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La revolución de un bancario

La revolución de un bancario

Lucas Martínez, responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación de Unicaja, aspira a liderar Podemos en la capital justo cuando se acaban sus días como trabajador en la caja de ahorros

Imaginar que detrás de los trajes que viste en los actos públicos como representante de Unicaja hay un andalucista y un socialista a partes iguales extraña a cualquier persona que no lo conozca. Pero en la cercanía que permite un granizado de limón contra el calor, en una conversación de unos cuantos minutos, sale a florecer lo que nació en los años de dictadura, un joven revolucionario, incansable y que rompe todos los tópicos. Sin partituras. Un verso libre que no tiene 17 años ni una camiseta con distintivos de la izquierda en el pecho –lleva un polo de Lacoste–, pero que atesora días y días de lucha a sus espaldas. "Revolución, revolución", resuena entre sus palabras llenas de esperanza en los jóvenes y en lo que depara el futuro al sur de España. La esperanza de un eterno revolucionario, la que nunca se pierde. Tampoco entre trajes, corbatas y despachos.

Esa es la esperanza que atesora Lucas Martínez (1959), un pensador al que darle vueltas al coco le ha costado en muchas ocasiones dolores de cabeza. "Siempre hay palos para el que piensa", dice con una media sonrisa que deja entrever que él, de recibir, algo sabe. Lo aprendió en los últimos años del franquismo, en plena juventud. Cuando el acné lo combinó con pensamientos de libertad y ansias de revolución. Y pasa el tiempo y él no agacha la cabeza; la levanta para mirar cómo está todo y qué puede aportar al panorama. Aunque ya no sea un joven, sino un padre de familia con una posición más que cómoda y que en escasos 15 días se prejubila de su cargo como responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación en Unicaja. No es banquero. "Bancario, ya casi ex bancario", dice.

EN LA LUCHA

Lucas Martínez.

Sí, una caja de ahorros, un banco, un cargo de responsabilidad, pero no una "contradicción". Nunca lo ha sido, tampoco ahora que encabeza una de las listas que se presentan a las primarias de Podemos en la capital. La formación morada es el "único" reducto que queda en la actualidad de todo lo que ha defendido durante su vida y ahí ha encontrado su sitio. "Mientras sea útil, quiero seguir trabajando por una sociedad mejor", dice. Sus palabras salen de su interior con la misma calma que sale el humo de un ascua, pero, a su vez, chispean revolución de un fuego que no se apaga nunca.

Lo aprendió en sus primeros años de militancia en un movimiento cuyo nombre suena ahora hasta tenebroso, la Joven Guardia Roja, ligada al Partido del Trabajo y en cuyos actos Martínez, que entró con solo 15 años, conoció por primera vez lo que era la represión. Los grises "daban palos" hasta por colgar carteles o hacer pintadas, pero eso nunca le achantó. Tampoco el haber sido retenido por la policía de la época junto con otros compañeros después de un acto reivindicativo. "La revolución se hace", apunta Martínez. Y es que no valen solo palabras, por eso ha dado el paso para liderar Podemos de la mano de Teresa Rodríguez y asegura: "Es la única que defiende la autonomía andaluza".

UN PADRE DE FAMILIA

El andalucismo ha sido siempre una de sus luchas. "Soy socialista porque soy andalucista y soy andalucista porque soy socialista", dice un hombre que ha luchado toda su vida por la autonomía. "La conseguimos en la calle, no en los despachos", apunta para, acto seguido, hacer referencia a las manifestaciones del 4 de diciembre de 1977. Aquel día se recordará siempre por la muerte, en Málaga, de un joven alto, melenudo y barbudo que perdió la vida por un disparo. Aún no se sabe si de la policía. Era Manuel José García Caparrós y muy cerca de la escena del crimen rondaba Lucas Martínez. Incluso tuvo que declarar ante la policía. Ahora solo faltan unos días para que se prejubile de su puesto en Unicaja, después de 32 años desde que entró a formar parte de la Caja de Ahorros de Jaén.

Y ha dejado huella por su rebeldía incansable allá por dónde ha pasado. Creó la sección sindical de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Unicaja y durante años ocupó cargos sindicales en diferentes ejecutivas. "Al pie del cañón siempre", dice Ana Martinez, una hija orgullosa de quien es su padre: "Él siempre ha impregnado la familia de su espíritu revolucionario. Siempre, desde que tengo uso de razón, ha estado involucrado en movimientos sociales. El primer recuerdo que tengo de él y la lucha social es de cuando yo estaba en el colegio, en el Martín Noguera, y estaba gobernando Sánchez Alcázar. Hubo encierros, convocatorias en defensa de la Educación pública del AMPA y él participó en todo. Esa es la primera vez que tuve conciencia de cómo era mi padre".

 Manifestación en Málaga el 4 de diciembre de 1977 por la autonomía de Andalucía. Foto: www.diegonarvaez.es
Manifestación en Málaga el 4 de diciembre de 1977 por la autonomía de Andalucía. Foto: www.diegonarvaez.es

PENSAR, PENSAR

Ana recuerda los primeros de mayo como una fiesta "en familia". Un hogar al completo que se prepara para ir juntos a una manifestación. Era, y es, la cotidianidad en la vida de 'los Martínez'. El padre de familia aprendió lo que era la revolución con sus primos mayores, con sus compañeros del colegio universitario y con lecturas y canciones de cantautores. "Siempre he leído y he escuchado música para pensar. Pensar es lo que nos da conciencia crítíica y nos permite tener ideas propias". Tantas y tan firmes como que estas, las ideas, las propias, le han costado quebraderos de cabeza desde bien joven, desde que formaba parte del Partido Socialista de Andaluica, preludio del Partido Andalucista, y fue "expulsado" por discrepancias. "En la izquierda somos muy cainitas", dice con la voz en calma un hombre de 50 y largos que ha encontrado el elixir de la eterna juventud: "Pensar y luchar me mantiene joven, activo".

 Lucas Martínez aspira a liderar Podemos.
Lucas Martínez aspira a liderar Podemos.

Lucas Martínez es, dice su hija, el tipo de persona "que hace falta". "Su formación política y técnica es un valor", apunta. Su padre piensa igual. Da un sorbo a la limonada, que se convierte en una isla de hielo en un mar de cristal. Como él, responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación de Unicaja. Como él, un revolucionario entre los 'dinosaurios' de los números y las cuestiones financieras, un hombre capaz de hacer añicos los tópicos. "No debería resultarle extraño a nadie que una persona que ha estado ligada tanto tiempo al sector bancario pueda seguir luchando y presentarse ahora a unas primarias en Podemos", relata con la misma normalidad que pregunta a quien aún pueda sorprenderse por verlo un día con traje y corbata y otro día con gorra y mochila: "Conozco el monstruo desde dentro, ¿qué puede haber mejor que eso?".

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