Ni los buenos son tan buenos...

Yo no sé quién tiene razón. Siempre he creído en aquella frase de que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. En esto de las protestas sanitarias me confieso, desconozco si todo va tan mal como dicen. Pero me preocupa. Son muchas las gargantas que alzan la voz para poner el acento en un mal servicio. La Marea del Cucharón no decae en su demanda, viva cada jueves a las diez de la mañana e incansable en las redes sociales. Denuncia el cierre de El Neveral, desmantelamiento que comienza, en su opinión, por la cocina. Muestran fotos de lo que es y de lo que podrá ser. Denuncian que hay dos plantas cerradas, mientras, según explican, en el Médico-Quirúrgico se mantiene la cama triple todo el año.

CGT alerta de la falta de limpieza e higiene en los recintos sanitarios andaluces. Denuncia las carencias higiénicas y de limpieza a manos de las empresas comisionistas encargadas por la Consejería de Salud. Como la marea o la Plataforma por la Sanidad Pública de Jaén, el sindicato critica el "deterioro paulatino" con recortes de plantillas y calidad del servicio. Por eso, se manifestó la semana pasada en Jaén. "Operación escobilla" lo llamaron.

Y un año más, cuando llega el verano, CSIF Jaén se encuentra a la espera de conocer algún dato del Plan de Vacaciones de 2017 que el Complejo Hospitalario tiene que estar poniendo en marcha, ya que comenzará el próximo uno de julio. Lo denuncian cada estío. “La falta de previsión ante la época estival y de información que tenemos año tras año nos indica que en esta ocasión ocurrirá lo mismo. No entendemos la dejadez y la negación a ofrecernos información a los representantes de los trabajadores”, declara Eva Clavero, responsable del Sector de Sanidad de CSIF Jaén.

Yo no sé si la sanidad jiennense está tan mal como dicen. Debería ser usuaria de todos los centros hospitalarios, centros de salud y servicios para emitir un juicio de valor. Como cualquiera ciudadana, he utilizado algunos. Dos de ellos en situaciones muy críticas. Me han mostrado la mejor y la peor cara de la sanidad pública andaluza. Gracias por desvivirse por nosotros cuando tuvimos un paciente terminal. Nos faltan palabras de gratitud por el magnífico servicio prestado en los hospitales de Jaén, Andújar y cuidados paliativos. Pero también he vivido en mi persona la versión más amarga. Se me ha negado la prestación de un servicio y he tenido que recurrir a la sanidad privada. No me lo han contado, lo he vivido. Nunca pensé que estaría ante esa tesitura. Pero como digo, ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos.