El Santo Sepulcro admira su remozado "manto de la ilusión"

La congregación expone la pieza, recién restaurada por el IAHP y que la Virgen llevará en su primera procesión tras el coronavirus

"Es el manto de la esperanza y de la ilusión". Con estas emocionantes palabras define Ascensión Cárdenas, gobernadora de la Congregación del Santo Sepulcro, la hermosísima pieza que acaban de recibir, restaurada, de manos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

Y es que la hermosa prenda, además de una joya pasionista, cobija también el anhelo de los cofrades servitas, que saben que la tarde del Viernes Santo que la bellísima Dolorosa de San Juan lo reestrena significará que la actual situación por la que pasa el mundo será otra, hasta el punto de poder poner las procesiones en la calle. 

Con esa consideración y todo el mimo que le cabe a este colectivo con más de cuatrocientos cincuenta años de historia en la capital jiennense, las puertas de su casa de hermandad se abrieron el pasado viernes y ayer sábado para que hermanos, en particular, y semanasanteros en general admiren el resultado de la intervención llevada a cabo sobre el manto:

"Estamos muy contentos, porque la restauración ha sido conservativa; lo único que tiene nuevo es el forro, lo demás es todo suyo. Se ha hecho una limpieza a fondo de bordados y terciopelos, se han reconstruido los encajes rotos de la blonda, que además estaba arrugada y se ha extendido. Todas las partes donde faltaba hilo de oro se han repuesto de tal forma que ha quedado un resultado uniforme, es decir, que lo nuevo, entre comillas, no se nota", explica Cárdenas a Lacontradejaén a pie de manto. 

Aconsejados por los técnicos a la hora de preservar la pieza en óptimas condiciones, la cofradía ha decidido adquirir una vitrina para exhibirlo en su sede social a salvo del más mínimo daño, con la delicadeza que merece una obra de arte con más de un siglo de existencia.

No en vano, la restauración ha aportado un dato sorprendente acerca de este elemento procesional, que según la documentación que obra en los archivos de El Santo Sepulcro fue adquirido en 1918 por donación del histórico servita Antonio Aponte pero que, en opinión del IAPH, dataría de 1900-1905 y llevaría en su firma dos de los apellidos más insignes del bordado: los Rodríguez Ojeda. 

"Es una atribución de los técnicos", aclara Ascensión Cárdenas. De poder certificarse con papeles, el de la Virgen de los Dolores compartiría autoría con el de la misma advocación mariana de la Congregación de la Vera Cruz, la única hermandad de la capital de la provincia con producción de este ilustre taller en su ajuar, según el cofrade, bordador y vestidor jiennense José María Francés.

Al respecto, y por gentileza de Francés, este periódico ha podido conocer que, según el estudioso sevillano José María Lobo Almazán, dicho manto veracruciano es la culminación de una pieza inacabada de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, célebre por sus obras para la Esperanza Macarena. 

Quienes deseen compararlos, quedarse embobados y, de paso, imaginar bajo palio esta pieza que lo mismo hipnotiza en procesión que en la quietud de la casa de hermandad, lo tienen fácil solo con acudir, hasta hoy domingo, en horario de mañana y tarde, a la sede del colectivo que gobierna Cárdenas, en la calle Martínez Molina, 20.