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"Mi aval en la federación es que no le debo nada a nadie"

Por Fran Cano - Enero 19, 2020
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Luis Ruiz (Madrid, 1979) está en el movimiento vecinal desde 2013. Hizo un paréntesis para formarse, y ahora es el líder de la federación Ciudadanos por Jaén. Reconoce que aún hay gente que no lo asocia con el cargo, pero defiende que es legítimo y que pronto será un tema saldado judicialmente.

Farmacéutico e ingeniero de caminos, su discurso es de quien tiene más certezas que dudas. Al menos en el ámbito público, en el que compete a todos y el que se construye con el dinero de todos. A Luis Ruiz le cambió la visión de la vida, como a tanta gente, la paternidad. Desde entonces también ha aprendido, dice, a leer con inteligencia las necesidades de la ciudad. La entrevista es en el espacio coworking de Cuatro Gatos, alojamiento de Lacontra.

—¿Qué día y por qué decidió usted meterse en el movimiento vecinal?

—Mi primera etapa fue allá por septiembre de 2013. Me contactó un amigo. Yo no tenía ni idea de este ámbito. Me comentó la posibilidad de formar parte de una asociación en el Bulevar, donde yo me había mudado un par de años antes. Recuerdo que me explicó un poco en qué consistía el movimiento vecinal. En ese momento el barrio estaba muy abandonado, con carencias de infraestructuras. Me pareció una buena idea.

Le dije que sí, que me metía, pero que yo quería ser presidente. No me gusta ir de segundo de a bordo, y menos en la coyuntura actual, con el nivel político que todos conocemos. Igual generalizo, porque siempre hay gente buena. Pero en ese momento sólo me fiaba de lo que hacía yo. No quería ir de segundo para ser utilizado.

—¿Quién le animó a liderar 'Expansión Norte'?

—Fue el hijo de Paco Céspedes, el presidente de Loma del Royo. Yo conocía al hijo y él fue quien me lo comentó. A partir de esa reunión conocí a gente y nos repartimos los cargos. En el movimiento vecinal lo fundamental es que cada uno aporte donde puede aportar, porque es altruista. La única condición que puse es que yo quería ser cabeza visible, porque confiaba en mi gestión. Me la jugaba por mí. Si le partían la cara a alguien, que fuese a mí.

—Hablando de Expansión Norte y del Bulevar. ¿Cuáles son a su juicio las carencias y los retos de la zona?

—Expansión Norte es un barrio nuevo. Incluso en las primeras urbanizaciones, próximas a la calle Eduardo García Triviño y hasta Marroquíes Bajos, hay calles sin hacer. Con la mitad ejecutada y la otra, no. Por el Centro de Salud luchamos mucho, y en esa calle ocurre justo eso: la mitad continúa siendo objeto de arreglos por socavones. Estos temas ya se han advertido a las corporaciones. No puedo comprender que en un barrio con 25.000 habitantes, con un colegio, tengamos una calle a la mitad. No lo concibo. Los vecinos pagan sus impuestos, y le hablo de proyectos de calles que datan de veinte años. Algunas puede que no se acaben nunca, como ya nos han advertido por el asunto de los restos arqueológicos.

La principal carencia es que somos un barrio muy amplio, con mucha gente, y faltan muchas cosas. Las zonas verdes están de la mano de Dios. Detrás del Centro Social, donde tenemos la sede de 'Expansión Norte', hay un parque que antes era una selva. Y las calles aledañas estaban fatal. En la puerta de mi casa había un árbol con hierbajos más altos que yo.

—Esa imagen de ser uno de los barrios más nuevos, como ocurre con Bulevar y Expansión Norte, ¿puede jugarles a la contra cuando demandan mejoras?

—Evidentemente sí. Porque cuando nosotros pedimos cosas la sensación es que se la estamos quitando a algún barrio. Y aquí no se trata de quitarle a ningún barrio lo que tiene, pero sí hay que saber reestructurar la ciudad. Por ejemplo, si los niños antes estaban en el centro y ahora hay personas mayores, tendrás que adaptarte a esa realidad. Si en el Bulevar ahora hay muchos niños, habrá que hacer espacios para ellos. No vale decir: "Nos lo llevamos al Polígono de El Valle, porque hay cuatro centros a los que les sobran plazas". Hay que destinar en cada sitio en función de las necesidades. La ciudad evoluciona, todo cambia y la gente cumple años, y quienes éramos muy niños ya no los somos. No se está sabiendo leer esa idea de reestructurar la ciudad.

