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Siete internos de la prisión jiennense disfrutan de un día cofrade con La Lanzada

Por Javier Cano - Enero 24, 2020
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Siete internos de la prisión jiennense disfrutan de un día cofrade con La Lanzada

El activo grupo parroquial con sede en la iglesia de San Eufrasio de la capital celebra una intensa jornada de convivencia en colaboración con la Pastoral Penitenciaria

Una de las siete obras de misericordia corporales que todo cristiano debe cumplir es la de visitar a los presos, y el Grupo Parroquial de Culto de la Purísima e Inmaculada Concepción de la Stma Virgen María, Dulce Nombre de Jesús, San Francisco de Asís, Santísimo Cristo de las Aguas en su Sagrada Lanzada y María Santísima Reina de los Ángeles lo tiene tan claro que más allá de visitarlos, les tienden su mano cofrade para que, al menos unas horas, cambien de aires y experimenten en sus propias carnes la sensación de libertad que se dejaron en el camino.

Así lo hicieron el pasado fin de semana, cuando el colectivo con sede en la parroquia jiennense de San Eufrasio ensanchó sus filas para que siete internos del Centro Penitenciario Jaén II, acompañados de componentes de la Pastoral Penitenciaria, formaran parte de una 'procesión' de lo más festiva.

"La jornada comenzó con un desayuno compartido en el centro de la ciudad", explican desde la prohermandad, que se volcó en que el día resultara un auténtico 'sábado de gloria' para los protagonistas de la iniciativa. Saciada el hambre y la sed, partieron camino del Jaén de los misterios dentro de una ruta que "la experta en historia local María del Carmen Bermejo" les desentrañó con detalle.

La 'comitiva' (ese día menos penitente que nunca, aunque solo fuera por un buen rato) visitó la sede canónica del grupo, la iglesia de San Eufrasio, antigua ermita dieciochesca de San Félix de Cantalicio, en el barrio de la Alcantarilla. Se vivió allí uno de los grandes momentos de la jornada cuando la bellísima Señora salida de la gubia del tosiriano Tirao Carpio recibió las oraciones de los presentes.

Ella que, según la letanía del rosario, es Madre de Misericordia, Virgen Clemente, Espejo de Justicia, Refugio de los Pecadores y Consoladora de los Afligidos escuchó, de siete bocas sedientas de libertad, el más clamoroso y elocuente de los silencios. 

Saciado el apetito espiritual, llegó el momento de 'hacer estación' en la mesa y reponer energías. Fue en la casa de hermandad, que se convirtió también en escenario de una animada tertulia moderada por el sacerdote José Luis Cejudo, capellán del centro penitenciario

Cargados de buenos recuerdos (en el más amplio sentido de la palabra, evocador y material) regresaron los internos a la prisión y los cofrades, a su tarea libertadora: proclamar el Evangelio a través de la devoción a sus sagrados titulares. Y prometen repetir.

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