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El podador que conquistó la finca Huerta Anguita

Por Fran Cano - Marzo 04, 2018
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El podador que conquistó la finca Huerta Anguita
Francisco José Aguilar Álvarez ha sido el ganador del concurso.

Francisco José Aguilar repasa su triunfo en el primer certamen andaluz: “La poda es lo más bonito y lo más difícil en el campo”

Cambió de opinión, y ahí empezó su victoria. Francisco José Aguilar Álvarez —37 años, La Rábita, Alcalá— ganó el Concurso de Poda del Olivo Ciudad de Alcaudete, el primero de ámbito andaluz, con más de cien participantes. “La poda es lo más bonito y lo más difícil en el campo”, afirma. Lo dice por experiencia: 17 años de podador.

Aguilar admite a este periódico que en un principio no quería participar. Si lo hizo fue por su amistad con Francisco Ibáñez, el organizador del evento. Conoció la finca alcaudetense Huerta Anguita, cogió la motosierra, y el resto ya es historia.

El rabiteño empezó con su lote, de dos olivos, como el resto de participantes. Casi agotó la media hora estipulada para talar los árboles. Y cuando acabó con el primero intuyó que la faena recibiría alguno de los premios. “Me quedé muy satisfecho. Recuerdo que alguien dijo: “Madre mía, que ‘patillón’ del olivo ha tirado”. Aun así, no me esperaba quedar primero”, comenta a este periódico.

“EN LA PODA NUNCA DEJAS DE APRENDER”

Justo es ahora el tiempo de la poda, más conocida como la tala en el sur de Jaén. Hay jornaleros que contratan sus servicios desde hace años. Él es agricultor y también cuenta con la ayuda de un joven. La juventud del campo, dice, se lleva bien con la motosierra. “De hecho, un chaval ganó uno de los premios”, recuerda.

Más que evidencia física, la poda implica riesgos. En casi dos décadas, Aguilar solo sufrió un corte superficial en un dedo hace casi diez años. “Se me escapó la máquina y me pillé. Lo pasé mal. Desde entonces utilizo guantes anticorte”, comenta. Dice que la tala siempre da nuevas lecciones; es mutaren. “Por más que pase el tiempo, nunca dejas de aprender”, apostilla.

Dedicado la mitad del año a la agricultora y la otra al mundo hostelero, el vecino de La Rábita cuenta ahora con una motosierra de calidad y con una batería que le ha cedido la organización del concurso para que la pruebe esta temporada. Es padre de una hija de 20 meses. Algún día le contará la curiosa gesta: “Tu padre fue campeón andaluz de poda”.

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