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Los presupuestos, antes de las vacaciones

Por Javier Esturillo - Junio 18, 2018
Los presupuestos, antes de las vacaciones

El Gobierno local prevé llevar las cuentas municipales a pleno en el mes de julio, y con vistas de que sirvan para lo que queda de mandato

Los presupuestos del Ayuntamiento de Jaén no llegarán al pleno hasta el próximo mes, poco antes de que la Corporación Municipal se vaya de vacaciones. La idea Gobierno local es que las cuentas municipales sean aprobadas en sesión plenaria una vez cuenten con el visto del Ministerio de Hacienda. En estos momentos el borrador sigue su tramitación. Se encuentra en el departamento de Intervención, a la espera del informe que, posteriormente, será enviado a Madrid. El concejal del ramo, Manuel Bonilla, asegura que estos presupuestos, además, pueden que sean prorrogados hasta el final del mandato.

El borrador del presupuesto consolidado del Ayuntamiento de Jaén para este año contempla 158,3 millones de euros en ingresos y 155,6 en gastos, con una “contracción general” que ronda el 14% en ambos conceptos con respecto a 2017. Un ejercicio más el equipo de Gobierno ha tenido que tirar de ingresos de “difícil justificación” procedentes de concesiones administrativas para cuadrar las cuentas. Dinero previsto y reflejado sobre el papel, pero cuya ejecución es poco probable. Ingeniería financiera pura y dura.

El edil de Hacienda defiendió, en la presentación del borrador, unos presupuestos que quieren potenciar su utilidad para la ciudadanía de los actuales, aunque “con las limitaciones” de un Ayuntamiento en “ruina” con una alta deuda y un “déficit estructural anual elevadísimo”. Y eliminar ese déficit es el “primer paso” para superar el problema económico municipal. “¿Y la deuda? Luego se devolverá, pero si no se quita el déficit difícilmente se puede pagar”, afirmó Bonilla, quien consideró que la deuda “no la solventa ni este alcalde y ni este concejal ni los que vengan” porque el Ayuntamiento no tiene capacidad para saldarla por sí mismo y necesita ayuda de otras administraciones. En este sentido, tanto Márquez como Bonilla han destacado el “esfuerzo objetivo” que de los últimos años para tratar de levantar la “losa muy importante” que suponía liquidar cuentas con una media anual de 45 a 50 millones de más gastos que ingresos. El alcalde precisó que ese déficit se redujo en 2016 a 19 millones gracias a un ajuste paulatino para frenar “un caballo absolutamente desbocado” y expresó su convencimiento para que en 2020 o incluso antes pueda haber “equilibrio financiero y presupuestario”.

AJUSTE PRESUPUESTARIO

Las cuentas para 2018 avanzan en el ajuste presupuestario con un descenso del 14 por ciento en ingresos y gastos con respecto al del año pasado: los primeros pasan de 184 a 158,3 millones y los segundos de 181 a 155,6. En el apartado de ingresos, el edil ha aludido, entre otras cuestiones, a una bajada de 1,2 millones en los que llegan vía imposición directa, basada fundamentalmente en el impuesto de la plusvalía, sobre la que sentencias recientes han establecido que no se puede cobrar si no hay aumento efectivo de patrimonio. Los procedentes de imposición indirecta suben levemente a unos 350.000 euros y se prevén otros 4,7 millones en el capítulo 3 de tasas y otros impuestos.

A través de enajenación de inversiones reales se estiman 3,5 millones y por trasferencias de capital unos 200.000 euros del Plan Provincial de la Diputación y algo más de 3,3 millones del Estado con cargo a dos convocatorias a cargo de fondos europeos: el DUSI (1,1 millones), sobre el que el Ayuntamiento aún espera respuesta, y 2,2 de una compra pública innovadora para ejecutar actuaciones que permitan el aprovechamiento de la circulación del tranvía para generar electricidad. Con respecto a los ingresos, Bonilla se ha detenido finalmente en los ingresos patrimoniales, donde vuelven a figurar “las famosas concesiones administrativas” de dudosa consecución. No obstante, hay “una rebaja muy importante” de 81 millones en 2017 a 49,9 millones, que se lograrían básicamente por cinco nuevos aparcamientos. Esa disminución tiene dos componentes: la no necesidad de presupuestar la devolución del capital de los préstamos de pago a proveedores y fondos de ordenación (que serían 22 millones) dados los tres años de carencia otorgados por el Gobierno y el “esfuerzo adicional de casi diez millones” en contención por parte del Ayuntamiento.

REALISTAS DONDE SE PUEDE

Manuel Bonilla ha reconocido que los presupuestos “son realistas hasta donde se puede”, punto en el que ha subrayado que el Consistorio ha hecho un esfuerzo muy importante para que esa partida vaya reduciéndose y la idea es que dentro de tres o cuatro años se limite a lo imprescindible. “Sería lo correcto, pero es que no hay otra técnica presupuestaria”, ha dicho no sin apuntar que la inclusión de este tipo de concesiones se viene repitiendo desde 2005 y explica en parte el “agujero anual” que se constata en las sucesivas liquidaciones.

Ya en el apartado de gastos, los capítulos 1 (personal) y 2 (bienes corrientes y servicios) suman prácticamente la mitad, aunque con la previsión de cumplir con la disminución del cinco por ciento planteada por el Ministerio de Hacienda.

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