Pasos de danza para que ninguna vocación quede frustrada
La danza se hace fuerte a los pies de la Catedral para exigir que Jaén tenga un Conservatorio
Rosa García es la madre de Fátima López. Es jiennense, tiene 23 años y baila en una compañía de danza contemporánea en Francia. Se formó en Alemania durante tres años, pero antes pasó por el Conservatorio de Granada. "Se tuvo que ir allí porque aquí no había", explica su madre. Recuerda esos viajes a la provincia vecina, el sacrificio económico, físico, intelectual e emocional, por no hablar de la sensación de desarraigo. Fátima ha conseguido hacer de su vocación una profesión pero otros no tienen la misma oportunidad. Es el caso de Raquel Borja, portavoz del Movimiento Por un Conservatorio de Danza. Reconoce que vio frustrada su vocación y que como ella, muchos más. Para que eso no pase, la Plaza de Santa María se ha llenado de pasos de danza para reclamar un conservatorio.
Son optimistas. Saben que la Delegación de Educación está implicada en este proyecto y que existe una buena sintonía con Sevilla, con la Consejería. Pero no quieren dejar pasar la oportunidad de clamar, tantas veces como haga falta, la necesidad de este conservatorio. De ahí el acto de hoy, donde decenas de apasionados al baile han alzado sus puntas en pro de la cultura. "Porque la danza es cultura", defiende Raquel Borja.
La Catedral ha sido, pues, testigo privilegiado de ese arte con sangre jiennense que no quiere marcharse fuera para completar su formación. Ha presenciado esos apoyos llegados desde todos los puntos de Andalucía, como explica Raquel Borja. Y no solo los que se están compartiendo en las redes sociales, sino que los directores de los conservatorios andaluces y la escuela de Málaga les han remitido escritos respaldando lo que considera un clamor de la ciudadanía.
"Jaén está llena de gente con talento y con ilusiones artísticas y seguimos teniendo esa importante carencia educativa", ha defendido la portavoz del movimiento. Es consciente que cada vez se está más cerca de que el sueño se haga realidad, pero como ciudadanos se ven en la obligación de seguir manteniendo visible la petición en la calle. "No es desconfianza, sino mantener la ilusión", ha defendido. Y es que tampoco ha querido dejar pasar por alto los otros tantos proyectos que vieron luz verde y que al final se han quedado durmiendo el sueño de los justos. Por eso, bailarán hasta quedarse sin fuerzas para que Jaén tenga su conservatorio.
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