Las aparentes obras fallidas del Colegio Alfredo Cazabán
Siempre hay que esperar sagacidad y/o perspicacia en los reportajes de Esperanza Calzado cuando redacta temas de su anillo informativamente geográfico. En mi diaria lectura de Lacontradejaén, procuro siempre detenerme, en sus reportajes al igual que los de algunos de sus compañeros. Logran transmitir al lector, las vivencias, quehaceres y preocupaciones de la disparidad de moradores de una ciudad.
En este caso se trata de algunos desperfectos que acontecen en el mencionado colegio. Lo primero que me ha llamado la atención, si es que lo he comprendido bien, es que un grupo municipal en la oposición carezca de acceso a los “respectivos expedientes de contratación de obras”. Debe tratarse de algún tipo de malentendido, ya que, primero, en perfecta armonía democrática ambos grupos, gobierno y oposición, deben colaborar entre sí. Segundo, para el supuesto de que fallase lo anterior, la oposición dispone de pleno “interés legítimo” para acceder a cualquier expediente de contratación pública.
Si se tratase de las clásicas “diferencias” internas municipales y de grupos, deben, repito, por “higiene democrática”, apartarse a un lado, ya que podríamos menoscabar con nuestras actitudes el constitucional derecho a la educación. Y volviendo a las obras de marras, debemos preguntarnos con todas las consecuencias, ¿por qué ocurren dilaciones y/o defectos constructivos?
Muy sencillo, probablemente no se les ha prestado atención a aspectos tan importantes en edificación como son los estudios y proyectos previos de calidad de materiales. En fin, supongo que al tratarse de concursos públicos habrán existido pliegos de condiciones y actuaciones del Departamento de Contratación, Servicios Técnicos, Garantías Definitivas, Dirección de Obra y algunas otras más que permitan una óptica adecuada.
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