Mónica García, presidenta y jugadora de balonmano
La presidenta del club de Amigos Balonmano de Los Villares valora el auge del Torneo de Balonmano Victoriano Muñoz, que reunió a nueve equipos femeninos de Jaén, Almería y Madrid
A Mónica García (Los Villares, 1987) le gusta más estar dentro de la pista que en el despacho. Claro que no puede elegir: ella es jugadora y presidenta del club de Amigos Balonmano Los Villares. El reciente Torneo de Balomano Femenino Victoriano Muñoz evidencia la salud de la práctica en el municipio: ha convocado a nueve equipos procedentes de Jaén, Almería y Madrid.
García jugaba a balonmano desde niña, pero como todos los jugadores de Los Villares vivió un parón que la alejó de la pista. "Teníamos 13 ó 14 años. El balonmano desapareció y pudimos retomarlo hace un lustro", expresa en declaraciones a este periódico. La villariega aceptó el reto de la presidencia y lo combina con su participación en el equipo sénior. "Estamos trabajando muy bien. En la cantera tenemos equipos de benjamín mixto y de alevines e infantiles masculino y femenino", puntualiza. Salvo el conjunto benjamín, el resto está federado.
24 HORAS DE BALONMANO
La sexta edición del torneo 'Victoriano Muñoz', en honor del polifacético docente villariego, provocó 24 horas de competición entre los nueve equipos participantes:
Huelma, Bailén, GAB Jaén, Los Villares (Jaén), Baza (Granada), Towanda Veteranas Almería, Murgi (Almería), Osuna y Corazonistas (Madrid).
Ganó Osuna de Madrid, y en clave local el mejor resultado fue ver las gradas llenas en las horas puntas, desde las 20:00 hasta las 22:00 horas, además de en la final, disputada el domingo. Las chicas del equipo villariego ganaron a Huelma y a Murgi, y cayeron ante Baza y Corazonistas. No pasaron a semifinales, pero demostraron un buen nivel ante su público. "El balonmano es compañerismo, deportividad sana. No hay malos rollos", expresa.
Lateral, central y pivote. Las únicas posiciones que se le resisten a García son la portería y el extremo. Dice que lanzar desde fuera es una de sus virtudes, y disfruta más atacando que en tareas defensivas. También tiene que controlar los papeles, la administración. "No es para tanto", relativiza la presidenta y jugadora de Los Villares.
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