Antonio Pérez Arroyo y la poesía del banquero

El jiennense, que fue director de una entidad bancaria en Jaén, Linares y Mancha Real, trabaja en dos nuevos poemarios tras publicar siete en el último lustro

Quién dijo hastío o pereza en la jubilación. Antonio Pérez Arroyo (Jaén, 1952) lleva el lustro más prolífico de su vida artística desde que se jubiló como director de una entidad bancaria: ha publicado siete poemarios y ya trabaja en dos más que verán la luz muy pronto. Tanto le dieron los números como recibe de las letras desde la adolescencia.

Afincado en Mancha Real, donde completó casi dos décadas en su ocupación, Pérez Arroyo disfruta de la poesía con las ganas de siempre y con más tiempo. "Antes estaba limitado por el trabajo, y ahora me he explayado", admite en conversación con este diario. La bibliografía, los poemas publicados, hablan por sí solos: Expresiones independientes, Cinco poetas, Ventanas al paraíso, Poesía de los sueños, Palabras y sentimientos, Poesía de mis adentros y Siguiendo huellas.

Si tiene que subrayar a parte de la obra, se decanta por Expresiones independientes, que es una recopilación de poemas de toda una vida, y Ventanas al paraíso, que narra las rutas del autor por Sierra Mágina. "Es cierto que los últimos trabajos son más refinados. He notado la práctica y tengo más confianza", expresa.

APROVECHA LAS REDES Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Entre los temas que aborda, Pérez Arroyo apuesta por los de cariz social. Aquellos a los que ha tenido acceso después de 40 años como banquero: la pobreza, la soledad y el cambio climático, entre otros. Dice que no se casa con ninguna ideología, y de ahí su libertad para escribir.

En el tintero están dos proyectos: Reflejos, que aborda con mirada poética situaciones cotidianas, y la segunda parte de Siguiendo huellas. El autor se sirve de las nuevas tecnologías para exponer sus obras en redes como Facebook y para contactar con otros autores a través de internet. Además, tiene una web propia. Ha trazado un vínculo muy particular con Eduardo Bobren Bisbal, poeta puertorriqueño. "Nos intercambiamos todo lo que hacemos", cuenta. Juana Tello, la esposa de Pérez Arroyo, es siempre la primera lectora del jiennnese, hombre tanto de números como de letras. Con los primeros se ganó la vida; con las segundas la hace más feliz.