

—El proyecto existe porque entienden que hay muchos jóvenes vacíos. 

—Claro. La Akademia nace porque partimos de un problema que se está generalizando, y es que la juventud está perdida. Si le quitas el botellón y el jijí jajá aparece una falta de norte considerable. Ese desasosiego es el que lleva al chaval a querer entrar en el proyecto. Según las experiencias en otras ciudades, es normal que entre despistado, en busca de norte. Necesita luz y que le aclaremos cosas importantes.

—Supongo que para ustedes como docentes el riesgo es adoctrinar. 

—Se podría caer en esa tentación, pero para ello tenemos un decálogo en el que queda muy claro que solo queremos iluminar. De hecho, nosotros avisamos a los alumnos de que no tienen que tragarse nada. Deben pensar en lo que decimos y asumir lo que vean que encaja en sus cabezas. Es un principio básico que remarcaré como director. No se trata de soltar rollos, sino de iluminar desde la experiencia. Los alumnos se llevarán lo que quieran llevarse.

 La presentación del proyecto.
La presentación del proyecto.

“ESTAMOS CRIANDO A NIÑOS GRANDES”

—¿Es necesaria una propuesta así en Jaén?

—Que haya gente perdida y vacía es un caballo de batalla. Pensamos que en Jaén hace falta una oferta educativa como la nuestra. En el fondo hay un problema de madurez considerable en los jóvenes de 18 a 22 años. Es también una falta de motivación: necesitan saber cuál es su plan de vida y descubrir que son mejores de lo que ellos piensan. La crisis aquí invita al pesimismo. También es cierto que en Jaén estamos acomplejados, porque parece que vivimos en una ciudad menor por las comparaciones con otras cercanas. Queremos despertar en los jóvenes amor propio y que sean valientes. Incluso queremos tratar el emprendimiento personal y el voluntariado. Pondremos especial interés en el voluntariado. La juventud de hoy día está llamada a construir un mundo mejor.

—Usted fue director de Cáritas Interparroquial entre 2012 y 2016. ¿Este es el reto profesional más interesante que se le presenta?

—Estoy muy ilusionado. Este reto es una especie de evolución de lo que he vivido hasta ahora. Se ha juntado lo ideal de lo que yo quería hacer en distintos campos y ahora puedo juntarlo en un proyecto: puedo ayudar de una manera ideal al tiempo que despierto la solidaridad de una manera ideal. Como le decía al principio, en cuanto me lo contó una antigua alumna me pareció perfecto.

—¿Ha experimentando alguna vez esa sensación de vacío?

—Sí. Tuve una pequeña crisis allá por los 18 años. Las dificultades ayudan a poder iluminar los chavales. La juventud de mi generación partía de una base más madura. Mi sensación es que hoy estamos criando a niños grandes. En muchos aspectos la juventud ha retrocedido en grados de madurez. Antes teníamos las cosas mucho más claras. Hace falta reflexionar, y no ser esclavo de la sociedad de la imagen. A mí me ha ayudado, además de aquella crisis, los descubrimientos que he hecho en mis proyectos vitales, como cuando llegué a Cáritas a los 26 años junto con mi mujer. Las realidades que descubrí me cambiaron.

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK