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Reivindicación literaria en la fiesta de las letras

Por Redacción - Noviembre 24, 2018
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Reivindicación literaria en la fiesta de las letras
Foto de familia de los galardonados.

La periodista y escritora Sonsoles Ónega destaca la importancia de leer para vivir otras vidas en el acto de entrega de los XXXIV Premios Literarios Jaén de CajaGranada

Como cada otoño, desde 1985, Jaén celebra su fiesta de las letras, con el acto de entrega de los premios a los flamantes ganadores de los Premios Literarios Jaén de CajaGranada Fundación. En esta edición son Mariano Fernández Urresti, Premio de Novela, por La maldición de Charles DickensDavid López Sandoval, Premio de Poesía, por Cuenta atrás; y Begoña Oro Pradera y Alberto Jiménez, Premio de Narrativa Juvenil, por Tú tan cáncer y yo tan virgo. La ceremonia se convirtió en un acto reivindicativo de la mano de la periodista y escritora Sonsoles Ónega, que destacó la importancia de leer para vivir otras vidas.

Durante su intervención, la presidenta de CajaGranada Fundación, María Elena Martín-Vivaldi, ha dado la enhorabuena a los premiados felicitando a la conferenciante, Sonsoles Ónega, “por su brillante intervención y su invitación a leer para vivir otras vidas”. “Efectivamente, leer nos permite soñar, crecer, imaginar, multiplicar y enriquecer nuestras existencias. Y también ser más libres. Y más sensibles y empáticos con lo que ocurre a nuestro alrededor”, ha puntualizado.

Una felicitación a Sonsoles Ónega, especialmente, por su “encendida defensa de la prensa escrita como medio para formarnos una opinión solvente de lo que pasa a nuestro alrededor y tu reivindicación, tu reclamación de la literatura escrita por mujeres. Que la hay. Mucha y muy buena”. Continuó María Elena Martín-Vivaldi señalando que “nos encontramos otro año más, y ya son nada menos que 34 ediciones, en la entrega de unos Premios Literarios que, para mí, resultan especialmente emocionantes, no en vano, es la primera vez que me corresponde en suerte presidir este acto”.  

“Una tradicional y grata velada literaria en la que CajaGranada Fundación, con la colaboración de Bankia, tiene el placer y la satisfacción de compartir con la Ciudad de Jaén, con su provincia, con sus instituciones representativas, con su activo y vibrante mundo cultural, con sus empresas, clientes y amigos, y con todos ustedes; una cita sólidamente instalada en el calendario cultural de esta Ciudad y esta Provincia”, señaló la presidenta de la Fundación.

LEER PARA VIVIR OTRAS VIDAS

Sonsoles Ónega realizó un alegato a favor de la lectura y al milagro del efecto de la palabra escrita, que permite vivir otras vidas. Comenzó su disertación señalando que los libros y sus escribanos permanecen porque han sido, son y serán la mejor arma del hombre para explicarse y para entenderse. Y para explicar y entender el mundo en el que vivimos. Confesó: “Crecí entre libros en una hermosa biblioteca de madera de dos plantas con una escalera deliciosa en la que me sentaba a leer mientras mi padre escribía a máquina, al lado de un fax y un teléfono con contestador automático”. Se mostró convencida de que vivir entre libros forma lectores. “Es el mejor legado. Más valioso que una finca. Los libros estuvieron siempre ahí. Fueron faro y guía. Fueron un recurso en tardes de lluvia. En atardeceres de verano. Fueron la herencia, la única, sin duda la mejor, que recibí de mis padres”, señaló la periodista. 

Tras repasar algunas de las lecturas que forman parte de su vida, Sonsoles Ónega defendió que “somos lo que leemos". "¡Desconfíen ustedes de aquellos que no leen! No se dejen engatusar entre las sábanas de una casa sin libros. Nos vamos construyendo en las páginas que otros escribieron para lectores desconocidos sin saber que en cada personaje de cada novela hay un poco de nosotros mismos. La literatura tiene el poder inmenso de apaciguar nuestros miedos y frustraciones. Nos permite comprobar que otros también los han sentido. La literatura es un bálsamo para el dolor del mal de los amores y para la orfandad que puede llegar a invadirnos”.

En ese punto, Ónega hizo una encendida defensa de las mujeres escritoras, recordando una anécdota personal: “Hace pocos meses recibí a unas estudiantes de dieciséis años. Querían hablar de literatura. Me sorprendió una pregunta que me formularon desde su inocencia. –¿Por qué no estudiamos a mujeres escritoras?", se interrogó. 

Sonsoles Ónega terminó su intervención señalando que “una periodista que escribe debe reivindicar la lectura de periódicos. Cuantos más, mejor. Y cuanto más distintos sean en su enfoque de la actualidad, mejor aún. La palabra de un diario puede estar mancillada por el martirio al que las urgencias de nuestro tiempo han condenado al periodista. Aun así, leer periódicos es tan necesario como leer libros para formarnos una opinión solvente sobre los hechos políticos… Además, os diré algo: las mejores historias están en las páginas de los periódicos, en un pequeño anuncio por palabras o en una esquela. Si me escuchan escritores en la sala, no desdeñéis la búsqueda de personajes en las noticias publicadas”. 

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