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Fiesta en la UCI por un abuelo moribundo

Por Antonio Gómez - Agosto 22, 2021
Fiesta en la UCI por un abuelo moribundo
Andrés Rodríguez, camino a la Junta General de Accionistas del Real Jaén. Foto: Canal Lagarto.

El otro día, mi amigo Marcos me comentó que su abuelo de avanzada edad estaba en la UCI con más probabilidades de morir que menos, con un pronóstico que era cada vez peor. Además, en los últimos tiempos no lo había tratado ningún profesional de la medicina, fue un señor que pasaba por allí y decía ser médico quien ha estado pendiente de la evolución del abuelo. Una suerte de doctor Nick Riviera de los Simpson.

Todos los familiares del abuelo Marcos se reunieron. Allí estaban los hermanos del agónico señor, sus hijos, nietos, hijos políticos e incluso amigos muy allegados. Marcos me contó que una parte de los familiares querían tomar partido contra el doctor Riviera que estaba tratando (o más bien matando) a su abuelo. Pero lo que me sorprendió y me dejó ojiplático fue que otra parte de la familia de Marcos prefirió ir al hospital para que se notase el descontento sin poner queja alguna ni hablar ni con el pseudo médico y, ni mucho menos con ningún doctor real. Es más, viendo que podía ser uno de los últimos días que su abuelo estaría con vida, decidieron montar una fiesta en mitad de la UCI, como cuando celebraban cumpleaños, bodas y comuniones. A pesar de que Marcos tiene una prima doctora y un hermano enfermero, hubo un sector de la familia que prefirió seguir dejando la vida de su abuelo en manos de aquel farsante.

¿Parece una broma? ¿Un guión absurdo? ¿Un relato de suspense en el que la mitad de la familia de Marcos están locos?

Esto es lo que está pasando con el Real Jaén Club de Fútbol y sus 99 años de historia. La entidad está herida de muerte y con pocas posibilidades de supervivencia. Me gustaría escribir que está en manos de un irresponsable o alguien sin escrúpulos, pero es que no hay nadie al mando de la nave. El personaje que lleva el timón del Real Jaén me recuerda a  poner a un simio jugar al ajedrez tras enseñarle cómo son los movimientos. Podría ocurrir 3 cosas.
- Hará movimientos azarosos y perderá la partida.
- De manera muy remota a base de esos movimientos puede que gane.
- El simio da un golpe sobre el tablero, se pone a dar saltos sobre la mesa y defeca encima de la misma.

Pero la gran culpa de todo esto no la tiene el descerebrado al mando. El gran culpable llegó tras un ruinoso descenso lleno de promesas, se ha quitado de en medio y sigue haciendo caja en su farmacia, montando a caballo y paseando por sus olivos mientras se ríe de todos nosotros, porque su nombre ya no está en la palestra y sus negocios siguen intactos ajenos a ningún boicot. Pensábamos que era Batman, un superhéroe que venía a salvar el club, y resultó ser un vendedor de humo como todos los presidentes que ha tenido el Real Jaén tras la salida de Juan Carlos Hidalgo, con la excepción de la breve presidencia de Higinio Vílchez.

Los únicos que han puesto las gónadas sobre la mesa han sido Líberos, que han conseguido poner al simio delante de un juez. Líberos Real Jaén solo está siendo apoyado por aficionados a nivel individual y dos colectivos de animación: Orgullo Lagarto y The North Fans. Al primero pertenecí durante años y sigo manteniendo un vínculo afectivo enorme con ellos y con el segundo tuve mis serias diferencias, pero a pesar de ello tienen todo mi respeto y admiración. Creo que OL y TNF, aunque a nivel institucional no puedan jugar el papel de Líberos Real Jaén, sí que están haciendo un trabajo tremendo sin complejos y poniendo las cartas sobre la mesa. Sé que parte de la afición los mira con recelo, pero quizá deberían mirar a estos dos grupos como un ejemplo por su compromiso, fidelidad y pragmatismo a la hora de atajar esta situación. En momentos duros, no hay lugar para los tibios.

La solución que se ha planteado es hacer como la familia de Marcos. Juntar a todo aficionado de bien para hacer una manifestación diciendo que estamos descontentos, pero ni se nos ocurre presionar al simio para que suelte las acciones, ni mucho menos exigir responsabilidades a nuestro boticario preferido. Es más, he leído por ahí que si no se puede hacer nada por el Real Jaén, al menos será la última fiesta en su honor… no voy a comentar esto último.

La manifestación no señala culpables, ni tampoco exige una alternativa. ¿Para qué sirve una manifestación entonces? ¿Pide acaso una intervención divina? Me recuerda a esas manifestaciones para “pedir soluciones para Jaén”, no se sabe muy bien a quién. Dada la mentalidad jiennense de esperar a que otros le solucionen sus problemas, en el subconsciente colectivo está sin duda la esperanza de que el Ayuntamiento, la Diputación o la Virgen de la Capilla intercedan para salvar al Glorioso. Como desgraciadamente al Real Jaén hay que salvarlo todos los años, podríamos recurrir a las siempre creativas y efectivas soluciones de sortear camisetas o vender pulseras para recaudar una cantidad ínfima de dinero que no sirve ni para limpiarse el culo pero sí sirve para lavar conciencias. “Yo al menos estoy haciendo algo”, clama el jienita medio y listo de turno desde la barra del bar. El mismo pensamiento mágico de salir a bailar alrededor de un tótem para provocar la lluvia en tiempos de sequía. Pero me parece a mí que esta vez hemos pillado a la Virgen de la Capilla en otros menesteres y no nos ha visto.

¿Por qué esa actitud? ¿Por cobardía, por estupidez o por ingenuidad? Tal vez por una combinación de las tres cosas ya que los hazmecasitos locales, esos que acaban dominando todos y cada uno de los movimientos sociales o iniciativas de cualquier tipo en esta ciudad, piensan que el simio les va a ceder las acciones o les va a regalar carnets de socio o vaya usted a saber qué. Solo bastardos intereses, cuando no criminales propósitos, pueden explicar el espectáculo dantesco de la Junta de Accionistas y el papel que han tenido la Asociación de Pequeños Accionistas y la Federación de Peñas en todo este culebrón. Jaén no sería Jaén sin está tribu que danza para que la lluvia caiga del cielo. Un tipo antropológico que todos los jiennenses conocemos, muy común en esta ciudad y que no hace falta explicar. Seamos serios, señalemos culpables y pongamos alternativas sobre la mesa. Basta ya de concesiones, de señores hazmecasitos y de no tener iniciativas serias que puedan paliar o solucionar el problema.

Invito a todo aficionado de bien del Real Jaén a que se sume a los tres únicos colectivos que están realmente remando en favor de solucionar esta situación: Líberos, OL y TNF. Cada uno desde su trinchera con sus posibilidades, pero tienen claro el problema y la solución. De verdad, no esperemos que por llenar las calles sin unas reivindicaciones se va a obrar un milagro.

¡HALA JAÉN!

Por Antonio Gómez (Tonino McFly)

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