—En El Valle están esperanzados. Creen que ahora van a llegar arreglos. ¿Qué piensa del estado del polígono?

—Yo creo que El Valle no está tan abandonado. Se está haciendo un buen trabajo, y si no me equivoco ahora se invertirá más de un millón de euros procedentes de los fondos DUSI. Pasas por la avenida principal y la sensación es que está cuidado. Claro que habrá carencias, pero no veo el polígono tan abandonado. Entiendo y respeto que quienes luchan por su barrio tengan sus quejas y prioridades. Que se arregle un barrio no va en detrimento de otro. Todos pagamos impuestos, y si se hace una buena gestión del dinero, debería haber para todos. El parque del Bulevar, por ejemplo, está muy abandonado. No se conservan las instalaciones y en diez años no bajará nadie. Y la ludoteca del Bulevar sigue muerta de risa. Nosotros pedimos cosas sensatas, y creemos que se puede hacer mucho más. Cuando viajas y ves otros parques infantiles, como me ha pasado en Tenerife, me he quedado embobado: limpio, bien iluminado. Da envidia. Aquí no se entiende que las cosas hay que conservarlas, como ocurrió con los cubos del Bulevar que se rompieron. No me extraña que Jaén aparezca como de las ciudades menos limpias de España. Falta conciencia.

"SOY PRESIDENTE MIENTRAS UN JUEZ NO DIGA LO CONTRARIO"

—Usted es presidente de la federación Ciudadanos por Jaén. ¿La gente lo sabe ya?

—Soy el presidente, y así lo acredita el registro de asociaciones de la Junta de Andalucía. Tenemos un papel actualizado muy reciente y hemos pedido otro posterior. Es cierto que el tema está en el Juzgado, porque la persona que estaba antes de presidente [en alusión a Antonio Guerrero] no acepta las reglas democráticas. Como siempre digo, es un problema de fondo más que de forma. El fondo es que una mayoría quería un cambio de gestión y se ha hecho. Confiamos en que el Juzgado nos dé la razón. Estoy plenamente convencido de que hemos actuado correctamente. Se han dado muy pocos casos como el nuestro en Jaén y en el resto de Andalucía.

A día de hoy soy presidente de 'Ciudadanos por Jaén'. ¿Lo sabe la gente? No, la gente está confundida, porque alguien se ha tirado muchos años en el cargo, aun con sus sombras ha hecho grandes cosas, y todavía sigue diciendo que está en el cargo. Hace unos meses me encontré con Guerrero, nos saludamos y lo insté a que fuese al registro para sacar un papel que acredite que él es el presidente. Si es así, yo me voy. Pero no es así. Soy el presidente mientras un juez no diga lo contrario.

—Usted ha dicho más de una vez que ha tendido la mano a la anterior junta directiva. ¿Cree que hay posibilidades de trabajar en común con ellos?

—De hecho, la mayoría de la gente que estaba con él ahora está con nosotros. Por ejemplo, el vicepresidente que él tenía, Víctor del Salto. Igual ocurre con Nana Salcedo y con José Torres. El 70% de la junta anterior está ahora con nosotros. Y es cierto que tendimos la mano a todo el mundo. Los invitamos a ir a la reunión de agosto. Ellos han mantenido que no era una asamblea válida. Tendrán sus motivos. Ya le digo que todo se hizo correctamente.

—A toro pasado, ¿cambiaría algo?

—No, porque incluso yo había hablado con Guerrero por teléfono. Tenía intención de venir a Jaén para verme con él. Al final no pudo ser en persona, y lo llamé. Desde la federación me contactaron porque conocían mi gestión en 'Expansión Norte' y confiaron en mí para liderar el proyecto. Me dijeron que tenían un problema. Y no pude decir que no.

"ME HE 'PELEADO' CON LA MAYORÍA DE CONCEJALES"

—Siempre hemos dicho por aquí, en este periódico, que el movimiento vecinal suele ser la antesala de la política. ¿Le atrae el salto?

