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MEMORIAS DEL COVID-19

Por Esperanza Calzado - Enero 02, 2021
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MEMORIAS DEL COVID-19
Colas en los centros de salud. Foto: Beatriz Rivilla

Memorias del Covid-19 es el relato de diez meses que han cambiado la vida del planeta para siempre. El Colegio de Enfermería de Jaén da voz a un recorrido por los episodios que ni podemos ni debemos olvidar, porque ante la esperanza de la vacuna debe imperar la responsabilidad

EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ

Confinamiento es la palabra de 2020 para la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE). El aislamiento temporal e impuesto de una población por razones de salud ha sido, sin lugar a dudas, el término que ha marcado buena parte de los meses del año que acabamos de despedir. La crisis sanitaria derivada de la pandemia de la Covid-19 ha sido, es y será durante un tiempo la protagonista, Las medidas implementadas para frenarla han cambiado radicalmente nuestra forma de vivir, de pensar, de sentir e, incluso, de hablar. Ha convertido el día a día en una paradoja. Cuando la salud es lo más importante, los centros que deben dispensarla se blindaron para evitar la entrada de pacientes precisamente para protegerla. Hoy, un año después de escuchar por primera vez el término coronavirus, siguen las colas a sus puertas aguardando que la esperanza de la vacuna sea una realidad.

Memorias del Covid-19 es el primer reportaje de este 2021; una declaración de intenciones para no olvidar lo pasado, para aprender de los errores y concienciar de que el peligro no ha desaparecido, ni mucho menos. Durante los últimos meses se ha escuchado hasta la saciedad que no hay que vivir con miedo. Así es, con miedo no; con respeto sí.

—Pasé mucho miedo. Miedo a una situación nueva que estábamos viviendo y de la que desconocíamos todo, prácticamente. De hecho, hemos tenido que ir aprendiendo poco a poco. 

Poco a poco, así se ha vivido este 2020 y las palabras de la enfermera jiennense Noelia Velasco lo definen a la perfección. Cuenta el miedo con el que se vivió la primera ola pero también el compañerismo que nació y que hoy todavía persiste; indispensable para sobrevivir.

Ya son pocos los que se acuerdan de ese 8 de diciembre de 2019, cuando una persona en Wuhan, en China, fue al médico porque se encontraba mal. Mostraba los primeros síntomas de lo que apuntaba ser una neumonía, pero con algunas características desconocidas que se reveló como pandemia mundial. El planeta miró entonces al continente asiático sin apenas preocupación, mientras este Fin de Año lo hizo con cierta envidia. Festejaron la entrada a 2021 con las calles llenas de personas, con mascarilla, mientras el Viejo Continente se blindaba ante un virus que, en días, mostrará su temida y esperada tercera ola. 

En Jaén se detectó el primer contagio el 28 de febrero, Día de Andalucía. Se trataba de una enfermera de Arjonilla, de 25 años, que atendió a un enfermo positivo en el Hospital de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Por aquel entonces, el país empezaba a ser consciente de la fuerza de esta amenaza. En España ese día había 32 casos diagnosticados, ocho en Andalucía y ya se empezaba a hablar de falta de mascarillas. Mientras tanto, en Italia ya iban por 650. 

Esta primera paciente fue ingresada en el Hospital Alto Guadalquivir de Andújar, casualmente allí donde quince días después moriría el primer jiennense contagiado con este virus. Era un hombre de 89 años, con patologías previas. El total de casos en Andalucía ese 14 de marzo era de 376 y cinco fallecimientos en la comunidad, uno de ellos en Andújar. En Jaén los contagios ya se elevaban a 38. 

Han pasado diez meses desde entonces y, a falta de los datos actualizados de esta Nochevieja, son 26.909 los jiennenses que han contraído la enfermedad. Manuel González es uno de ellos. Sanitario, enfermero, que ha pasado de atender al necesitado a convertirse en paciente. El virus le atacó con virulencia y tuvo que ser ingresado en la UCI.

—Como enfermero, he vivido el día a día con un sentimiento de incertidumbre, miedo, desconocimiento... Es una situación muy dura. Como paciente, la vida me ha dado una segunda oportunidad y he tenido la oportunidad de ver cómo trabajan mis compañeros. Es impresionante, pienso que tenemos la mejor sanidad del mundo.

