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"Mian Producciones nació de un café entre hermanos con sueños parecidos"

"Mian Producciones nació de un café entre hermanos con sueños parecidos"

Por Esperanza Calzado - Septiembre 03, 2023
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Miguel y Antonio Galdón (La Carolina, 1984 y 1994) se llevan diez años de diferencia. ¿Quién le iba a decir al hermano mayor que el menor le iba a abrir las puertas para descubrir su verdadera carrera profesional? Juntos formaron, ahora hace cuatro años, Mian Producciones; una cooperativa familiar en La Carolina que amplía horizontes, se consolida y hace del trabajo duro, el esfuerzo, la humildad y el aprendizaje la máxima del éxito.

Antonio es técnico superior en Iluminación y Captación de la Imagen, además de en realización en Proyectos Audiovisuales y Programación Web. Miguel se encarga, o encargaba, de la administración y dirección de empresas. Un tandem perfecto, complementado con nuevas incorporaciones como las de Eduardo Martínez y Laura Natalia Hernández. Nos adentramos entre las bambalinas de Mian Producciones.

—¿Cómo nació Mian Producciones y por qué?

M.G. Cómo nacimos fue lo más bonito de todo. Mi hermano estaba en Granada y yo en Guarromán, trabajando. No encontraba mi sitio. Fue en un café entre unos hermanos que no se veían desde hacía mucho tiempo y que tenían sueños parecidos como nació la idea.

A.G. Efectivamente. Yo estaba en Granada, trabajaba muchas horas, fines de semana... y veía que podía llegar a mucho más de lo que estaba haciendo. Nos juntamos en ese café y le comenté que este mundo estaba funcionando, todo lo vinculado a las redes sociales, a los vídeos. Le insinué que podía enseñarle, mi hermano es buen comercial y yo veía las oportunidades. Empezamos poco a poco. Mi hermano seguía trabajando en Guarromán y yo fui diseñando la página web. Pero llegó un día en que me llamó y me comunicó que debaja el trabajo para apostar por esta idea.

—La decisión de Miguel es valiente porque era dejar un trabajo ante un interrogante de futuro y con una mujer y dos hijas detrás.

M.G. Yo llevaba 20 años cargando y descargando camiones, y organizando la logística en una empresa en Guarromán. Pero siempre he sido una persona muy inquieta y siempre supe que quería ser empresario. No sabía en qué pero siempre he querido. Cuando mi hermano estudiaba no le daba tanto mérito a lo que hacía. Ahora, con el paso de los años, me quito el sombrero.

—¿Cuántos años os lleváis de diferencia?

—Diez.

—¿Con diez años de diferencia tu hermano menor te descubrió tu verdadera vocación Miguel?

M.G. Sí y le debo mucho.

—¿Cómo fueron esos primeros pasos y cómo tomó la familia la decisión de montar una empresa entre dos hermanos?

A.G. La familia siempre nos ha apoyado aunque cuando empezamos a funcionar mucha gente nos dijo que tendríamos problemas, que nos pelearíamos... Llevamos cuatro años y no hemos tenido problema alguno. Hay días que uno viene mejor o peor a la oficina pero como en cualquier otra empresa o pareja de socios. Los primeros pasos de Mian Producciones fueron muy sencillos. Entre nosotros nos hemos entendido muy bien. Miguel se encargó de las tareas administrativas y asentar unos buenos cimientos empresariales y yo a trabajar, trabajar y trabajar de lo mío. Poco a poco Miguel fue ampliando la cartera de clientes y nuestro producto gustó.

—M.G. A mí no se me olivará el día que decidí dejarlo todo. Había terminado mi jornada laboral en Guarromán. Era sobre las nueve de la noche y al primero que llamé fue a mi hermano. Le dije que había comunicado al ahora mi exjefe de que había dado el paso. Y a la siguiente persona a la que llamé fue a mi mujer para comunicárselo. Tengo que decir que ella siempre ha estado y está a mi lado.

—Comenzastéis con ventaja con respecto a otros emprendedores que es la de contar con alguien que ya entendía de asuntos relacionados con la administración empresarial.

M.G. Efectivamente. Yo ya tenía conocimientos en Administración y Dirección de Empresas y en ese primer periodo me encargué de parte de la labor comercial, de buscar financiación, de ver todo el material que nos hacía falta... Con el paso del tiempo me di cuenta de que mi hermano estaba desbordado. Me picó la curiosidad y un día llegué y le dije que me había matriculado, por mi cuenta y con mi propio dinero, en un curso de audiovisual, postproducción y edición fotográfica. 

A.G. Así es. Se apuntó sin consultar y lo sacó. Tanto que en muy poco tiempo estaba ya haciendo proyectos. Me sorprendió mucho la calidad que le ponía al trabajo una persona que nunca le había prestado atención al mundo audiovisual. A partir de ahí empezamos a repartirnos el trabajo hasta el día de hoy, que vamos al cincuenta por ciento cada uno.