—No. Si me hubiese atraído, estaría en política desde hace tiempo. Lo que me avala es que yo no busco nada. Me he 'peleado' con la mayoría de concejales de unos y otros partidos. Del PP y del PSOE. De la Junta y del Ayuntamiento. Porque yo no buscaba nada. Ésa es la diferencia. No lo necesito para poder vivir. Tengo mis ocupaciones. No necesito la política, pero si me meto en esto es porque creo que desde el movimiento vecinal puedo ayudar.

—Vivimos en la época de las grandes plataformas en nuestra provincia. ¿Confía en estos colectivos o cree que pueden devenir en inoperancia política?

—Bueno, yo respeto a todas las asociaciones y a todas las plataformas. Entiendo que se crean con un buen fin, pero luego hay gente que intenta utilizarlas. Se lo digo, mi experiencia en 'Expansión Norte' me dice que es difícil encontrar a gente que de verdad quiere estar ahí. Me acuerdo que al principio yo aceptaba a todo el mundo, pero con el tiempo me daba cuenta de que esas personas buscaban algo. De la asociación sale y entra gente, y al final quienes se quedan conforman el núcleo duro. Mucha gente pasa de largo.

¿Confío en las plataformas? Si hablamos de 'Jaén Merece Más', vemos que hay una ruta: movimiento vecinal, partido político y desde el partido político hasta el Ayuntamiento. Ésa es una ruta. Y no me parece mal. Igual yo me meto en política, pero no entro en ninguno de los partidos que hay. Ahora no es mi finalidad, y ése es el aval de mi gestión: no le debo nada a nadie y no tengo problema en hablar con quien sea. Sobre las plataformas y la intención que hay, sólo saben en qué andan metidos quienes están en ellas.

"SALÍ DEL MOVIMIENTO VECINAL PARA ESTUDIAR FARMACIA"

—Es ingeniero de caminos y farmacéutico. Y ejerce de ambas. ¿Cómo lo hace?

—Echándole mucho tiempo. La farmacia exige muchas horas. Y la ingeniería, siendo autónomo, propicia que incluso trabaje durante los fines de semana. Va por momentos, en función de los proyectos. Me salí del movimiento vecinal para estudiar Farmacia. Empecé a trabajar en septiembre, y ahora quiero compatibilizarlo en la medida de lo posible, porque la federación quita tiempo y ahora tenemos el problema que hemos comentado. Tengo un equipo muy bueno y nos hemos unido en la adversidad. Igual que yo hablo seguro de mi gestión, más compañeros lo hacen de sus respectivas tareas. En la federación es más fácil llegar a la gente que está ahí por compromiso.

—¿Alguno de los dos trabajos es más vocacional que el otro?

—Los dos son vocacionales. Mi padre es ingeniero de caminos, ya jubilado. Y a mí me han gustado las obras desde pequeño. Fue lo primero que estudié por vocación. Mi hermana es farmacéutica y tengo dos tíos en el gremio. Uno de ellos se jubilaba, no tenía hijos y decidí comprarle la farmacia. Me pareció una buena opción de cara al futuro, porque la ingeniería depende de los políticos, de que hoy haya un equipo de Gobierno y mañana, otro. Me parece que Farmacia es un sector más seguro. Mi padre vivía también de dar clases de Matemáticas. Yo he decidido pensando en el futuro de mis hijos y de mi familia.

—Imagine un joven jiennense que ha completado Bachillerato o Formación Profesional. ¿Qué consejo le da para no acabar en el paro?

—Lo primero es que no se ciña a buscar trabajo en un sitio. Que sea valiente. Que emprenda. La globalización nos ha abocado no sólo a quedarnos aquí, sino que hay que viajar y aprender idiomas. Casi todos mis amigos han estado fuera: Colombia, Chile, Panamá, Dubai... Hay que estar preparado para desprenderse de lo que uno más quiere. Al menos en primer momento. Con el tiempo, con más experiencia, igual es posible volver.

Aconsejo a los jóvenes que no se queden sólo en Jaén. Y el consejo que le doy al político es que propicie la instalación de empresas para que esa gente pueda quedarse aquí. Necesitamos parques tecnológicos para buscar los puestos de trabajo del futuro.

Fotografías y vídeo: Esperanza Calzado.

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