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Un patrimonio en constante deterioro

Por Esperanza Calzado - Noviembre 11, 2017
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Un patrimonio en constante deterioro
La Asociación Amigos del Patrimonio de Andújar muestra su preocupación por el deterioro que sufre la muralla almohade a la altura de la calle Luis Vive. Foto: Juan Vicente Córcoles.

La Asociación Amigos del Patrimonio de Andújar muestra su preocupación por el deterioro que sufre la muralla almohade a la altura de la calle Luis Vives

No es la primera vez que la Asociación Amigos del Patrimonio de Andújar muestra su preocupación por el estado de conservación de la muralla almohade. Este verano ya alertó de su mal estado y ahora, meses después, advierte de su empeoramiento. Reiteran el peligro que sufre este patrimonio en un punto muy concreto, en la calle Luis Vives (antes callejón de la Silera), junto a la casa de Don Gome. "El desmedro consiste en la pérdida del material original –calicanto o mortero- por encima del refuerzo de ladrillo que se hizo hace unos años con la finalidad de fijar su base", explican.

¿Cuál sería la labor a realizar? En opinión del colectivo, la fijación del calicanto, que es un material de mampostería a base de arena, cal y agua de origen romano. Sería necesaria la recuperación del material que se ha perdido por la erosión y el paso del tiempo. Esta parte de la muralla, junto con los dos torreones contiguos y el trozo de lienzo que los une, con unas cocheras adosadas, es el único original del tiempo de los almohades (1121-1269). También hay preocupación por recuperar la muralla junto al torreón de la Fuente Sorda, en el parque de Colón.

HISTORIA

Los almohades cohesionaron Al-Ándalus fijando su capital en Sevilla. Según recuerda el colectivo, debido a la importancia estratégica de Andújar en relación con el valle del Guadalquivir, aumentaron y fortalecieron su perímetro de muralla. Fue la Andújar que conquistó Fernando III en 1225. Las características del conjunto de la muralla de Andújar se conoce gracias al plano de Jimena Jurado que se guarda en la Biblioteca Nacional, Manuscrito 1.180 bajo el título “Antigüedades de Jaén”.

Además de las cuatro torres ochavadas contaba con cuarenta torreones, una torre albarrana, siete puertas, además de un castillo. "Desgraciadamente, muy poco nos queda", lamenta la asociación.

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