Medio mes sin poder consumir agua del grifo

Más de 18.000 vecinos de El Condado siguen a la espera de una solución que garantice la potabilidad del agua del grifo

Todavía se mantiene la prohibición de consumo del agua del grifo. Más de 18.000 vecinos de la comarca de El Condado, prácticamente todos los municipios menos Vilches, llevan desde el pasado día 13 con restricciones. No pueden usar el bien líquido ni para beber ni para cocinar. Según explican fuentes de la Junta a este periódico, es cierto que los parámetros de trihalometanos han bajado "bastante". Sin embargo, parece ser que hay zonas cuyos niveles están todavía por encima de lo permitido.

Fue el viernes, 13 de julio, al mediodía cuando los vecinos de los municipios de Arquillos, Chiclana de Segura, Navas de San Juan, Santisteban del Puerto, Sorihuela del Guadalimar, Montizón y Castellar, además de sus pedanías (en total 13 núcleos de población) supieron, a través de los bandos municipales, que no podían consumir agua del grifo. Esa misma noche, llegaron los camiones cisterna a algunos pueblos y el sábado estaban operativos en toda la zona. Desde entonces, los alcaldes de las zonas afectadas han mantenido diversas reuniones e, incluso, han acudido al Juzgado de La Carolina para presentar un escrito para exigir a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir soluciones. El plan B pasa por un trasvase de agua del Guadalmena que parecía que iba a aportar una solución relativamente rápida. Sin embargo, ésta sigue sin llegar y los regidores se ven en la obligación de dar explicaciones a sus vecinos.

Es el caso del Ayuntamiento de Arquillos, por ejemplo, que el pasado día 25 celebró un pleno extraordinario dedicado únicamente a esta urgencia. Se explicó los motivos por los cuales se encuentran en esta situación. "Debido a la gran cantidad de agua que ha entrado en el pantano del Dañador a causa de las lluvias acontecidas en esta primavera, se han acumulado lodos que a su vez han producido turbidez en el agua. Con la adicción del cloro para entrar en el proceso de depuración se genera una elevación de trihalometanos", explica el alcalde de Arquillos, Miguel Antonio Manrique. De ahí, la prohibición.

En el pleno también se aclararon dudas que existían sobre el consumo del agua del pozo de "todos aires". Fue precintada su entrada a los depósitos de agua potable por la empresa suministradora de agua por motivos de seguridad, ya que disponía de informes que acreditaban no era apta para el consumo. El miércoles, los alcaldes se volverán a reunirse con la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, para abordar, de nuevo, el problema.