'Oscura hierba' o la poética del instante según Mónica Doña

La celebrada poeta ubetense opta por el haiku en su nuevo libro, antología de fogonazos donde los matices de su voz lírica alcanzan una personalísima tonalidad
"Los haikus me han enseñado mucho, más que el resultado es todo lo que se aprende". Así resume la poeta ubetense Mónica Doña el proceso creativo de su último libro, Oscura hierba.
Editado por Sonámbulos Ediciones, se trata de una personalísima colección de poemas que, a través de la sugestiva forma del haiku, deja clara la solvencia de la escritora a la hora de condensar en pocas palabras todo su universo creativo:
"La síntesis me interesa mucho, y esa es una de las grandes enseñanzas del haiku. He aprendido mucho en cuanto a la exigencia, la búsqueda de la palabra exacta pese a la brevedad, eso parece muy sencillo pero no lo es", explica a Lacontradejaén, y apostilla: "Yo nunca podré escribir una novela, mi cabeza es de ciclos cortos, me encanta ese tempo poético de las diecisiete sílabas".
Sexto poemario individual de su bibliografía, la autora confiesa haber "disfrutado mucho" escribiéndolo: "Mis libros son distintos unos de otros, necesito cambiar de registro de un libro a otro. Esta vez necesitaba un cambio radical, porque mi propia carga cultural me estaba esclavizando. Tenía que romper mis propias fronteras interiores. Viajé lejos mentalmente, y encontré una zona de confort, porque me lo he pasado muy bien escribiéndolo, he disfrutado muchísimo, me lo pedía el cuerpo y el alma", sentencia.
Desde la urbana cotidianidad de Todas las noches / un camión de basura / se lleva el sueño // hasta la adscripción naturalista de un Sola en la orilla, / la música del río / es mi canción //, Oscura hierba exhibe la solvencia rítmica y la destreza intelectual de una Mónica Doña que a estas alturas de la película firma un clásico cada vez que rubrica un poema.
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