"Descifrar la escritura antigua es un quebradero de cabeza"

Esaú Rodríguez, profesor en el Colegio Santo Domingo, reivindica el conocimiento adquirido en cursos virtuales de paleografía y fuentes documentales

El conocimiento suma, y si la profesión es la enseñanza, el saber (no) ocupa lugar con un propósito claro: darle más herramientas al alumno. Esaú Rodríguez (Minas Río Tinto, Huelva, 1979) es profesor de Primaria en el colegio Santo Domingo de la capital. Reivindica el impacto que han tenido en su formación dos cursos virtuales: la paleografía práctica y la introducción a las fuentes documentales, ambas dirigidas más a investigadores que a docentes.

Sobre el primero, reconoce que tiene algo de freak: "Descifrar la escritura antigua es un quebradero de cabeza", expresa. Aquel curso, impartido por Juan del Arco, director del Archivo Histórico Provincial, le permitió conocer los diferentes tipos de escritura que se han sucedido a lo largo de la Historia. Reconoce que al principio le costaba entender la caligrafía. La cosa mejoró con el tiempo, de manera que empezó a leer una suerte de patrón: había ocasiones en las que no necesitaba invertir para entender una frase. "Hay que tener en cuenta que quien escribía hace 200 años no lo hacía pensando en que más tarde alguien querría leerlo", dice. Y añade: "Hay documentación antigua cuya letra parece la de un médico".

EL "COMPLICADO" ACCESO A LOS ARCHIVOS ECLESIÁSTICOS

También tuvo interés en otro curso aún disponible a través de la Revista Códice, la introducción a las fuentes documentales para el estudio genealógico y de la historia familiar. En el temario hay un epígrafe para los archivos eclesiásticos. "La Iglesia ha intentado conservar los documentos por ella generados, con el objetivo de asegurar y fijar su doctrina de cara al futuro", expresa.

Rodríguez recalca que el acceso a los archivos de la Iglesia es "muy complicado", dado que es una institución privada. "Y si los investigadores queremos acudir a esos documentos es porque son valiosos", puntualiza.

El curso comenzará el próximo 1 de febrero hasta el próximo 30 de abril, y está organizado por la Asociación Amigos del Archivo Histórico Diocesano. José Carlos Gutiérrez, cronista de Jamilena, lo imparte vía campus virtual. "Él enseña las series de mayor interés para la investigación", concluye Rodríguez.