Las monjas de San Antonio se marchan tras 132 años

La falta de nuevas vocaciones obliga a poner punto final a la permanencia en la ciudad de las Sirvas de María

“Al marcharnos de aquí lo hacemos con el corazón lleno de dolor, y también de gratitud. En primer lugar al Señor que nos ha dado esta vocación y nos ha sostenido en este servicio a los enfermos. Agradecemos también a los jiennenses que durante estos años nos han ayudado dándonos su apoyo y cariño, y, lo que es más importante, confiando a nuestros cuidados a sus seres queridos”. Son las palabras de la superiora provincial de las Sirvas de María, Encarnación Rodríguez. Es una congregación fundada por Santa María Soledad Torres Acosta. Tras 132 años en la ciudad, se marchan. 

El Obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez, presidirá esta tarde la Eucaristía de despedida y acción de gracias. Será a las siete, en la Catedral. Las Siervas de María, conocidas como “las monjas de San Antonio”, han permanecido en Jaén a lo largo de 132 años. Se han dedicado al cuidado de los enfermos. Sin embargo, debido a la falta de nuevas vocaciones se han visto obligadas a poner punto final a su permanencia en la ciudad, según explican desde la Diócesis de Jaén. 

Su fundación se llevó a efecto a instancias del entonces obispo de la Diócesis Manuel González y Sánchez. El 19 de junio de 1886 llegaron las primeras Siervas a Jaén. Las hospedaron en casa de Gloria Soriano y su esposo Bernabé Soriano. El Deán de aquel entonces, Pedro Espinosa, prestó también su apoyo moral y material a la instalación de las hermanas.

Una vez arreglada la casa de la calle Mesones, contigua a la Iglesia de San Antonio, tomaron posesión de la misma el día de la Visitación de Nuestra Señora, 2 de julio del mismo año. La casa fue cedida a la Comunidad por el sacerdote Francisco Ruiz de Tejada, confesor desde entonces de las hermanas.