Un matrimonio de La Merced con tres hijos menores pide comida

La pareja, que se mantiene con la paga de una familiar, difunde su situación precaria en redes sociales

"Llevo cuatro años sin ingresos fijos. Hago algunas 'chapuzillas', pero no es suficiente". Quien habla es Francisco Gabriel García López, jiennense de 35 años, padre de tres hijos, menores de edad. Son dos niñas de 10 y 9 años, y un menor con 18 meses. Afincado en La Merced con su pareja, María José Gago, de 28, el joven y su mujer han recurrido a las comunidades digitales para pedir comida: "Nosotros nos apañamos con pan y aceite, pero mis niños sí necesitan más", señala.

García cuenta a este diario que la petición vía Facebook, difundida en grupos de Jaén, es un SOS centrado en artículos que precisan los menores, como pañales y alimentos. La pareja vive en una casa de La Merced que es propiedad de María Josefa López, tía de él, de 54 años. Ella, según cuenta el sobrino, tiene una paga de en torno a 500 euros al mes. Es el principal sustento de un hogar con tres adultos y otros tantos menores de edad.

PROBLEMAS CON LA LUZ

El padre ha conseguido jornales en la recolecta. El dinero que está ganando en esos días esporádicos en el tajo lo emplea en sufragar los gastos del servicio de la luz. "Si no la pagamos, nos la cortan", especifica.

No es la primera vez que García recurre a los medios de comunicación para contar su historia. El objetivo, como subraya, es que un trabajo estable alivie la situación en casa, de modo que el matrimonio sea más independiente con respecto a la tía. La pareja se conoció en enero de 2008, y desde entonces han formado la familia. La madre siempre ha sido ama de casa. El jiennense facilita su contacto por si alguien está dispuesto a echarle una mano: 650/779/187. Tiene experiencia en la construcción y en el campo.

La mujer de García se vio obligado a pedir ayuda en redes. Lo hizo con un sobrenombre por pudor. "No pedimos dinero", insisten ambos. Un vecino de La Merced ayudará a los padres con los gastos de la comunión de sus dos hijas mayores, que este año celebrarán la fiesta. "Hay gente buena que nos ayuda", concluyen.