Paparazzi

El programa Misión Exclusiva documenta el trabajo febril y perspicaz de los fotógrafos que persiguen a las celebridades

"Soy paparazzi. Soy un ladrón de fotos". Sergio Garrido, protagonista del programa de Cuatro Misión Exclusiva, resume la esencia de su trabajo en un par de frases contundentes que sirven para promocionar el formato.

Cuatro ha estrenado el primer episodio de una suerte de documental/reality que cuenta el día a día de los fotógrafos que persiguen a las celebridades. El escenario de la primera entrega ha sido Ibiza. La cámara nos muestra cómo Garrido y sus dos ayudantes desayunan tranquilamente hasta que una llamada los activa para buscar al famoso que anda por ahí de vacaciones. De la calma a la acción. Todo en la vida profesional de paparazzi pasa por un chivatazo, por informantes que también piden dinero por los datos que revelan.

A Garrido le hacen bromas por su parecido con el cantante Antonio Orozco. Al ladrón de fotos se le ve muy suelto con las cámaras, tanto con las que lo graban como las que él toma. Una de las primeras conquistas es Cristiano Ronaldo, acompañado con su familia. Ahí que está el teleobjetivo del fotógrafo. "Túmbate como un animal en la selva", le pide a un compañero, mientras se echa para atrás, para tomar la foto del verano y pasar desapercibido. 30.000 euros.

El programa no ha empezado con muy bien pie; la audiencia se quedó en un 5,5 por ciento. Como periodista, me despierta interés ese momento de fiebre en el que hay que calzarse las botas, sin importar el lugar ni el momento.

Reflexionando sobre la ética paparazzi —oxímoron mediante— me acordé de la conversación que tuve con un amigo reportero, quizá el mejor editor de la provincia. Hablábamos sobre los orígenes del periodismo y los valores del oficio justo en su comienzo.

—¿Valores? ¿Qué valores había? —preguntó él y después soltó un puñado de carcajadas.  

Yo creo que todavía se está riendo.