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UN MAR DE ALERGIA

UN MAR DE ALERGIA

Por Esperanza Calzado - Mayo 26, 2018
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¿Se puede vivir en Jaén, ser alérgico al polen de olivo y pasar una primavera relativamente confortable? Sí. Puede resultar inverosímil, pero no lo decimos nosotros. Con prevención, planificación y tomando decisiones, es posible hacer que el vía crucis de esta estación del año sea menos doloroso.

—Hay mucha gente que se ha vacunado, que ha respondido de forma espectacular y sus síntomas son muy llevaderos.

Manuel Alcántara es médico alergólogo del Complejo Hospitalario de Jaén. Confiesa no entender por qué persiste esa "mitología" en torno a esta vacunación. Es cierto que hubo un tiempo que producía reacción. Pero la investigación ha avanzado mucho y esos días quedaron atrás.

—Ponemos más de 14.000 y las que producen reacción son las mínimas y, además, muy leves. La mayoría de la gente no tiene ninguna en absoluto. No sé por qué sigue esa mitología de que son peligrosas.

Sea como fuere, hoy es tarde para ello. Cualquier momento del año es bueno para hacerse las pruebas y empezar a planificar, excepto ahora, cuando los afectados toman antiestamínicos para aliviar los síntomas. Cuando pase el calvario, cuando la medicación se guarde en el cajón, en ese momento, es factible empezar el camino.

—A partir de ese momento sería adecuado hacerse las pruebas. Si se confirma que se es alérgico al polen de olivo se empezaría la vacunación para disminuirla de forma progresiva, entre tres y cinco años. Lo que se pretende es que el paciente se vaya acostumbrando a él poco a poco y no se ponga tan mal en estas fechas.

EL DÍA A DÍA

Salud determina que el 30% de la población jiennense sufre alergia y estima que en unos años se elevará a 325.000 personas en la provincia, la mitad. La mayoría son atendidos por su médico de atención primaria, pero si los síntomas se agravan, es aconsejable acudir a los hospitales. Cada año se realizan unas 4.500 consultas a nuevos pacientes.

Estela Pérez es una de ellas. Se ríe cuando se le pregunta a qué es alérgica.

—A todo. A la gramínea, al plátano, al olivo, al perro, a los gatos, a los conejos... Vivo rodeada de todo lo que me produce alergia pero lo que me cataliza es el polen de olivo. En mi caso, las reacciones se me reactivaron cuando me mudé de Madrid a Jaén.

De eso hace ya quince años pero todavía recuerda el primero, cuando llegó, estalló el polen de olivo y empezó su vía crucis.

—Cuando me dio el primer año me vacuné y seguí.

Su día a día es de manual. Un protocolo de pasos a seguir para minimizar al máximo la exposición al polen. En primer lugar, prohibido salir a la calle sin mascarilla. A partir de ahí, muy importante controlar el ambiente en casa y lograr que sea el más aséptico posible. ¿Cómo lo hace? Nos cuenta que nada más atravesar el umbral de la puerta, la ropa se queda en un rincón para lavar. Se humedecen el pelo, se lavan las manos y, si pueden, se duchan, para eliminar cualquier resto. Cada colada se tiende en interior, las ventanas están protegidas con mosquiteras y así una larga lista de prácticas. Por fortuna, es la única que atraviesa este calvario. De momento, ni su pareja ni sus dos hijos lo padecen.

Este año lo está viviendo de manera singular. Ha sido madre por segunda vez y está dando el pecho, por lo que ha intentado medicarse lo menos posible.

—Lo que debemos hacer es medicarnos antes de que empecemos con los síntomas ya que funciona por acumulación. Sin embargo, estoy lactando, y aunque hay medicación que es compatible, he intentado reducirla.

¿Ha empeorado? ¿Está siendo más difícil? Su respuesta es clara:

—No te creas, se nota lo mismo. Los picos se sufren igual.

Antonio Martínez no puede parar quieto. La desesperación se apodera de él. Ya no es picor de ojos, ni irritación, ya es dolor. Su nariz está permanentemente taponada y cuando respira un "pitido" le acompaña. Intenta mitigarlo con caramelos para no tener que recurrir constantemente al ventolín. Las dosis son limitadas. Él es otro de esos miles de jiennenses para los que la palabra primavera es sinónimo de clausura y sufrimiento.

 Fotografías: Juan Carlos Fernández
Fotografías: Juan Carlos Fernández

Es uno de esos cientos de jiennenses que padecen la alergia pero que no está diagnosticado.

—De este año no pasa.

Sobrevive a base de antiestamínicos, ventolín y colirio que temporada tras temporada le receta el médico de cabecera, pero todavía no ha comenzado con la vacunación. Ya se ha decidido a hacerlo. A pesar de que este año los picos no están siendo tan altos como los anteriores, los síntomas los sufre igual.

MEDICIÓN

Manuel Alcántara explica que las lluvias de esta primavera están viniendo muy bien. El último recuento apuntó 4.816 granos por metro cúbico. No se han alcanzado picos de 16.902 como los del año pasado o los 19.294 de 2015. La progresión ascendente hubiera sido estos días pero las lluvias la están aplacando. Sin embargo, advierte que queda bastante polen por abrir. ¿Cómo se mide?

El hospital público de la capital jiennense del Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene instalado para ello un captador de pólenes en la terraza de su centro Materno-Infantil, que mediante el método ‘Hirst’ capta partículas volumétricas por succión según el principio de impacto. Este equipamiento es el empleado por todas las estaciones de muestreo adscritas a la Red Española de Aerobiología (REA), así como por los grupos de trabajo de los diferentes países que forman parte de la European Aeroallergen Network (EAN).