26.909 jiennenses se han sometido ya a cualquiera de las tres pruebas hoy existentes para detectar el virus. Tras meses de investigación, la sociedad dispone hoy de PCR, test serológicos o de antígenos para saber si la Covid-19 ha entrado en su cuerpo o no. Para 22.487, ya es historia y vive con la incertidumbre de si serán inmunes y por cuánto tiempo. 2.721 tuvieron que pasar por los hospitales jiennenses, 227 por las UCIs. Antes de despedir el año 122 permanecían ingresados, 22 en las unidades de cuidados intensivos. Ellos son los que nos hacen recordar que el virus sigue con nosotros, en cualquier rincón, en una ciudad grande o en un pequeño pueblo.

Juan Ángel Hernández es enfermero supervisor de UCI en el Hospital de Jaén y no olvida la carga de trabajo, sacrificio y aprendizaje de este 2020.

—Hemos luchado cara a cara contra el virus y, en ocasiones, hemos ganado; otras no. Hemos perdido amigos, compañeros y seguimos en ello. No vamos a bajar la guardia.

Aurora Quero es enfermera de enlace en Porcuna y Torredonjimeno. 

—Estos últimos meses han sido los más estresantes y dolorosos de toda mi experiencia profesional. 

Ella era una de las responsables de asesorar a los centros residenciales, lo que, en sus palabras, le ha permitido ver la "tragedia" que desde el principio ha supuesto la enfermedad para los más mayores, sobre todo.

—Tragedia porque a nuestros mayores se les ha privado de lo que más ilusión les hace, el contacto directo con sus seres queridos. Tragedia porque el virus ha costado la vida a mucho de ellos. 

En Jaén, 1.045 residentes se han infectado. 763 se han curado, pero 180 han muerto. Prácticamente el 30% de las 628 víctimas mortales de la pandemia en el mar de olivos han sido residentes. Ellos han sido los primeros en recibir la primera dosis de una vacuna llamada esperanza, al igual que los sanitarios y profesionales que los cuidan en estos centros. Porque si hay un colectivo especialmente azotado por esta pandemia, en todos los sentidos, ese es el sanitario. Trabajaron y trabajan a destajo, agostados psicológicamente y afrontando una enfermedad frente a la que no son inmunes, ni mucho menos. 

En estos diez meses, 1.246 trabajadores de este sector se han contagiado y cuatro de ellos han perdido la vida. El 7 de abril, Jaén se vistió de luto para despedir al querido enfermero Pedro José Carrillo León, primer sanitario que perdió la vida en la provincia contagiado por coronavirus. Dulce Espinosa es su viuda, además de sanitaria.

—Nos piden que nos protejamos de un enemigo invisible contra el que no podemos luchar ni desafiándolo, ni ninguneándolo. Si somos capaces de seguir las indicaciones y que todos sabemos de sobra, la Navidad volverá a cobrar el sentido que tiene para muchas familias. Para otras, como desgraciadamente la mía, ya nunca volverá a ser así.

A los sanitarios hay que sumar esos otros tantos profesionales que han puesto su vida en riesgo por los demás como las trabajadores de ayuda a domicilio, las fuerzas y cuerpos de seguridad o los del sector de la alimentación. En total, 1.455 contagios entre las bautizadas como "profesionales de riesgo". De las manos de algunos de ellos han llegado las nuevas vidas, como las de Aura, Andrea y Naira, las primeras bebés jiennenses nacidas en 2021. En medio del dolor ha habido alegría y en primera línea, las matronas y matrones como Manuel Ratia.

—Hemos visto cómo las mujeres recibían a sus hijos con las mascarillas, algo triste en un momento tan alegre para ellas. Pero nos hemos ido adaptando.

Memorias del Covid-19 es el relato de la pandemia a través del Colegio de Enfermería de Jaén y su campaña para sensibilizar a la población sobre el peligro de la propagación en la celebración de las fiestas navideñas. Los profesionales cuentan, en primera persona, cómo han vivido o están viviendo esta pandemia. Entre otros, Dulce Espinosa, viuda de Pedro Carrillo, enfermero fallecido en Jaén a causa del coronavirus; Manuel González, enfermero contagiado cuyo vídeo de su salida de UCI aplaudido y arropado por los compañeros del Hospital de San Agustín de Linares se hizo viral; Aurora Quero, que narra sus meses más estresantes y dramáticos ya que, como enfermera de enlace, está viviendo el drama de los mayores en las residencias o matrones que narran el miedo de las embarazadas que llegan con Covid-19, un número cada vez mayor de mujeres infectadas respecto a la primera ola. Son en total nueve protagonistas; nueve enfermeros y enfermeras que piden responsabilidad y prudencia a la población. Y para ellos, nuestras gracias.

 Agradecimientos a las sanitarios. Foto: Rafa Casas
Agradecimientos a las sanitarios. Foto: Rafa Casas

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