Y Emilio Rodríguez cogió la pala al filo de los 90 años

Emilio Rodríguez tiene 89 años, es vecino de La Matea y no duda en colaborar para retirar nieve cuando la aldea recibe a 'Filomena'

"Siempre está de buen humor y con ganas de ayudar". Habla José Lara (La Matea, Santiago-Pontones, 1984) sobre su vecino Emilio Rodríguez, quien con 89 años derrocha energía a la hora de retirar la nieve que se acumula junto a las casas en La Matea, donde echó el primer grito al mundo hace casi nueve décadas. 'Filomena' no sabe a quién tiene delante.

Lara compartió en Twitter un vídeo de apenas 20 segundos que muestra el compromiso del octogenario en una de esas tardes de invierno que cubren de blanca la aldea de Pontones. "Yo le dije que o subía el vídeo a internet o la gente no se iba a creer que tiene 89 años", relata a este medio Lara, panadero en La Matea.

Cuenta el joven que Rodríguez fue labrador con su burro, de aquellos que ofrecía sus servicios a terceros para ganar el jornal. Todavía hoy es un cómplice de los agricultores y los ganaderos de la zona. "Es una persona muy activa y le gusta estar con ellos para arriba y para abajo", expresa José Lara, quien, como ya contó a este medio, después de completar Ingeniería Informática regresó a su pueblo de toda la vida para continuar con el negocio de los padres.

Emilio Rodríguez vive junto con su esposa, Bernarda García. Tienen tres hijas: Concha, Emilia y Josefa, ésta última es la única que no vive en La Matea. La carreteras, cuenta José Lara, están más o menos en condiciones para circular. Si se trata de colaborar como buenos vecinos, todos saben que Emilio Rodríguez 'desenfunda' rápido: no le hace ascos a la pala. Y tampoco tiene inconvenientes en volver a la niñez e intercambiar bolazos de nieve con su amigo el panadero.