 Captador de polen del Complejo Hospitalario de Jaén, que ha dado por concluida la temporada de polinización.
Captador de polen del Complejo Hospitalario de Jaén, que ha dado por concluida la temporada de polinización.

Los alergólogos del Hospital de Jaén miden desde 2010, entre otros pólenes, los de olivo y gramíneas, cuyas concentraciones son las que alcanzan niveles más altos en la provincia jiennense. La finalidad de esta prestación es que los pacientes puedan iniciar medidas físicas, como es evitar su contacto con el polen, y farmacológicas, como son la toma de antihistamínicos o inhaladores, que les reporte un mayor control de su patología alérgica y, por tanto, una mejora de su calidad de vida durante estas fechas.

La pregunta que se hacen muchos es por qué solo hay un captador en la provincia. Por qué no se miden los niveles en otros puntos como pudiera ser Alcalá la Real o Úbeda. Manuel Alcántara ofrece algunas pistas. Reconoce que es deseo de la Junta ampliar estas mediciones. De hecho, tiene mucho interés, pero no es fácil.

—El recuento del polen se hace de forma "artesanal". No es automatizado, sino que se debe mirar al microscopio, recoger la muestra, hacer una tinción y empezar a contar granos. El que recuenta tiene que identificar los distintos pólenes.

Esto implica preparar a gente ya que si los alergólogos actuales se desplazan cada día hasta donde se ubiquen los captadores, toman las muestras y realizan el recuento, apenas tendrían tiempo para atender a pacientes. Sin embargo, es un proyecto ambicioso que Salud tiene mucho interés en ponerlo en marcha. Habrá que esperar.

INFORMACIÓN

El pasado 17 de abril, el Complejo Hospitalario de Jaén puso en marcha la web de información alérgica, donde día a día se ofrece el recuento de granos. Sin embargo, son muchos los jiennenses que se informan a través de las redes sociales y, entre ellas, en la página de Facebook y Twitter Niveles de Polen Jaén. Su creador explica a Lacontradejaén que la idea nació en 2010. "Llevábamos tiempo sin tener información puntual y veraz de los niveles de polen".

Relata que para las personas con alergia, al menos en Jaén, no sirve de mucho el baremo que aplican los especialistas de "bajo, medio, alto y extremo", ya que la mayor parte de la temporada se pasa con cifras extremas. "No es lo mismo para un alérgico tener 501 granos por metro cúbico que 20.000, ya que el nivel sintomático y las medidas que debe tomar son muy diferentes", argumenta. Pone un ejemplo: hay alérgicos que con 600 granos por metro cúbico (extremo) pueden salir a la calle de forma normal, tomando su medicación, y con 10.000 (también extremo) están hospitalizados por crisis de asma sin salir a la calle. Por eso, desde su página se considera importante saber los valores numéricos.

La página ha crecido de forma exponencial. Sólo en Jaén cuenta con cerca de 10.000 seguidores. Pero algunas de sus publicaciones han alcanzado a 40.000 personas, muestra del interés que despierta.

—Por eso, hemos creado un grupo en el que nuestros seguidores pueden conversar, preguntar, pedir consejos y buscar consuelo en otros alérgicos, sobre todo muchas madres con hijos que les pilla de imprevisto y no saben bien cómo actuar.

Por otro lado, explica que con el aumento de seguidores, la necesidad y la gratitud que les muestran, no pueden dejarlos sin este servicio que se ha realizado siempre de forma voluntaria y sin ningún tipo de ayuda económica. Pero este año se ha pedido ayuda a un patrocinador, Persianas Efalú, que gratamente se ha prestado a colaborar. ¿Cuáles son las dudas que más se plantean?

—Evidentemente, todo el mundo quisiera saber los niveles de polen que va a haber mañana, pero no disponemos aún de ninguna herramienta que lo pronostique con suficiente exactitud. Aparte de eso, preguntan mucho sobre cómo actuar según los niveles de polen y qué medidas preventivas tomar. Existe mucha colaboración, ya que cada uno aporta sus 'truquillos' para pasar la primavera lo mejor posible.

En cuanto a los medidores, desde esta página se apuesta por que cada ayuntamiento prestara este servicio a sus habitantes. Explican que varían mucho de un sitio a otro. "Incluso en tu casa puedes tener unos niveles y en la casa del vecino otros muy diferentes. Pero necesitamos uno referencial general para poder tomar medidas. El polen es muy ligero, por lo que puede llegar a trasladarse muchos kilómetros, su variación depende mucho de la altura más que de la comarca por los diferentes ritmos de floración", explica. También considera positivo que el panel instalado en la Plaza de la Concordia de Jaén capital, con información sobre la calidad del aire, indicara los niveles de polen.

Mientras tanto, en la provincia de Jaén, las personas alérgicas al polen son atendidas en los 198 centros de salud cuando los síntomas son leves. Es la Unidad de Alergología del Complejo Hospitalario de Jaén la que coordina esta actividad asistencial que cada año contabiliza más de 6.500 consultas por revisiones a personas ya diagnosticadas. Además, se realizan 4.500 consultas nuevas cada año y se proporcionan 12.000 vacunas. Son datos de la actividad asistencial del Complejo Hospitalario de Jaén que este año cuenta en su Unidad de Alergología con un aumento del personal, ya que de las cuatro personas que trabajaban en esta Unidad de Gestión Clínica se ha pasado a seis. Un equipo para ayudar a que los habitantes del mar de olivos puedan capear el oleaje de la alergia.

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