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Manu, portero trotamundos y héroe del Begíjar

Por Fran Cano - Diciembre 21, 2019
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Manu, portero trotamundos y héroe del Begíjar
El portero linarense Manu.

El arquero linarense tiene dos retos: llevar al Begíjar a Tercera División y convertirse en policía

Se llama Manuel J. Sánchez (Linares, 1991), pero en el césped todos lo conocen por Manu, portero del Begíjar convertido ya en una seña de identidad del club tras superar los 100 partidos bajo los palos y vivir el histórico ascenso a División de Honor Andaluza. Dos sueños tiene Manu, uno dentro del campo y otro fuera: llevar al Begíjar Club de Fútbol a Tercera División y conseguir la plaza en la Policía Nacional.

Fue con ocho años cuando Manu, de 28 años recién cumplidos, se puso por primera vez los guantes. Le puso tanto empeño que formó parte de la cantera del extinto Santa Ana. Después dio el salto a juveniles en el Club Deportivo Linares y hasta debutó en Copa del Rey contra el Écija. "Mi último año en juvenil lo hice con el Real Jaén en División de Honor", recuerda en entrevista con este periódico.

En club blanco vivió momentos de todo tipo, desde el fogueo en el Real Jaén B hasta la gloria del ascenso a Segunda División conseguida en en la temporada 2012/2013. Fue, reconoce, un momento deportivo especial. Pero faltó algo: más protagonismo en el campo. Ser titular. Justo lo que sí ha conseguido y con creces en Begíjar, donde acumula cuatro temporadas. Los entrenadores Salvador Lara y Félix Vilches le han confiado la portería y Manu ha estado a la altura al tiempo que se ha ganado a la hinchada.

Tras el Real Jaén, el linarense fue jugador del Extremadura y del Lucena. No reniega de aquellas experiencias, si bien recuerda que entonces era más joven y había "otras prioridades". Después pasó al Villacarrillo y vivió la experiencia más amarga como profesional: descenso en Tercera División. Más tarde voló a Baeza gracias a la llamada de Roberto Romero y ahí sí encontró la forma óptima. "Al final de aquel año, me llamaron José López y Eufrasio Vargas, presidente y vicepresidente del Begíjar para ficharme", recuerda. Y él dijo 'sí'.

La historia con Begíjar es, hasta la fecha, una historia feliz, desde los progresivos ascensos hasta la conquista de títulos, como las dos Copas Presidente Diputación logradas ante el Vilches y la más reciente ante el Torreperogil. Además, ha sobrepasado los cien partidos con la camiseta del Begíjar y tiene a tiro llegar a los 150. "Para mí es una pasada. Son cifras que cuando las escuchaba de otros compañeros me parecían míticas. Es un orgullo tremendo", admite.

"ME GUSTA AYUDAR A JÓVENES Y VETERANOS"

Si se le pregunta por sus habilidades en la soledad de la portería, Manu responde que ahora juega más concentrado y que elige mejor. No obstante, es dentro del vestuario donde ha ganado protagonismo: "Me gusta el rol que tenemos yo y otros compañeros a la hora de ayudar tanto a los jóvenes como a los más veteranos", dice, y apunta no sólo a ideas futbolísticas; también asesora acerca de qué supone el deporte y cómo hay que cuidar esa cultura deportiva. Quizá en el futuro alguien agradezca ese legado a Manu y a jugadores como Javi Luque e Higinio Vilches. "Yo aprendí mucho de Miguel Ruiz", recuerda.

El Begíjar va ahora sexto, no muy lejos de los equipos más fuertes de la categoría, como son el Estepona, el Alhaurino y el Torremolinos. Admite que por más que todo vaya bien, el objetivo es la permanencia.

A Manu no le inquieta hablar de futuro, porque para referirse al tiempo que está por venir habla del pasado: "Lo he hecho todo en el fútbol: he jugado en el Real Jaén y en el Linares; he ascendido y he descendido; he ganado y he perdido dinero", resume. Le hubiese gustado jugar en el Cádiz y, puestos a soñar, en el Sevilla. Hay conquistas más terrenales, como esa oposición al Cuerpo de Policía Nacional que persigue. Cuando tenga la plaza, dirá adiós al verde sin dramas: un futbolista que se va, un policía que llega.

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