—¿El nombre de Mian Producciones también se eligió al cincuenta por ciento?

A.G. Elegir el nombre sí fue complicado. Al principio pensamos en algo en inglés... El logo era lo que tenía claro desde el principio. Quería que fueran dos imágenes geométricas que fueran metáfora de nosotros. 

M.G. Sí que fue complicado elegir el nombre pero al final surgió con otro café. Esta vez en el patio de casa de nuestra madre. Fue cuando pensamos en coger las iniciales de cada uno de nosotros.

—Además, empezasteis a trabajar y os pilló la pandemia.

A.G. A nosotros eso nos vino bien, entre comillas. Impulsó mucho el marketing digital y las empresas se dieron cuenta de la importancia de tener presencia en la red. Así comenzó Mian Producciones, con las redes sociales, las páginas webs, los streaming. 

M.G. La empresa empezó enfocada al área de fotografía y vídeos corporativos. Con la pandemia me llamó un cliente para abrir el escaparate virtual de su empresa a causa de la pandemia. Le consulté a mi hermano si podíamos asumir ese trabajo. En ese momento estaba haciendo la de Mian Producciones y aprendiendo. A la semana, el cliente tenía su web funcionando. Esa me sirvió de promoción y hicimos muchas más.

—¿Al principio trabajabais desde casa?

—A.G. Yo en Granada y mi hermano desde su casa en sus ratos libres. Luego montamos un pequeño estudio de fotografía en casa de nuestros padres, precisamente en la habitación que compartíamos desde pequeños.

—Habéis dado saltos incorporando personal y abriendo sede, además de ampliar cartera de servicios.

A.G. Tanto hemos ampliado que la fotografía y el vídeo corporativo casi que ha quedado ya en un segundo plano. Nos hemos volcado en producción de eventos.

—De hecho, he visto que produciréis el musical tributo del Rey León.

M.G. Sí, en Mengíbar, el 16 de septiembre. Ha sido una gran sorpresa. La compañía nos ha seguido y ha visto lo que somos capaces de ser. Es un orgullo que nos hayan confiando la producción de esta obra.

A.G. De hecho cada vez estamos más volcados en la producción de eventos y Mengíbar es un ejemplo, donde nos encargamos además de las entregas de premios, galas... Todo esto fue posible gracias a la incorporación de nuestro compañero Eduardo. Vino un día al CADE a pedirnos una capturadora. Se la dejamos y empezamos a tener contacto. Él tenía una productora en La Carolina y con el paso del tiempo decidimos juntarnos los tres en cooperativa y con él nos hemos consolidado en el área de streaming.

—Ahora sois cuatro personas, ¿no?

A.G. Sí. Hemos incorporado a Laura para todo lo vinculado a redes sociales y posicionamiento SEO y es otro salto más que hemos dado.

—¿Por qué se optó por ser cooperativa?

M.G. Al principio, por las ventajas fiscales. Me lo recomendó una compañera cooperativista, que me explicó la figura que ahora poco a poco hemos ido conociendo mejor.

A.G. Hablando con otros empresarios nos hemos dado cuenta de que no se hacen más cooperativas porque desconocen la figura, tanto ellos como de los gestores. 

—El hecho de estar en La Carolina ¿os ayuda o perjudica?

A.G. Es un municipio que nos permite tener un buen espacio a un precio más asequible que en una gran ciudad. Además, tenemos la autovía a un paso y es una gran oportunidad. En dos horas y veinte estamos en Madrid, lo mismo que en Sevilla; y en una hora, en Granada.

M.G. Si comparamos, hemos hecho muchos más trabajos en Madrid, Sevilla o Málaga, por ejemplo, que aquí en Jaén. 

—En una anterior entrevista al alcalde de La Carolina nos contó su deseo de crear una Escuela Municipal de Emprendimiento y fomentar el talento. Pero La Carolina, ¿ya tiene mucho?

A.G. Los carolinenses somos de culo inquieto. Nos gusta innovar pero hay gente para todo.

M.G. Para ser emprendedor tienes que nacer con esa chispa. Puedes cultivarla con el tiempo pero tienes que llevar en la sangre esa inquietud. Y eso que nosotros no tenemos familiar alguno que nos haya inculcado esa mentalidad. Pero es verdad que ser empresario es muy complicado. Trabajamos de lunes a domingo y las trabas fiscales que pone la administración lo hace muy complicado. Ser empresario es un deporte de riesgo. 

—¿Dónde os veis dentro de diez años?

M.G. Espero seguir, y hacerlo con mi hermano. 

A.G. Mian Producciones nunca morirá porque somos personas que cuidamos mucho lo nuestro. Habrá momentos buenos, otros malos y otros regulares; pero Mian Producciones va a ir a mucho más porque no dejamos de inventar, de invertir y de dar a nuestro cliente lo mejor. Todavía no nos ha llegado el momento del estancamiento ni del cansancio físico y mental.

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